Este magnífico salmo se titula, “Al jefe de los músicos. Un salmo de David”.
No nos sorprende que un salmo tan significativo venga de la pluma de David, quien era “el más dulce salmista de Israel” (2 Samuel 23, 1).
El jefe de los músicos algunos piensan que podría tratarse del Señor YEHOVAH DIOS mismo y otros suponen que podría ser el líder de un coro en los tiempos de David, tal y como Heman el cantante o Asaf (1 Crónicas 6, 16; 16, 7; 25, 6).
Versos del 1 al 6
“La grandeza de DIOS toca mi vida, el DIOS omnisciente me conoce”.
David ora a YEHOVAH DIOS, entendiendo que tiene un conocimiento personal de ÉL.
Los paganos comúnmente pensaban que los dioses eran hostiles o indiferentes a los hombres y las mujeres, David sabía que al verdadero DIOS le importaba examinar y conocer a cada hombre y a cada mujer.
· No es solo que YEHOVAH DIOS lo sepa todo, sino que me conoce.
· No es solo que YEHOVAH DIOS esté en todos lados, ÉL está en todos lados conmigo.
· No es solo que YEHOVAH DIOS lo haya creado todo, ÉL me creó a mí.
David utiliza esta frase proverbial para decir que YEHOVAH DIOS lo conocía todo acerca de él, incluso las cosas más pequeñas del día a día.
Mientras Yeshúa diría más tarde, que DIOS conoce el número de cabellos que hay en nuestra cabeza (Mateo 10, 30).
YEHOVAH DIOS no solo conoce hasta los aspectos más pequeños de la vida diaria de David, ÉL también conoce sus pensamientos.
El Altísimo conoce nuestras palabras antes de que las digamos y no hay nada de nosotros que esté oculto ante el DIOS que lo sabe todo.
Tal y como David escribió, “todos mis caminos te son conocidos”.
El sentido normal de una cobertura en la Biblia es el de una barrera protectora. YEHOVAH DIOS rodeó a David por todos lados, de manera que nada pudiera llegar a él, a menos que primero obtuviera el permiso del Altísimo.
Lo que fue cierto para David es verdad para todos los que confían en el Señor.
Al igual que con la protección mencionada en la línea anterior, esta era una expresión del Amor y del cuidado de YEHOVAH DIOS a David, no era la mano de la opresión, sino la mano de la Gracia.
David entendía que YEHOVAH DIOS lo conocía mucho mejor de lo que él se conocía a sí mismo, este es un lugar maravilloso y humilde en el que estar.
A veces rechazamos lo que YEHOVAH DIOS y Su Palabra dicen acerca de nosotros y de nuestra condición, debemos reconocer que ÉL nos conoce mejor de lo que nosotros nos conocemos a nosotros mismos.
Versos del 7 al 12
“El Omnipresente YEHOVAH DIOS que siempre está conmigo”.
David considera que YEHOVAH DIOS está presente en todos lados y que no hay rincón ni dimensión del universo que esté oculta a ÉL.
El cielo no es lo suficientemente alto, ni el infierno está lo suficientemente profundo, DIOS está en todos lados.
David probablemente no tenía un profundo entendimiento de la teología de la Trinidad, pero a través de la inspiración de YEHOVAH DIOS, él habló del Espíritu de DIOS como un aspecto esencial de Su ser y de Su Presencia.
David no está describiendo lo que normalmente nosotros llamamos infierno, aquí “tinieblas” (Seol), Gehenna (Mateo 10, 28; 18, 9), el lago de fuego (Apocalipsis 20, 14-15).
La palabra hebrea aquí es “seol”, la cual normalmente tiene el sentido del “sepulcro” o por implicación la “siguiente vida”.
Esto bien podría referirse al esparcimiento y la velocidad de la luz ,mientras llena el cielo de la mañana desde el este hasta el oeste, la luz misma no puede sobrepasar la presencia y el conocimiento de DIOS.
David estaba tan seguro de la constante presencia de la mano de amor del Señor y de su cuidado que ni siquiera la muerte o el sepulcro lo podían separar del Amor de DIOS, tal y como Pablo escribiría después en Romanos 8, 38-39.
De hecho, la diestra de YEHOVAH DIOS, Su mano hábil y de combate, sostendría a David sin importar que es lo que viniera.
La constante Presencia de YEHOVAH DIOS con David era una constante luz en medio de la oscuridad, como el pilar de fuego que iluminaba a Israel en el desierto (Éxodo 13, 21), de manera que con la presencia del Justo Juez aun la noche resplandecerá.
Versos del 13 al 16
El DIOS Eterno me formó, el DIOS de todo el conocimiento y constante presencia tiene el cuidado y la preocupación de personalmente formar al niño en el vientre de su madre.
Habla del hecho de que YEHOVAH conoció a David desde antes de su nacimiento, como un niño que estaba siendo desarrollado y creciendo en el vientre.
David, el hijo de Isaí fue un hombre notable, fue un pastor, un soldado de las fuerzas especiales, un héroe, un poeta y un rey. En cierta manera, él está agregando el de científico a sus logros.
Con la mente de un biólogo entrenado, pero con las habilidades de un poeta, David declara que él fue formidable y maravillosamente hecho.
Las obras del cuerpo humano son impresionantes en su diseño y ejecución. Sabemos mucho más de lo que David alguna vez supo de cómo somos formados y debería llenarnos de mucho más asombro y alabanza que la que David llegó a tener.
Aquí David usa la frase “lo más profundo de la tierra” para referirse a cualquier lugar misterioso y no visto.
El proceso de la formación de un bebe en el vientre de su madre es tan poco visto y tan misterioso como lo son las partes más profundas de la tierra.
Lo que David y otros no podían ver, YEHOVAH DIOS podía verlo perfectamente, esta es otra demostración de su perfecto conocimiento y cuidado.
El perfecto conocimiento de YEHOVAH DIOS no solo se extiende al pasado, antes de que David naciera, también se extiende al futuro, el Altísimo conocía los días de David como si hubieran sido escritos en un libro.
Versos del 17 al 18
Nuestra respuesta a la grandeza de YEHOVAH DIOS, la preciosa naturaleza de los pensamientos que YEHOVAH DIOS tiene de mí.
Considerando como YEHOVAH DIOS lo conocía y lo cuidaba llenaba a David con asombro y adoración.
Es precioso que el Todopoderoso si quiera piense en nosotros, es mucho más que precioso que piense bien de nosotros y que lo haga tan seguido.
David utiliza una poderosa imagen para ilustrar que tan seguido YEHOVAH DIOS piensa en nosotros.
Nos imaginamos parados en una playa preguntándonos que tantos granos de arena llenan la playa, los pensamientos que el Altísimo tiene sobre nosotros se multiplican más que la arena.
De día o de noche, David pensaba en YEHOVAH DIOS porque él conocía la grandeza de los pensamientos que el Altísimo tenía de él.
Al inicio del día, la maravillosa Presencia de YEHOVAH DIOS aún estaba con él.
Versos del 19 al 22
Anhelando la justicia y la rectitud. David abruptamente cambia de un espíritu de estar maravillado y de adoración, a una intensa oración en contra de los impíos y los sanguinarios.
No era primordialmente porque estos hombres se opusieran a David, sino porque se oponían a YEHOVAH DIOS, “arman maquinaciones en tu contra”.
La adoración de David lo llenaba de celo por el honor del Todopoderoso.
David estaba innegablemente de parte de YEHOVAH DIOS, quería estar del lado del Altísimo y por lo tanto, se permitía a sí mismo odiar a aquellos que odiaban al Señor.
De hecho, David presumía “los aborrezco por completo”, considerándolos como enemigos.
Versos del 23 al 24
Una oración humilde a un gran DIOS. David vino al DIOS de conocimiento perfecto y de presencia constante sabiendo que también era un DIOS de Amor y que podía confiar en examinarlo y en conocerlo en los niveles más profundos.
Esto es también una admisión que YEHOVAH DIOS conocía a David mejor de lo que David se conocía a sí mismo y que él necesitaba que el Señor lo examinara y lo conociera.
David deseaba que YEHOVAH DIOS lo examinara y buscara preocupaciones, como ansiedades que pudieran ser evidencias de incredulidad o de poner la confianza en el lugar equivocado.
Presentó su alma desnuda a YEHOVAH DIOS, preguntándole si había algún pecado que él no conociera o no percibiera.
Demuestra qué tanto se preocupaba por la Santidad en su vida y qué tan humilde era al reconocer que podría haber caminos de perversidad en él, los cuales no pudiera percibir o identificar.
David terminó este majestuoso Salmo al declarar su destino, el camino eterno, confiando en que el DIOS de conocimiento total y de presencia constante llevaría a David a la vida eterna.
El camino a la Santidad por el que se oró en las líneas anteriores era el camino Eterno.