Mosqueteros de Yehovah

Salmos Capítulo 73

Este maravilloso Salmo pudiera ser entendido de una mejor manera por los pronombres dominantes dentro del mismo Salmo.

Cuando Asaf está turbado por el destino de los impíos (versos del 1-12) el pronombre dominante es “ellos”.

Él describe su propio pensamiento frustrado llevándole hacia una resolución (versos del 13-17) el pronombre dominante es “yo”.

Cuando él halla la resolución del problema (versos del 18-22) el pronombre dominante es “Tú”, en el sentido de YEHOVAH DIOS.

Proclama la seguridad de su fe y compañerismo con YEHOVAH DIOS (versos del 23-28) el pronombre dominante es una mezcla de “Tú” y “yo”.

Versos del 1 al 3

La contradicción entre la bondad de YEHOVAH y la prosperidad de los impíos.

Asaf comenzó este salmo con una simple declaración de la bondad de YEHOVAH DIOS para con Su pueblo.

Con esto él indicó que entendía que no solamente DIOS era bueno, sino que ÉL de una manera activa mostraba su bondad para con Israel y para con los limpios de corazón.

Asaf era un organizador y líder para el coro del Templo en los días de David y presuntamente después con Salomón, fue aquel que profetizó de acuerdo a la orden del rey (1 Crónicas 25, 1-2).

Asaf sabía que lo que él había dicho acerca de YEHOVAH DIOS en el primer verso era verdad, pero había otra verdad la cual le molestaba en gran manera, esto por poco le hizo resbalar, hizo que sus pasos casi resbalaran.

Esta era la segunda verdad la cual parecía contrastar con lo que Asaf conocía de YEHOVAH DIOS, declarado en el primer versículo.

Él sabía que YEHOVAH DIOS era bueno para con Israel y para con los limpios de corazón, pero parecía que DIOS también era bueno con los arrogantes y con los impíos.

Esto le parecía muy injusto a Asaf y esto hizo que por poco tropezara y cayera.

Versos del 4 al 9

La buena vida de los impíos.

Quizás Asaf había visto a algunos de los impíos morir agonizando y en muertes dolorosas, pero también vio a bastantes impíos morir en Paz para hacerle decir, “no tienen sufrimientos ni si quiera en la hora de la muerte”.

Asaf desarrolló su argumento aún más allá, no solamente se les remunera equitativamente a los impíos, así como a los justos, sino que pareciera que son bendecidos más que los de limpio corazón.

Sus vidas parecen tener menos trabajos y no son azotados como el hombre promedio.

En el análisis de Asaf, ya que YEHOVAH DIOS no castigaba a los inicuos que debiera de hacerlo, éstos simplemente se hicieron más impíos y aún llevaban su soberbia como una prominente corona.

Por lo tanto, se hicieron más violentos, avaros, probablemente blasfemarían y se burlarían más.

Versos del 10 al 14

Las dudas del piadoso, este impío tiene asociados que son como él y éstos toman y toman, así como hace éste con aguas en abundancia extraídas para ellos.

En los versos anteriores Asaf nos dijo que los impíos colocan sus bocas en contra del cielo, nos dice lo que los impíos y sus asociados dicen en contra del cielo.

Ellos dicen que YEHOVAH DIOS es ciego o ignorante, por tanto, pueden hacer lo que quieran ya que DIOS no es capaz de hacer nada en contra de ellos.

En su frustración Asaf vio la vida de los impíos como la buena vida, siempre están sin ser turbados y siempre alcanzaron riquezas.

Son recompensados por su iniquidad, por un YEHOVAH que parece ser ignorante de la manera que dicen los impíos que lo es.

La frustración siguió creciendo en Asaf, sentía que fue en vano para él mantenerse puro en el corazón, vano para él haber lavado sus manos delante de DIOS, vano para él ser inocente.

Asaf sentía que su vida era más difícil que la vida del impío, mientras que el impío disfrutaba de toda su riqueza, descanso y soberbia, Asaf debía de soportar el ser azotado, castigado, tenía que soportarlo todo el día y todas las mañanas.

El ser azotado es malo, pero alguno podría asignarle un azote hacia alguna causa anónima y natural.

El ser castigado es aún peor, porque implica que DIOS mismo estaba afligiendo a Asaf con las dificultades.

YEHOVAH DIOS se presenta fácil para con el impío y duro para con Asaf, como debiéramos de esperar de un derramamiento poético, Asaf estaba exagerando.

La vida de los impíos no era tan buena como él la observaba, ni era su vida tan mala como sentía ser.

Pero uno no puede negar ni contradecir el sentimiento que llevó a Asaf a realizar este salmo y nos podríamos aun identificar de una fuerte manera con ese sentimiento.

Versos del 15 al 17

El poder de una nueva perspectiva, Asaf se vio atrapado en deslizarse más allá hacia la desesperación sobre la prosperidad percibida de los impíos.

Él no quería engañar la generación de tus hijos, en el sentido que no quería promover este sentido de injusticia y desesperación que él sentía.

Asaf fue envuelto en una trampa, no podía negar la evidencia que decía que el impío e inicuo a menudo tenían buenas vidas.

No podía negar que su propia vida era a menudo difícil, haciéndole sentir azotado y castigado por DIOS, sentía que era cierto, que no podía hablar de ello porque sería un engaño para los demás, por lo tanto, todo esto fue duro trabajo para él.

La crisis parecía crecer y crecer para Asaf, hasta que fue a la Casa del Señor, allí obtuvo una perspectiva sobre su problema la cual él anteriormente no tenía.

Pudo ser capaz de ver las cosas desde un punto de vista eterno y después comprendió el fin de ellos.

Versos del 18 al 20

El lugar inseguro de los impíos.

Esta es la parte de la comprensión la cual obtuvo Asaf en la Casa del Señor, entendió que el descanso y seguridad de los impíos era en realidad solamente una ilusión y estaban puestos en deslizaderos, listos para caer en cualquier momento.

Anteriormente en el salmo Asaf se preocupó de que sus pies casi resbalaban (verso 2), ahora, con la perspectiva obtenida de la Casa del Señor, ve que los impíos son los que están en el deslizaderos.

Asaf únicamente pudo entender esto desde una perspectiva eterna la cual llegó a él en la Casa del Señor.

En la vida diaria, él únicamente podía ver lo que obraba bien para los impíos, con la perspectiva eterna vio los asolamientos, terrores y destrucción de los impíos.

Con una perspectiva eterna obtenida en la Casa de YEHOVAH DIOS, Asaf entendió que la buena vida de los impíos era en realidad tan frágil como un sueño y que ellos pronto despertarían a la realidad de la destrucción, de los asolamientos y de los terrores, como porción de ellos.

Asaf admitió que parecía como si DIOS estuviera dormido ya que no siempre podía ver Su mano activa en el juicio en contra de los impíos.

Utilizando esta idea, Asaf sabía que DIOS no dormiría por siempre en Su paciencia hacia los inicuos que un día ÉL despertará y les juzgará, menospreciará su apariencia.

Versos del 21 al 24

Confesando necedad y recibiendo dirección, Asaf confesó delante del Señor su falta pecaminosa de entendimiento antes de que llegara a la Casa del Señor.

Se sintió como un torpe en cuanto a que hubiera olvidado las obvias verdades de la eternidad y de la justicia de DIOS.

Asaf correctamente observó que los animales parecían no tener un concepto de la eternidad, éstos viven su vida por placeres momentáneos, satisfaciendo las urgencias naturales.

Cuando Asaf se olvidó acerca de la eternidad, era en realidad como una bestia delante de DIOS.

Aquí Asaf declaró tanto que estaba con YEHOVAH DIOS y que el Creador estaba con él.

No era suficiente para Asaf el saber que DIOS estaba con él, también debía de confesar que él estaba con DIOS.

Con la nueva perspectiva obtenida en la Casa del Señor Asaf sabía que DIOS le guiaría en esta vida y que finalmente le recibiría en gloria.

De manera significativa, Asaf esperaba que DIOS le guiara con consejo, esperaba escuchar la sabiduría de DIOS y recibir dirección a través de ello.

Él no esperaba en ser guiado primordialmente por sentimientos, o circunstancias, o experiencias, sino guiado a través del consejo.

Versos del 25 al 28

La Gloria de una esperanza celestial, “¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti?” Esta es una hermosa expresión de un corazón que desea a YEHOVAH DIOS y a la eternidad.

De manera intelectual Asaf probablemente entendía que había mucho para él en el cielo, hay ángeles, moradas, calles de oro y el compañerismo del pueblo de DIOS de todas las generaciones.

Sin embargo, todo eso empalidece a la luz de la presencia de YEHOVAH DIOS.

Para Asaf, el Señor no era únicamente una esperanza celestial, sino un deseo terrenal también, el Altísimo era tanto su heredad en el cielo como su deseo terrenal.

Asaf reconoció tanto su debilidad y la fortaleza de YEHOVAH DIOS y el carácter permanente de la fuerza de YEHOVAH DIOS.

Ya no tiene más dudas sobre el destino de los impíos, con la perspectiva eterna obtenida en la Casa del Señor él entiende que ellos perecerán.

Es asombroso ver que tan bien la visita de Asaf a la Casa del Señor le hizo para él, le dio entendimiento y una perspectiva eterna.

Él tenía una pasión para contar todas las obras de YEHOVAH DIOS.

Se convertiría en un mensajero de la bondad de YEHOVAH DIOS y de la perspectiva eterna que él obtuvo en la Casa del Señor.

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