Este Salmo se titula simplemente, “La canción de los peregrinos”, es otro en la serie de Salmos cantados por los peregrinos en su camino a Jerusalén en los tiempos de los festivales.
Estas canciones nos dan un patrón de preparación para encontrarnos con YEHOVAH DIOS y con su Pueblo.
Este Salmo es corto y por lo tanto un ejemplo muy apropiado para mostrar que la fuerza de la oración no consiste en las muchas palabras, sino en el fervor del espíritu.
Porque los asuntos grandes y pesados pueden ser comprimidos en pocas palabras, si proceden del espíritu y de los gemidos indecibles del corazón, especialmente cuando nuestra necesidad es tal que no soportará una oración larga.
Cada oración es suficientemente larga si es ferviente y procede de un corazón que entiende la necesidad de los Santos.
Verso 1
¿Dónde buscar? Los afligidos buscan al Señor, el Salmista declara su intención y acción, para levantar sus ojos al Señor.
Esto significa que sus ojos no están en sus circunstancias o en sí mismo, sino en el Señor.
Al recordar donde está YEHOVAH DIOS, el Salmista crece en seguridad y confianza.
En la tierra puede no haber misericordia o esperanza, pero en el cielo hay bastante misericordia y ayuda.
Podemos ver una progresión en este Salmo de los peregrinos, empezando con el salmo 120.
· En el Salmo 120 nos lamentamos por nuestro derredor.
· En el Salmo 121 alzamos nuestros ojos a los montes de Sion.
· En el Salmo 122 nos deleitamos en la casa de YEHOVAH.
· En el Salmo 123 miramos por encima de los montes al Señor en los cielos.
Verso 2
¿Cómo mirar? La idea es la de un mesero o un mayordomo parado detrás se su señor mientras él come.
El siervo mira la mano de su Señor esperando por la más pequeña indicación de necesidad o deseo, para suplirla inmediatamente.
Con esa misma intensidad, devoción y firmeza el salmista mira a YEHOVAH DIOS.
La imagen del siervo mirando las manos de su Señor sugiere al menos tres cosas:
· Dependencia: Las manos del Señor proveen todo lo necesario.
· Sumisión: Las manos del Señor dirigen el trabajo del siervo.
· Disciplina: Las manos del Señor corrigen al siervo.
El Salmista esperó para decir el Nombre del Señor, para construir un sentido de anticipación.
La búsqueda es completamente descrita antes de que aquel a quien se busca sea mencionado.
Esto muestra por cuanto tiempo el Salmista enfocará su atención en el Señor, no demanda una respuesta inmediata, sino que perseverará pacientemente hasta que el Señor extienda su misericordia.
Verso 3
Los afligidos suplican misericordia, el Salmista no estaba contento con solo esperar por la misericordia, él suplicaba por ella, demostró que esperar en el Señor no es algo pasivo.
Repitió el deseo de misericordia, demostrando la intensidad de su súplica, el Señor al que miraba lo miraría y le ayudaría.
El Salmista necesitaba la intervención de YEHOVAH DIOS y su misericordia porque se sentía lleno del desprecio que le daban los demás.
Verso 4
La razón por la que necesitamos misericordia. Este escarnio nunca es fácil de soportar, pero es especialmente doloroso cuando viene de aquellos que parecen estar en holgura, que parecen tener pocos problemas o dificultades en la vida.
Esto hizo que el menosprecio colocado sobre el Salmista fuera peor, sabiendo que venía de los soberbios y arrogantes.
Aun así, él estaba satisfecho con dejar el asunto aquí, esperando la misericordia de YEHOVAH DIOS.
De cualquier manera, este Salmo está lleno de una incomparable confianza en la Misericordia de YEHOVAH DIOS que triunfará sobre el desprecio de los orgullosos.