Este Salmo tiene por título, “Mictam de David”.
El título Mictam es comúnmente entendida como “dorado”, aunque otros piensan que está relacionada con una palabra que significa “cubrir”.
Este es un maravilloso salmo el cual relata cómo David encontró el secreto del contentamiento y gran gusto aun en tiempos preocupantes, también habla poderosamente de Yeshúa Ha Mashiaj y su obra por nosotros.
Versos del 2 al 3
David escribió este Salmo en un tiempo de tribulación, ya que pidió ser guardado y tomó confianza en aquel que no sería conmovido (Versos 8) y tuvo confianza en algún tipo de resurrección (Verso 10).
Aun así, el tono de este Salmo no es de desesperación o de queja, está asentado en la alegría. A pesar de sus problemas David tuvo una confianza que le impulsaba a alabar a YEHOVAH DIOS.
Este era un ruego muy poderoso, pues la confianza en YEHOVAH DIOS es el más grande honor que podemos hacerle, es el colocar una corona sobre su cabeza.
Era lo que el alma de David dijo a YEHOVAH DIOS, David alegremente dijo “YEHOVAH DIOS es mi amo (Señor)”.
David sabía hablar a su propia alma, Salmos 42, 6 y 43, 5 son otros ejemplos, es bueno el hablar a nuestra propia alma, que lo mejor de él, toda su bondad, no es nada fuera de YEHOVAH DIOS.
Proclamó en cuanto al pueblo de YEHOVAH DIOS en la tierra “y para los íntegros, es toda mi complacencia”. Se complacía en el pueblo de YEHOVAH DIOS, a pesar de todas sus fallas, escándalos y vergüenzas.
Versos del 4 al 6
David entendió que aquellos que servían a otros dioses encontrarían muchos dolores en la vida.
Sabía que su vida, vivida tras YEHOVAH DIOS, no era fácil, experimentó muchas dificultades debido a que permanecía fiel al Altísimo.
Sin embargo, también reconocía que la vida entregada a otro dios era más difícil, era la actitud de Pedro en Juan 6, 66-69 cuando dijo, “Señor, ¿a quién iremos?”.
David se permitió estudiar cómo la estupidez de las creencias paganas afectaban el comportamiento de sus enemigos, por lo tanto, no seguiría a los paganos en sus prácticas vanas.
Después de declarar que no había nada que hallar en los dioses paganos, David explicó el bien que recibía de YEHOVAH DIOS.
Él era el hijo menor de una familia con muchos hijos, pudo esperar nada de herencia de su familia, pero encontró gozo y consuelo en el hecho de que YEHOVAH DIOS era la porción de su herencia.
David sabía que su herencia era hermosa, “las cuerdas que marcaban su herencia cayeron en lugares deleitosos”.
YEHOVAH DIOS dijo a los sacerdotes en los tiempos de Moisés “Yo soy tu parte y tu heredad” (Números 18, 20).
David entendió que esta era una promesa que no solamente fue dada a los sacerdotes, sino para todos aquellos que confiaban en YEHOVAH DIOS como “su porción y su heredad”.
Cada hombre piadoso tiene la misma posesión y las mismas prohibiciones que tenían los sacerdotes.
Así como los sacerdotes, el hombre piadoso tampoco tiene tierras y en lugar de bienes inmuebles tienen a YEHOVAH DIOS. David estaba confiado de que el Altísimo sustentaría lo que ÉL le había dado.
Versos del 7 al 8
Los dioses falsos de las naciones jamás dieron consejo de la manera que el Señor ofreció a David, cuando necesitaba dirección, YEHOVAH DIOS se lo daba y por lo tanto, alababa al Todopoderoso.
Esto era debido a que la consciencia de David fue instruida primero por YEHOVAH DIOS y Su Palabra, por lo tanto, podía también instruirle en los caminos de Salvación.
Este es un ejemplo de los beneficios que vienen de la transformación de la manera de pensar que se menciona Romanos 12, 1-2.
Habla de la decisión que hizo David de colocar a YEHOVAH DIOS en primer lugar en su vida, se determinó que el Altísimo siempre sería su enfoque, su perspectiva.
El sencillo resultado de la decisión de David de colocar a YEHOVAH DIOS primero, era una posición de seguridad en su vida, la cual no encontraba otra manera de existir.
Versos del 9 al 11
David continuó describiendo los beneficios de su decisión de colocar al Señor siempre antes que a él (Verso 8), decisión que trajo gusto y gloria a su vida.
Otro beneficio de poner al Señor siempre antes que a él, era la confianza en el cuidado y bendición de YEHOVAH DIOS más allá de la vida.
David tenía una esperanza fija, una confianza, no meramente un simple deseo de que el Todopoderoso no dejaría su alma en la tumba (Seol), sino que su vida continuaría en la presencia de YEHOVAH DIOS.
De manera maravillosa y quizás sin saberlo, David habló más allá de sí mismo. En un sentido era en si el santo de YEHOVAH DIOS, cuya alma no sería dejada en la tumba.
Pero en un sentido más grande y en un sentido literal, Yeshúa Ha Mashiaj cumple esto en su resurrección.
Con estas palabras David parecía entender los beneficios de esta existencia comprometida hacia YEHOVAH DIOS, la cual recibió tanto en esta vida como en la por venir.
La senda de la vida es algo disfrutado por el creyente, tanto ahora y en la eternidad. YEHOVAH DIOS nos da vida eterna para disfrutarla como un presente, extendiéndose hacia la eternidad.
David tenía una entera seguridad de que su vida con YEHOVAH DIOS, tanto ahora como para siempre, estaría marcada por la mayor y mejor de las delicias.
La existencia está por encima de los huecos, entretenimientos y emociones.
La conclusión de este Salmo es especialmente maravillosa, cuando consideramos cómo comenzó el refugiado del verso 2 encuentra una herencia y su herencia va más allá de todo lo imaginable y explorable.
Recordamos que esta vida de gusto, regocijo y plenitud de gozo, no es una vida libre de problemas, es vida que podría ser retada y enfrentar ataques en muchos niveles.
Sin embargo, en una vida comprometida con YEHOVAH DIOS, se ha hecho y se disfruta, es una vida segura, feliz y bendecida.