Versos del 1 al 6
Proverbios varios. Con estos proverbios se concluye el tema anterior.
El conocimiento de la Ley y, en general, el conocimiento de la Palabra del YEHOVAH DIOS, habilita al hombre para una vida libre de desgracias.
Es decir, para una vida feliz, en cambio, desconocerla o despreciarla es caminar en tinieblas o como barco a la deriva.
Vivir en la verdad es consecuencia del conocimiento de la Palabra de YEHOVAH DIOS y ya sabemos que la verdad nos hace libres (Juan 8, 32).
Versos del 7 al 15
Oposiciones. Encontramos una reflexión basada en la observación directa del orden cósmico.
Ben Sirá ha resaltado a lo largo de su obra la existencia de unos pares antagónicos de personas: el bueno y el pecador, el sabio y el necio, el rico y el pobre, aquí amplía ese dualismo enmarcándolo en el orden natural.
Hay días santos y días simplemente numerarios (esto según el calendario judío); frente al mal está el bien; frente a la vida, la muerte; frente al malvado, el justo; frente a la luz, las tinieblas (vs 14).
Ahora, lo complicado es su doctrina sobre la procedencia del bien y del mal, de la bendición y de la maldición, de la exaltación y de la humillación, provienen de la misma fuente.
Para Ben Sirá, todos los hombres somos piezas de barro en manos del Creador (vs 10), hechos a su imagen y semejanza Génesis 1, 26-27.
Venimos de la mano del Alfarero que a unos los bendice y exalta, a unos los consagra y acerca a sí, mientras que a otros los maldice y humilla y arroja de su presencia, si no se ajustan a las ordenanzas escritas en Su Palabra (vs 12).
Porque en Deuteronomio establece que el destino del hombre está basado en lo que escoge el bien y la vida para él y su descendencia o el mal y la muerte para él y su descendencia.
Dios es soberano, Señor absoluto de la vida, que ha dado al hombre libertad para decidir vivir en Bendición y en Amor.
Cuando el hombre ha usado esa libertad en fidelidad a su Creador, sus obras y toda su vida han trasparentado la vida de Su Creador.
Pero cuando ha abusado de esa libertad, sus obras reflejan exactamente lo que no es Dios, ni lo que es el hombre en el proyecto de Dios.
Dios se opone y rechaza toda injusticia, ahí está la Escritura, ahí está Jesús, ¡Debemos escucharlos!.
Versos del 16 al 19
El autor. Ben Sirá se compara a sí mismo con el que va rebuscando detrás del vendimiador, es decir, recogiendo lo que va dejando el cosechero, para decir que ha dedicado su vida entera al estudio y a la profundización de las tradiciones de su pueblo.
Al final de su vida puede decirlo como uno de sus grandes logros, la experiencia adquirida y la sabiduría acumulada, no son para sí mismo, ellas tienen sentido, lo mismo que sus infatigables esfuerzos, en tanto que sirven a los otros, a la generación venidera.
La sabiduría, y en general todo cuanto de bueno y valioso puede cultivar el espíritu humano, tienen su verdadero valor en cuanto están al servicio de los demás.
Versos del 20 al 24
Testamentos. Según estos versos, reputación, autonomía e independencia caminan juntos.
Esta enseñanza obedece al temor de llegar al extremo de tener que someterse al servicio de alguien como esclavo, extremo al cual se llega con mucha facilidad.
Previene al futuro sabio para que no caiga en situaciones de dependencia económica, ni siquiera ceder su posición como la cabeza del hogar.
También eso iba en contra de la reputación de un verdadero patriarca o “paterfamilia”, como se lo denominó a la época del imperio romano.
Versos del 25 al 32
El siervo bueno y fiel será exaltado, el malo e infiel corregido y humillado.
Quien demuestra audacia en desarrollar los intereses de su cabeza, pronto será promovido y quien continuamente se para en contra de su cabeza será degradado.
Bíblicamente el poder de todos los que estamos en una posición de sujeción, radica en el anhelo de desarrollar los intereses de su cabeza inmediata.