Este salmo tiene por título, “Salmo de Asaf. El autor”, Asaf, era el gran cantor y músico de la era de David y Salomón (1 Crónicas 15, 17-19; 16, 5-7; 25, 6; 2 Crónicas 29, 13).
1 Crónicas 25, 1 y 2 Crónicas 29, 30 añaden que Asaf era un profeta durante sus composiciones musicales.
Nos lleva en algunas palabras detrás y más allá de nuestros errores presentes, para retratar la jurisdicción sin límites de YEHOVAH DIOS, su delegación de poder, su diagnóstico de nuestra condición y de sus intenciones drásticas.
Versos del 1 al 2
YEHOVAH DIOS cuestiona a los jueces injustos, Asaf nos da la imagen de YEHOVAH DIOS en medio de los dioses, en posición de autoridad.
YEHOVAH DIOS, al estar parado en medio de los dioses es para traer juicio en medio de ellos.
La palabra dioses aquí es “Elohim”, el plural para la palabra genérica para DIOS en Hebreo.
La idea de YEHOVAH DIOS juzgando dioses ha llevado muchas sugerencias en cuanto a la identidad de “Elohim”, estos dioses.
Elohim es a menudo utilizado para describir al DIOS verdadero, YEHOVAH, está en el plural para describir tanto la majestad de Su persona, y para ser un indicio de su naturaleza trina como DIOS, al ser Un DIOS en Tres Personas.
También, Elohim en ocasiones es utilizado como el plural de deidades paganas, los dioses falsos de las naciones, es en ocasiones utilizadas para referirse a seres angelicales.
Elohim aquí es mejor tomado como una referencia de los jueces humanos, quienes están en el lugar de DIOS en su habilidad de determinar el destino de otros.
Mientras YEHOVAH DIOS reúne esta asamblea de jueces, no lo hizo para complementarles o darles honor.
Él lo hizo para confrontarles por haber juzgado injustamente y por ser parciales con los impíos, esta confrontación muestra que YEHOVAH DIOS mismo es juez en la Suprema Corte definitiva.
YEHOVAH DIOS llama a los jueces de la tierra hacia un juicio especial, es digno de una sobria reflexión.
Versos del 3 al 4
YEHOVAH DIOS ordena a los jueces injustos, la instrucción de YEHOVAH DIOS hacia los jueces de esta tierra para hacer su deber es defender a aquellos que a menudo son tratados injustamente.
En los días de Asaf, el débil y el huérfano eran a menudo blancos de tratos injustos, era la tarea de los jueces el defenderles, hacer justicia al afligido y al menesteroso.
Una característica de los impíos es que ellos cazan sobre el afligido y menesteroso, es el deber divinamente dirigido de los jueces de librar a los vulnerables de aquellos que puedan oprimirlos.
Verso 5
YEHOVAH DIOS expone la debilidad de los jueces injustos, esto debiera ser mejor entendido como una referencia hacia los mismos jueces injustos.
A pesar de su alta posición y su gran opinión de sí mismos, ellos a menudo son ignorantes y sobreestiman con facilidad su propio entendimiento.
Cuando los jueces andan en tinieblas en su orgullo arrogante, las vidas de las personas son inciertas e inestables, como si el suelo que debiera de estar firme bajo sus pies estuviera temblando.
Versos del 6 al 7
YEHOVAH DIOS pronuncia juicio sobre los jueces injustos.
Estos jueces humanos estaban en el lugar de los dioses, por encima de las otras personas, tenían la oportunidad y la autoridad de cambiar la vida de las personas con una palabra o quizás en otras ocasiones en terminar una vida.
Mientras sigue hablando aún con los jueces terrenales de Israel, YEHOVAH DIOS les recuerda que ellos y todos de la humanidad, son hijos del Altísimo.
Esto es verdad en el sentido de que cada ser humano es hecho a la imagen de DIOS y puede ser tenido como de los hijos de DIOS (Hechos 17, 28-29).
Los jueces injustos de Israel necesitaban recordar que otros eran más grandes que lo que los jueces pensaban y que ellos mismos eran menos de lo que pensaban.
Ellos eran como dioses solamente en un sentido simbólico, ellos mismos morirían como hombres y enfrentarían el juicio delante del Juez de toda la tierra.
Verso 8
Una oración para que YEHOVAH DIOS ejercite Su perfecto juicio, Asaf cerró el Salmo con un ruego hacia YEHOVAH DIOS para tomar Su lugar como el Juez definitivo.
Los jueces injustos de Israel tenían su propia área de autoridad, pero la autoridad del Altísimo es sobre toda la tierra.
Esta es la grandeza del Gran Juez, los jueces terrenales tienen su propia grandeza, pero no es nada comparada con la del Gran Juez.
Esta herencia finalmente le pertenece a Yeshúa Ha Mashiaj.