Versos del 1 al 9
Se desprende de este pasaje, el joven que aspira a formarse como hombre sabio, en las relaciones con la mujer debe ser mucho más cauteloso que en cualquier otro tipo de relación.
En nuestro contexto actual, hay que hacer tanto énfasis en guiarse bajo la Palabra de YEHOVAH DIOS, que nos indica cual es el trato del varón y la mujer en la sociedad.
Educar a los niños y niñas en el respeto mutuo de acuerdo a la Palabra, es hacerlos crecer con la conciencia de la función para la cual YEHOVAH Dios los ha creado.
Con los derechos y responsabilidades y sobre todo, formar desde muy temprano la conciencia de aquella dignidad, que tanto él como ella tienen delante de YEHOVAH Dios y de los hombres.
Verso 10
Amigo de mucho tiempo. Un consejo de gran practicidad, no hay que hacer a un lado a los viejos amigos sólo porque en un determinado momento nos rodean otros nuevos.
Estos nuevos, recomienda Ben Sirá, deben ser aquilatados por el tiempo, así como al vino nuevo hay que dejarlo añejar para degustarlo mejor, también la amistad debe darse su tiempo para llegar a comprender si es conveniente o no hacerse amigo de alguien.
Podría sonar este consejo a una manera calculadora de entender las relaciones interpersonales, sin embargo, no está del todo desenfocado, la experiencia de la vida nos enseña que no todo el que nos sonríe ni nos toca el hombro, es nuestro amigo.
Lo que aquí se subraya es el sentido de la prudencia y de la sana libertad a la hora de elegir a nuestros amigos de acuerdo a lo que el fundamento de la Palabra que YEHOVAH DIOS establece.
Versos del 11 al 18
Sobre las relaciones con los demás. Aunque es muy válido estar atentos a la calidad de personas que conforman nuestro entorno social, siempre tendremos libertad para elegir a nuestros amigos.
No es cristiano excluir a nadie de nuestro entorno y si bien consideramos que alguien por su forma de ser, de pensar o de actuar no se ajusta a nuestros moldes sociales de pensamiento, ahí tenemos el gran desafío de confrontarlo evangélicamente, de hacerlo entrar en razón no con mucho discurso, sino con nuestro estilo de vida.