Este Salmo tiene por título, “Al Músico Principal, a Jedutún. Salmo de David”.
Al Músico Principal, algunos piensan que es el mismo Señor YEHOVAH DIOS y otros suponen que es un líder de coros o músicos de los tiempos de David, tales como Hemán el Cantor o Asaf (1 Crónicas 6, 16; 16, 7; 25, 6).
Jedutún, mencionado también en títulos de los Salmo 62 y 7, era uno de los músicos señalados por David para dirigir a Israel en una adoración pública (1 Crónicas 16, 41; 25, 1-3).
Este es un Salmo de David, aunque no se puede hacer una conexión a algún punto específico de su vida, es posible que fue en los años de su vejez, en sus últimos años de vida.
Versos del 2 al 4
La silenciosa agonía de David comenzó este Salmo, pidiendo la ayuda de YEHOVAH DIOS para no hablar neciamente o de manera pecaminosa por el impío que estaba delante de él.
A David le fue fácil hablar de una manera sabia, pronto sintió la presión cuando un intenso sentimiento es mantenido en silencio.
En esta ocasión el silencio no era algo preciado para David, le trajo tristeza y agitación interna “se encendió fuego”.
La metáfora “ardía por dentro el corazón” y “atizaba el fuego” expresa ira (Deuteronomio 19, 6; Jeremías 51, 39; Ezequiel 36, 5), mientras más reflexionaba en su situación, más se exasperaba.
Versos del 5 al 7
El silencio de David fue quebrantado de la mejor manera, por una oración humilde hacia YEHOVAH DIOS, no hablaría de sus temores delante de los impíos, pero los derramaría delante de su Dueño.
Aquí David le pidió a YEHOVAH DIOS sabiduría, específicamente la sabiduría de conocer lo corto y frágil de su vida “para que sepa lo frágil que soy”.
David era un campeón, un guerrero consumado de las fuerzas especiales, un líder, una celebridad, un poeta con mucha habilidad, un genio en la música, un sobreviviente y un rey.
Si alguien pudiera haber tenido mucha estima de sí mismo, David tenía el derecho de hacerlo, pero entendió que como todo hombre, es completa vanidad, un vapor, humo o un soplo.
Suena muy parecido al Libro de Eclesiastés, escrito posteriormente y David piensa sobre la masa de humanidad que vivía ignorando lo corta y frágil que es la vida.
· Cada uno de ellos anda, pero como una sombra, viviendo la vida sin sustancia.
· Se afanan, pero en vano, al estar ciego a las cosas eternas.
· Cada uno de ellos trabaja duro y amontona riquezas, pero no piensa más allá de su propia vida corta y frágil.
Versos del 8 al 12
Confiando en YEHOVAH DIOS en una temporada de corrección por el pecado.
Al percibir lo corta y frágil de la vida hizo que David pusiera su expectativa y esperanza sobre YEHOVAH y no sobre sí mismo.
En una posición justa y de compañerismo con el DIOS Viviente, David podía entender y prepararse para la vida más allá de la vida.
Miró hacia YEHOVAH DIOS y no hacia sí mismo, por la liberación del pecado, sabía, así como el Apóstol Pablo declararía después, que el enfoque debe de estar en el Justo Juez y no en uno mismo (Romanos 7, 24-8, 39).
Aprendemos que David oró en una temporada de gran debilidad y con el sentido que estaba bajo una dolorosa corrección de parte de YEHOVAH DIOS.
Exitosamente evitó el hablar palabras de justificación propia, derramó su corazón hacia el Altísimo, también oró por alivio de su aflicción.
Aprendemos que el gran sentido de David sobre lo corto y frágil de la vida viene bajo un profundo y doloroso sentido de la corrección de YEHOVAH DIOS.
Se puede suponer que esta era una de las razones por la que DIOS envió Su corrección hacia David, el darle el hambre, así como oración y la bendición de esta sabiduría.
Versos del 13 al 14
Una humilde oración por un favor restaurado y una fortaleza recuperada.
David apeló a YEHOVAH, el DIOS de Pacto de Israel, pidiendo que respondiera con misericordia sobre David en su sentido de separación del Altísimo.
No solamente era Israelita de nacimiento, sino el rey de Israel, si alguien tenía el derecho de reclamar la ciudadanía era él, pero entendió que su verdadero hogar estaba en el cielo y no sobre esta tierra.
De manera significativa David no dijo que era un extranjero de DIOS sino un extranjero con DIOS, era un forastero, pero no estaba solo, eran forasteros juntos, en un mundo hostil.
Abraham primero se describió a sí mismo como un forastero y advenedizo, todos sus hijos, los que heredan la Fe, deben decir lo mismo, la Fe no puede hallar un hogar en este lado de las estrellas.
Si en verdad somos forasteros y advenedizos, entonces le sigue que:
· Es seguro que tenemos un hogar en alguna parte.
· No es de sorprenderse que en ocasiones deseamos estar en casa.
· Si somos extranjeros, entonces debemos de tratar a los demás bien.
· Jamás debemos de envidiar la porción de los pecadores.
· Qué fácil debe ser para un cristiano el morir.
Al conocer que su debilidad se debía a la pesada mano de YEHOVAH DIOS sobre él, David humildemente le pidió a YEHOVAH DIOS que no le mirara más con ojos de corrección.
El Salmo termina sin una resolución, pero está determinado a apelar y confiar en el Señor.