Este Salmo tiene por título, “Al músico principal. Salmo de David”.
Como muchos de los Salmos de David, se trata de una crisis que le hizo clamar a DIOS, es imposible el conectarlo con un evento específico de la vida de David con certeza.
Versos del 2 al 5
Las palabras que son armas de parte de los impíos.
David quiso decir que su meditación era articulada con su voz, para que YEHOVAH DIOS pudiera escucharlo o que DIOS escucharía su expresión silenciosa de su corazón al ser esta su voz.
De cualquier manera, como en muchos Salmos, David clamó a YEHOVAH DIOS por ayuda.
La palabra “temor” es comúnmente traducida a “pavor” y habla de algo más grande que el temor normal en la batalla.
David conocía la herida que podía ocasionar este tipo de temor y oró para que pudiera ser guardado de ello.
Sabía que había enemigos peligrosos conspirando para destruirle, se sentía impotente como para detenerles, así que oró.
El consejo secreto en contra de David consistía en palabras y mentiras en su contra, todo esto empujando hacia su destrucción y muerte.
Este no era el caso de sencillas palabras las cuales no implicaban algún daño, era una conspiración activa para matar.
David sabía que sus enemigos disparaban esa palabra amarga en forma de saetas en contra de él y cuando lo hacían no les molestaba en lo más mínimo, ellos no temían ni a David, ni a YEHOVAH DIOS.
Este salmo enfatiza la naturaleza distorsionada de los enemigos de David, utilizaban consejo secreto, asaeteaban a escondidas, actuaban como la antigua versión de los francotiradores.
No podía ver, ni confrontar a su enemigo mano a mano, era una gran preocupación, el ser atacado por una flecha que nunca vio venir.
Los enemigos de David no utilizan saetas literales, pero le atacaban en lo secreto, sin el coraje de decir las cosas de frente, le disparaban como un francotirador dispara a un hombre que no tiene manera de defenderse a sí mismo.
Versos del 6 al 7
El consejo secreto de un asunto malvado.
Muchas personas habían conspirado en contra de él, planeando trampas secretas y lazos, sin temor delante de YEHOVAH DIOS o del hombre “¿Quién verá?”.
Ellos estaban orgullosos sobre su consejo inicuo, se jactaban en sus pecados, mostrando la negra profundidad de su pensamiento y su corazón.
Versos del 8 al 10
YEHOVAH DIOS responde con Su propia saeta.
Los hombres inicuos que se oponían a David actuaban como si ellos tuvieran todas las saetas, pero David sabía que YEHOVAH DIOS era su refugio y estaba bien armado, el Todopoderoso tiene una saeta de Su hechura y de repente serán sus plagas.
Los enemigos de David le disparaban como francotiradores, desde una posición alta y escondida, el amigo de David era DIOS, el cual está en una posición más elevada y escondida.
Ellos disparan sus palabras venenosas a David repentinamente, sin advertencia, el Justo Juez los tiene en Su mira, de “improvisto” de manera inesperada, sin ninguna advertencia, defiende a David.
Utilizaron sus mentiras y calumnias para atacar a David, pero YEHOVAH DIOS hallaría la manera para utilizar sus palabras para su ruina, tropezarían en la misma manera que esperaban en la cual David cayera.
David estaba confiado en que YEHOVAH DIOS utilizaría Sus tratos, en contra de estos hombres inicuos para enseñarle una lección a los demás, cuando veían a los conspiradores malvados heridos por el Altísimo, ellos aprenderían.
Previamente los inicuos preguntaron, “¿Quién descubrirá nuestros secretos?” (verso 7). La respuesta es, todos los descubrirán, porque YEHOVAH DIOS los utilizará para enseñar una lección a todos los hombres.
“Porque luego que hay juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia” (Isaías 26, 9).
Verso 11
Resolución para los justos.
El trato de YEHOVAH DIOS con los inicuos sería una lección para todos los hombres, pero esto sería una ocasión de alegría para los justos.
Ellos tenían una razón en especial para alegrarse en que YEHOVAH DIOS fue vindicado y en que Su siervo fue protegido.
No solamente traería alegría, sino que incrementaría la Fe, la respuesta fiel de YEHOVAH DIOS hacia la oración demostraría que ÉL es digno de confiar y edificará la Fe del Justo.