Versos del 1 al 10
Praxis cristiana de la comunidad. La sana doctrina es inseparable de una sana praxis cristiana.
Un responsable eclesial “modelo de buena conducta” (vs 7), deberá exigir de su comunidad el mismo comportamiento. Esto es lo que recomienda el autor de la carta a Timoteo por boca de Pablo.
Son virtudes sencillas, domésticas, que hacen posible y armoniosa la convivencia de la comunidad como familia de Yehovah Dios.
Hay consejos específicos para todos y para todas, según su edad y condición.
Es interesante que el responsable trate con los jóvenes sólo a través de las ancianas, que tienen que ser “buenas maestras” (vs 3). ¿Ejercían algunas de ellas la función de catequistas? (vs 1, 9).
Una virtud, sin embargo, se exige a todos los grupos: la moderación, incluso a las ancianas, lo que nos lleva a pensar que la bebida era un peligro para todos.
El cristianismo, en definitiva, no ofrece una moral nueva, pero sí la revelación del poder que hace posible y del horizonte final que da sentido a “vivir en esta vida, con templanza, justicia y piedad” (vs 12).
Esto lo hace Pablo como la primera síntesis doctrinal de la carta, como fundamento de todas sus exhortaciones.
Versos del 11 al 15
La gracia de la salvación. Este poder es la gracia o favor de Yehovah Dios que se ha manifestado en la encarnación de su Hijo Yeshúa para la salvación de todos (1 Timoteo 2,4) y en su muerte para “rescatarnos de toda iniquidad” (vs 14; Salmo 130, 8; 1 Pedro 1, 18-19).
Y el horizonte final es la “manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y de nuestro salvador Yeshúa Ha Mashiaj” (vs 13).
Estas dos epifanías o manifestaciones de Yehovah Dios delimitan el arco entero de salvación, que la comunidad cristiana vive en la Fe y en Esperanza como pueblo escogido por Yehovah Dios.
Sin embargo, esta manifestación de la gracia de Yehovah Dios no es para poseerla en exclusividad, sino para proclamarla y testimoniarla a todos, siendo éste el deber y la razón de ser de la Ekklesía y de la autoridad de sus líderes responsables: “habla de esto, exhorta, y reprende con plena autoridad” (vs 15).
Sólo así, la Iglesia será servidora de la Palabra de Yehovah Dios y sacramento de la salvación universal.