Mosqueteros de Yehovah

Sirácides Capítulo 34

Versos del 1 al 8

Sueños. Uno de los fenómenos con características de enigma que siempre ha impresionado al hombre son sus sueños, sobre ellos se ha dicho mucho y se ha escrito también demasiado, desde lo más serio hasta lo más ridículo.

Sin embargo, nadie ha podido decir la última palabra sobre este fenómeno tan natural. Ben Sirá aconseja prestarle atención sólo a los que vienen como aviso del Altísimo (vs 6).

Pero como es tan difícil, si no imposible, saber exactamente cuándo son eso, lo mejor y más sano es no detenerse en ellos ni para bien ni para mal, ni mucho menos darle crédito a tanto charlatán que se aprovecha de la ingenuidad de la gente, para llenar sus bolsillos haciendo ridículas interpretaciones.

Más vale aprovechar lo que dice el mismo Ben Sirá: cumplir la Ley sin falta (vs 8) ya que ello exige al menos sinceridad y da mejores frutos.

Versos del 9 al 12

Viajes. No sólo viajando, sino además leyendo, instruyéndonos cada día más, aprovechando tantos medios que tenemos hoy a nuestro alcance para conocer más y más al mundo y al hombre en sus miles de formas de expresar su pensamiento, sus ideales, sus proyectos y sueños.

Eso también, aparte de ponernos en comunión con el resto de la humanidad, ayuda a mejorar nuestras relaciones y nos libra de muchos peligros tales como la pérdida de identidad personal y cultural.

Versos del 13 al 17

Temor de Dios. El verdadero temor o respeto al YEHOVAH DIOS es aquel que se traduce en esperanza y confianza en Él.

La posición del hombre frente a YEHOVAH DIOS no es la de un competidor, nosotros somos sus hijos y ÉL es nuestro Padre, pero sobre todo un Padre que protege y que no abandona.

Versos del 18 al 26

La religión cuando se practica sin relación con la obediencia a la Ley de YEHOVAH DIOS: de nada vale y para nada aprovecha.

Es muy interesante cómo la preocupación por la justicia queda aquí en estrecha relación con el quinto mandamiento que prohíbe matar.

Según Ben Sirá, es un homicida el que niega pan al empobrecido, y así mismo derrama sangre el que le quita el sustento (vs 21-22).

Además, Yeshúa pone también en este nivel el maltrato verbal al prójimo (Mateo 5, 21-22).

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