1 Reyes Capítulo 18

Versos del 1 al 2

Esta notable sequía duró tres años y medio, por la oración ferviente de Elías.

Anteriormente, YEHOVAH DIOS le dijo a Elías que se escondiera. Ahora era el momento para que se presentara.

Hay un tiempo para buscar en lo secreto y estar solo con el Altísimo y un tiempo para presentarte ante el mundo, guiado por el “Kairos” de YEHOVAH DIOS.

Algunos desean siempre estar escondidos, cuando en realidad debieran de salir y mostrarse ellos mismos.

Elías, simplemente obedeció el mandato de YEHOVAH DIOS, sus oraciones eran sensibles hacia la dirección, que le mostraba el Creador.

La sequía no comenzó o terminó, como resultado de la voluntad de Elías, sino la voluntad de YEHOVAH DIOS.

Versos del 3 al 14

Este hombre, Obadías, era un hombre valiente, quien estuvo de pie por YEHOVAH DIOS y sus profetas en un tiempo difícil.

Este quizás sea, el mismo Obadías (Abdías), cuya profecía en contra de Edom es registrada entre los Profetas Menores.

Es difícil ser certeros, porque hubo trece (13) Abdías en el Antiguo Testamento.

El nombre Hebreo Abdías significa “Adorador de YEHOVAH DIOS” o “Doulos de YEHOVAH DIOS”.

1. Un Abdías, fue enviado por el Rey Josafat de Judá, para que enseñara la Ley en las ciudades de Judá (2 Crónicas 17, 7).

2. Un Abdías, era uno de los videntes, que ayudó a reparar el Templo en los días de Josías, Rey de Judá (2 Crónicas 34, 12).

3. Un Abdías, fue un Sacerdote en los días de Nehemías (Nehemías 10, 5).

“Profetas”, es un nombre no solo es dado a los dotados, con un espíritu extraordinario de profecía, sino también a ministros, que se han consagrado al servicio de YEHOVAH DIOS, para predicar, orar, alabar al TODOPODEROSO.

Obadías, hubiera tenido poca dificultad en hallar cuevas, para que los hijos de los profetas no pudieran ser vistos, como las dos mil cuevas que se han contado en el área del Monte Carmelo.

La sequía era tan severa, que el Rey Ajab y su siervo de confianza Obadías, fueron en busca de pastos. YEHOVAH DIOS arregló este encuentro inesperado, entre Obadías y el Profeta Elías.

Obadías sabía, que el Rey Ajab condujo una búsqueda exhaustiva por Elías, para castigarle por la sequía, que sus oraciones habían impuesto en Israel.

Obadías temía, que si él anunciaba que se encontró con Elías, el profeta volvería a desaparecer, Ajab le castigaría por dejar escapar a Elías.

Versos del 15 al 16

Amable y sabiamente, Elías respondió a los temores legítimos de Obadías, no haría que Obadías fuera un mártir por las acciones de Elías.

Versos del 17 al 19

Ajab, era sencillamente el peor, el rey más impío que Israel había tenido y aún no vaciló, en culpar al piadoso profeta Elías, por los problemas de Israel.

Si Ajab al menos hubiera detenido, la activa persecución del pueblo de YEHOVAH DIOS, no habría sequía. Pero el rey malvado de Israel, halló fácil en culpar al profeta piadoso.

Elías retó al Rey Ajab, a juntar a los profetas del ídolo Baal y Asera para esta reunión en el Monte Carmelo.

Esto se refiere, al hecho de que estos profetas de Baal y Asera, eran patrocinados y apoyados por el gobierno de Israel, teniendo un patrón especial en la malvada Reina Jezabel.

Versos del 20 al 21

Ajab hizo esto, llevando a cabo las instrucciones de Elías, porque él esperaba que el pueblo estuviera tan enojado con Elías, por los últimos tres años de sequía, que esta multitud se volverían en contra del profeta.

Estos profetas de Baal odiaban a Elías, amaban el favor del Rey Ajab y la Reina Jezabel, promovían la persecución, de cualquier verdadero seguidor de YEHOVAH DIOS.

Sin embargo, en los últimos tres años ellos fueron severamente humillados por Elías y la sequía sostenida por sus oraciones. Todos sus clamores hacia el dios del clima Baal, no tuvieron efectividad por tres años.

Ellos odiaban a este profeta de YEHOVAH DIOS, quien les humilló y mostró su engaño sacerdotal del todo.

Esta era una pregunta lógica y útil. En general, el pueblo de Israel estaba en una condición espiritual tibia.

Querían dar devoción, tanto a YEHOVAH DIOS como Baal, pero YEHOVAH DIOS de Israel es Único, no estaba interesado en tal devoción dividida.

No hubo objeción ni arrepentimiento, faltándoles valentía para defender su posición o cambiarla, estaban dispuestos el vivir vidas de baja convicción sin examinar.

Versos del 22 al 24

Probablemente no era cierto y Elías tenía razones para saber que esto no era cierto.

En el reciente pasado, Obadías le dijo que él había ocultado a cien (100) profetas de YEHOVAH DIOS, en contra de la persecución de Jezabel y Ajab.

En esta prueba propuesta, Elías fue cuidadoso en darle a los profetas de Baal, cualquier posible ventaja.

Tomaron dos toros y escogieron el que sacrificarían y el que Elías sacrificaría.

El fuego no vendría ni de Elías o los profetas de Baal. Tenía que tener un origen sobrenatural y provista, ya sea por Baal o YEHOVAH DIOS.

Por supuesto, Elías tenía muchas razones para tener confianza en YEHOVAH DIOS.

Primero, él estaba siguiendo las instrucciones expresas de YEHOVAH DIOS Vs 36.

Segundo, él sabía por la historia de Israel que YEHOVAH DIOS podía y enviaría, fuego del cielo sobre un sacrificio (Jueces 6, 20-21; 2 Crónicas 7, 1-7).

Versos del 25 al 27

Los profetas de Baal, tenían una vida consagrada de oración. Aquí ellos oraron por mucho, con gran pasión y llena de entusiasmo.

Sin embargo, debido a que no oraban al verdadero YEHOVAH DIOS, sus oraciones no significaron nada, pero no había voz, ni quien respondiese.

Elías, no se pudo resistir de la oportunidad, de burlarse de los profetas de Baal por su evidentemente Fe absurda, necia.

Versos del 28 al 29

Los profetas de Baal, hasta el final fueron sinceros y completamente consagrados a su religión.

Estaban tan comprometidos, que lo expresaron en su propia sangre, tenían celo, pero sin conocimiento, por lo tanto, su celo no les dio ninguna ganancia.

Este es el triste resultado, de adorar a un dios ídolo o el dios de nuestra propia invención. Podríamos dedicar mucha sinceridad, sacrificio y devoción a tales dioses, pero no significa nada. No hay nadie allí para contestar.

Versos del 30 al 35

Cuando fue el turno de Elías para sacrificar, él primero, quería tener la atención del pueblo.

Esto era para el beneficio de YEHOVAH DIOS, no para el suyo, necesitaban prestar atención, para que vieran que YEHOVAH DIOS era verdadero DIOS, en contraste con Baal que permaneció en silencio.

Elías estaba muy consciente que había reparado un altar, que algún tiempo fue de YEHOVAH DIOS en el Carmelo y en Israel en general.

Elías, ni siquiera le sugirió a los profetas de Baal, que mojaran su sacrificio una o dos veces, mucho menos tres veces.

No obstante, Elías hizo esto por la seguridad, que para YEHOVAH DIOS no le sería más difícil encender un sacrificio mojado, de lo que era para ÉL, encender uno seco en llamas.

Versos del 36 al 37

Algunos cincuenta (50) años antes de esto, Jeroboam, el Rey de Israel oficialmente desasoció a los ciudadanos del reino del norte, de la adoración de YEHOVAH DIOS de Israel, en el templo en Jerusalén.

Sin embargo, Elías aún recordaba la hora de ofrecer el holocausto, de acuerdo al mandamiento de YEHOVAH DIOS cada día en el templo de Jerusalén.

Ambos eran importantes. Era importante para el pueblo de Israel, que supieran quien era su YEHOVAH DIOS y quien era el profeta de YEHOVAH DIOS.

Esto también era esencial y nos ayuda a entender todo el evento. Elías hizo esto, de acuerdo con la Palabra de YEHOVAH DIOS.

No fue impulsado debido a su propia inteligencia, presunciones o vanagloria. YEHOVAH DIOS dirigió a Elías, hacia esta confrontación con los profetas de Baal.

Versos del 38 al 40

Los profetas de Baal tuvieron pasión, sinceridad, devoción y gran energía.

Lo que ellos no tenían era a YEHOVAH DIOS en el cielo, que contestara con fuego.

Cuando el fuego de YEHOVAH DIOS cayó, su obra fue más allá de lo esperado. Hubiera sido suficiente, si solamente los pedazos cortados del toro en el altar, se encendieran.

YEHOVAH DIOS quería algo más que una simple vindicación, quería glorificarse a sí mismo entre el pueblo.

En ese momento, el pueblo fue completamente persuadido. Se les pidió que escogieran entre Baal y YEHOVAH DIOS, no había elección para hacer, obviamente, YEHOVAH es Único DIOS.

Trágicamente, esto solamente fue una persuasión momentánea, no fue un reavivamiento duradero en Israel. El pueblo fue decididamente persuadido, pero no cambió la permanencia.

Ya que este era un reto entre YEHOVAH DIOS y Baal, los profetas de cada deidad, debían ser responsables por los respectivos resultados.

El gran pecado del Rey Ajab, fue patrocinar a los profetas de Baal y ahora, que el fraude de Baal fue expuesto, sus profetas debían responder por ello y tratarlos conforme a la Ley de Moisés (Deuteronomio 13, 5; 13, 13-18; 17, 2-5; 18, 9-22).

Elías, simplemente demandó que los profetas de Baal, recibieran el trato que ellos habían promovido, para los profetas de YEHOVAH DIOS.

Versos 41 al 44

Elías, sabía que una vez que la adoración oficial de Baal fuera derrotada, entonces el propósito de la sequía se había cumplido.

La lluvia estaba en camino. Ahora le tocaría hacer a cada uno lo que le correspondía, Elías oraría y Ajab comería.

Postura inusual de oración, por parte de Elías, no estaba arrodillando, no estaba sentado, no estaba de pie y no se postró completamente delante del Altísimo.

Muestra que el poder de la oración, vive en la Obediencia al YEHOVAH DIOS viviente.

Era una oración muy persistente, como si Elías no tomaría un “no” por respuesta, porque él tenía confianza en que la voluntad de YEHOVAH DIOS, era el enviar la lluvia.

Testarudamente promovió la voluntad de YEHOVAH DIOS, por medio de su oración persistente.

Palabra de Fe de parte de Elías hacia Ajab, basado en la observación de una nube, del tamaño de la palma de la mano de un hombre, sabía que un torrente estaba en camino.

Versos del 45 al 46

La Palabra de YEHOVAH DIOS a través de Elías fue probada cierta.

La larga sequía terminó y fue demostrado que las oraciones de Elías retuvieron la lluvia y subsecuentemente, trajeron la lluvia nuevamente.

Esto fue obviamente una fuerza sobrenatural para correr 22, 53 Km a campo traviesa.

No sabemos exactamente lo importante, que era para YEHOVAH DIOS que Elías alcanzara Jizreel primero.