Lleva el título, “la canción de los peregrinos, De David”.
Es una de las cuatro canciones de los peregrinos que son específicamente atribuidas al rey David, lo escribió tanto para lo que Jerusalén era en sus días y para lo que se convertiría bajo el gobierno de su hijo y sucesor.
David probablemente nunca hizo una peregrinación de algún lugar lejano o desde una gran distancia a alguna de las celebraciones, pero escribió el Salmo en la voz de uno que lo hacía y que había llegado a la Ciudad Santa.
Fue escrito para que el Pueblo lo cantara en los tiempos en los que subía a los festivales santos en Jerusalén.
Nos llega como el tercero de la serie y parece ser apropiado para cantar cuando las personas habían entrado por las puertas y sus pies estaban dentro de la ciudad.
Verso 1
Yendo a Jerusalén, David tenía en mente tanto a la comunidad “Casa del Señor” como a los individuos “me puse alegre”, presenta a los individuos uniéndose al grupo para ir a la casa de YEHOVAH DIOS, esa invitación y la aceptación de ella es lo que lo alegró.
Durante los días de David nunca hubo un Templo, pero sabía que uno sería construido, habiendo hecho preparaciones y planeaciones extensivas para él (1 Crónicas 22, 2-5. 14-16).
Es posible que David escribiera aquí de la peregrinación al Tabernáculo, la cual existía en sus días y era considerado como la Casa del Señor.
En anticipación de los peregrinos que vendrían a la casa del Señor construida por Salomón.
En las extensivas preparaciones de David para el Templo, es hermoso el pensar en él preparando al Pueblo de Israel para venir al Templo, especialmente para las festividades requeridas tres veces al año.
Venir a la casa de YEHOVAH DIOS hacía feliz a David, aunque sabía que no era la casa literal de DIOS y que ningún edificio podía contener al Omnipotente en su gloria y grandeza.
Aun así, en la Casa del Señor él podía enfocar sus pensamientos, oraciones, adoración y recibir la palabra de DIOS en la comunidad del Pueblo de DIOS de una manera especial y David estaba feliz por eso.
Demasiados desconocen la alegría de la que David cantaba, ya sea porque ellos no van a la casa de YEHOVAH o porque sí van y no es una razón de alegría para ellos.
Verso 2
La feliz llegada, la mayoría considera esto como la descripción de David de la gozosa exclamación del peregrino que llega a su destino.
Unos cuantos consideran este dicho como la gozosa y confiada esperanza de los que aún están en camino, la cosa más importante es el evidente gozo y felicidad de llegar al destino.
Ellos vinieron a Jerusalén porque fue ahí donde Salomón construyó el Templo que David planeo y preparó.
Antes de eso, Jerusalén era donde David estableció el Tabernáculo y donde el arca del pacto y el altar del sacrificio fueron establecidos.
Versos del 3 al 4
Describiendo Jerusalén como una ciudad próspera y unificada. David conquistó la ciudad de Jerusalén, tomándola de los jebuseos quienes la poseían como una fortaleza cananita.
Él la edificó en sus propios días, se regocijó declarando, “Jerusalén que se ha edificado”.
Jerusalén, la ciudad de David, no era grande, pero tampoco era una colección de tiendas y campamentos.
Fue edificada y unida de una forma ordenada, unida entre sí, una ciudad real.
Una de las razones por las que David conquistó Jerusalén y la estableció como la capital tanto de la vida política como la religiosa de Israel, es porque antes no había pertenecido a ninguna tribu en específico, habiendo estado bajo la ocupación cananita.
Dado que no la poseía ninguna tribu, pertenecía a todas y las tribus de YEHOVAH DIOS podían venir todas como una Jerusalén a la Casa del Señor.
Esto describe al Arca del Pacto, que muchas veces fue llamada por este título (Éxodo 25, 22; 27, 21; Números 1, 53), representado el trono de YEHOVAH DIOS y su presencia en Israel, el testimonio dado a Israel era el centro del Tabernáculo y más tarde del Templo.
El propósito principal de los festivales de YEHOVAH DIOS en Israel era para que el Pueblo de DIOS pudiera unirse y darle gracias, su apreciación por lo que había hecho les daba Fe acerca de lo que haría en el futuro.
Verso 5
Una ciudad de justicia y de gobierno justo, siendo el centro del gobierno de Israel, en Jerusalén se encontraban establecidas las cortes principales de juicio.
Jerusalén debía ser una Ciudad de Justicia, donde el bien era honrado y donde el mal era corregido.
Estos tronos estaban para dispensar juicio y es posible que fueran visibles desde la entrada de la ciudad (Rut 4, 1-12).
La casa de David fue establecida para reinar sobre Israel, la casa de Saúl nunca reinó, suministrando realmente solo un rey.
El linaje de David reinó en Jerusalén y reinará para siempre bajo el Mesías, el hijo de David.
Versos del 6 al 8
Orando por Jerusalén, David exhorta a los peregrinos que vienen a la ciudad santa a pedir por la Paz de ella.
El nombre mismo de Jerusalén la marca como la ciudad de la paz (Hebreos 7, 1-2), pero en realidad ha conocido mucha guerra, conflicto y continúa haciéndolo.
Es bueno pedir por la constantemente elusiva Paz de Jerusalén.
David dio una oración para que sea hecha por Jerusalén, incluye una bendición para aquellos que aman la ciudad y una petición directa de Paz y prosperidad para la ciudad.
Oró por bendiciones sobre aquellos que aman y oraban por Jerusalén, pero las bendiciones no eran solo para los individuos sino para la comunidad de aquellos que se preocupan por la paz de Jerusalén, aquellos que dicen, “La paz esté contigo”.
Verso 9
La razón para orar y para buscar el bien de Jerusalén. David entendió que la Alegría y la Bondad del peregrino hacia la ciudad de DIOS no era primordialmente de naturaleza política.
No era debido a una lealtad política, a un líder o a una filosofía, era porque ahí estaba establecida la casa de YEHOVAH DIOS.
Esto tiene una aplicación especial para el creyente bajo el nuevo pacto, para nosotros, la iglesia es la Novia de YEHOVAH DIOS, para Yeshúa el Novio, la cabeza (Hebreos 3, 5-6; 10, 21; 1 Pedro 2, 5).
Lo que hace especial a la iglesia es que es la habitación de YEHOVAH DIOS, su casa, su cuerpo, donde Su Presencia la hace especial.
Tal y como era bueno para los peregrinos de Israel el buscar el bien de Jerusalén por el bien de la Casa de DIOS, así los cristianos hoy en día pueden y deben buscar el bien de la sociedad por el bien de la Casa de DIOS.