Versos del 1 al 2
Ellos trataron el Arca del Pacto con honra y respeto, sin embargo no la llevaron al Tabernáculo. En vez de dejarla en la casa de YEHOVAH DIOS, fue llevada a la casa de Abinadab.
No sabemos si Eleazar era del linaje sacerdotal apropiado o si su ceremonia de consagración fue legítima según el libro de Éxodo 29. Al menos esto reflejó un deseo de hacer lo correcto.
Israel tenía el Arca de regreso, pero las cosas no se habían solucionado realmente. Israel, se dio cuenta de que no estaban mejor con YEHOVAH DIOS sólo porque tuvieran el Arca del Pacto de regreso.
Más bien, toda la casa de Israel lamentaba en pos de YEHOVAH DIOS.
Versos del 3 al 4
YEHOVAH DIOS levantó a Samuel como juez y profeta (1 de Samuel 4, 1).
Sin embargo, Samuel estuvo extrañamente ausente durante todo el fiasco del Arca del Pacto.
1 Samuel 4, 1 fue el último lugar donde se mencionó a Samuel, justo antes de que Israel planeara usar el Arca como amuleto de la suerte en batalla.
Samuel, hizo un llamado a la nación a arrepentirse. El arrepentimiento debía ser interno de todo corazón y externo quitando los dioses ajenos.
Ellos sabían que habían agregado la adoración a otros dioses, en vez de su adoración a YEHOVAH DIOS. Samuel llamó a Israel a abandonar a esos otros dioses y solo servirle al Altísimo.
Los dioses locales de Baal y Astarot eran ídolos populares entre el pueblo de Israel. Baal era atractivo, porque se creía que era el dios del clima, trayendo buena cosecha y éxito económico.
Astarot era atractiva, porque se creía que era la diosa de la fertilidad, por lo tanto, estaba conectada con el amor y el sexo.
Versos del 5 al 6
Aquí es donde Jacob se separó de Labán (Génesis 31, 49) y fue el lugar donde se reunió un Israel arrepentido en Jueces 20, 1. Este era un lugar recordado por la separación y el arrepentimiento.
Samuel, ya había llamado a la nación al arrepentimiento y ellos comenzaron a hacerlo. Él sabía que la obra de YEHOVAH DIOS en ellos, sólo podía ser completada a través de la oración.
Esto muestra la necesidad espiritual de Israel en ese momento, expresaron su arrepentimiento dejando lo malo y siguiendo lo bueno.
En este contexto una ceremonia de derramamiento de agua, demostraba un alma derramada delante de YEHOVAH DIOS. Era una expresión de vacío y necesidad.
Israel, también expresó la tristeza por su pecado ayunando, un mensaje que nada más importaba excepto estar bien con YEHOVAH DIOS y confesando un clamor directo de culpa y responsabilidad.
Samuel, fue el último juez sobre Israel, pero su liderazgo fue más espiritual que militar.
Verso 7
Los Filisteos, tenían razón en tener miedo de la arrepentida nación de Israel, que buscaba a YEHOVAH DIOS, porque al reconciliarse con el Altísimo, YEHOVAH DIOS, pelearía por ellos y el resultado de esto es que Israel sería invencible.
Los Israelitas, debieron haber estado más confiados en YEHOVAH DIOS.
Versos del 8 al 9
La última vez que Israel estuvo en este tipo de situación dijeron “Tomemos el Arca del Pacto y llevémosla con nosotros a la batalla. ¡Entonces no podremos perder!”.
Ahora, son mucho más sabios delante de YEHOVAH DIOS y en vez de confiar en el Arca, hicieron lo correcto y le pidieron a Samuel “no ceses de clamar por nosotros”.
Samuel, se tomó el tiempo para ofrecer sacrificio en un momento tan crítico, porque sabía que sólo podía orar efectivamente a la luz del sacrificio expiatorio de YEHOVAH DIOS.
La batalla aún no ha sido librada y un hostil ejército Filisteo se aproximaba. Sin embargo, la batalla ya había terminado y había sido ganada, porque YEHOVAH DIOS les oyó.
La Biblia describe a Samuel, como un poderoso hombre de oración que invocaba Su Nombre, el Nombre de YEHOVAH DIOS y ÉL les respondía (Salmos 99, 6).
Versos del 10 al 12
YEHOVAH DIOS peleó desde el cielo en nombre de Israel y derrotó a los Filisteos.
Esta era una obra especial de YEHOVAH DIOS, porque los Israelitas escucharon el mismo trueno, pero sólo los Filisteos se atemorizaron y fueron vencidos.
YEHOVAH DIOS no sólo envió trueno, también envió confusión para los Filisteos y confianza para Israel.
Samuel sabía, que la nación necesitaba recordar esta increíble Victoria, la cual llegó a un Israel humilde y arrepentido.
YEHOVAH DIOS ganó esta batalla, no Israel, así que llamó a la piedra Eben-Ha-Ezer, que significa “piedra de ayuda”.
Samuel sabía, que YEHOVAH DIOS hizo una gran obra, sin embargo, había mucho más que debía lograrse, dijo “Hasta aquí nos ayudó YEHOVAH DIOS” y sus obras pasadas son una promesa de ayuda futura.
Versos del 13 al 14
Samuel no fue un hombre militar, pero fue igual o más exitoso que los mejores generales de Israel, porque YEHOVAH DIOS peleó por Samuel.
Fue exitoso no sólo como un hombre de guerra, sino también como un hombre de paz.
Versos del 15 al 17
Samuel fue usado por YEHOVAH DIOS todos sus días. Algunos jueces terminaron sus ministerios antes de tiempo o en desgracia, pero Samuel terminó bien.
Él trabajó duro en su servicio a YEHOVAH DIOS. Cada año, Samuel ayudaba a Israel a solucionar conflictos y promover justicia.
Samuel permaneció fiel a YEHOVAH DIOS.
Un Altar era un lugar de sacrificio y adoración y Samuel tenía una relación constante con YEHOVAH DIOS en sacrificio y adoración.