El Salmo 118 no nombra al autor en su título, pero hay una razón para creer que fue el Rey David, el dulce Cantor de Israel.
Esdras 3, 10-11 sugiere que el Salmo fue cantado durante la fundación del Segundo Templo y cuando ellos lo cantaron se lo atribuyeron a David.
Probablemente David fue el autor de este Salmo, toma parte del espíritu de David y en cualquier parte muestra la mano de un maestro, el estilo es magnífico y noble, el tema es majestuoso.
Aunque era muy probablemente el Salmo de David, también era el Salmo de Jesús, este es preeminentemente el canto triunfal del Cristo, el Siervo ideal, el Sacerdote perfecto, el Líder del Pueblo.
Versos del 1 al 4
Llamando a la congregación a declarar la Misericordia eterna de YEHOVAH.
Muchos de los salmos llaman al Pueblo de DIOS a dar Acción de Gracias hacia ÉL, el Salmo 118 abre con un llamado enfático, indicado por la frase “den Gracias al Señor”.
La Bondad de DIOS es tan grande y aparente que esto merece una enfática Acción de Gracias.
El Salmo comienza y termina con esta declaración, es una declaración de hecho y de gratitud, haciendo notar el “hesed” de YEHOVAH DIOS, Su Amor leal de Pacto, Su misericordia, nunca será apartado de Su Pueblo.
En los salmos, esta frase casi tiene una calidad litúrgica hacia ella, es utilizada 34 veces y es una declaración de agradecimiento del Pueblo de DIOS, alabando la gran misericordia o amor de Pacto de DIOS.
El Salmista invitaba al Pueblo de Israel, los sacerdotes de la casa de Aarón, y aun a los Gentiles que honraban a YEHOVAH DIOS para unirse al enfático coro, porque “su bondad o misericordia es par siempre”.
Versos del 5 al 9
Un testimonio de Su bondad que dura para siempre, la bondad o misericordia de YEHOVAH DIOS que jamás termina fue mostrada cuando el Señor respondió el clamor de angustia del cantor.
YEHOVAH DIOS respondió al poner al Salmista en un lugar espacioso y seguro, en donde él podía estar parado confiadamente.
Es maravilloso el pensar que Yeshúa Ha Mashiaj cantó confiadamente estas palabras con Sus discípulos en la noche de Su traición y arresto, antes de Su sufrimiento y crucifixión.
Como nadie más, Jesús desde la angustia invocó a YEHOVAH y vería la respuesta fiel del Justo Juez.
La misericordia eterna de YEHOVAH DIOS fue mostrada por el abierto favor del Altísimo y la ayuda hacia aquel que le invocaba.
Sabiendo que el Todopoderoso estaba de su lado, la persona podía vivir libre del temor de los hombres, “¿Qué podrá hacerme el hombre?”.
Cientos de años antes de que el libro de los Romanos fuera escrito, el Salmista entendió el principio de Romanos 8, 31 “Si YEHOVAH DIOS es por nosotros, ¿Quién contra nosotros?”, por lo tanto, no tenía nada que temer, aun de los que le aborrecen.
El Salmista sabía que esto era verdad, ni el hombre común o aun los príncipes de entre los hombres podían ayudar en la manera que YEHOVAH DIOS podía ayudar. ¡Mejor es confiar en Él!.
Versos del 10 al 14
Rodeado por enemigos, pero ayudado por YEHOVAH DIOS, en el patrón de la poesía hebrea la idea se repite para enfatizar.
El cantor sabía que era estar atrapado por enemigos que le rodeaban como abejas.
El Salmista entendió que el poder de la victoria no estaba en Sí mismo, sino solamente en el nombre de YEHOVAH DIOS, sería rescatado, “el Señor es su socorro”.
Al citar el cántico de Miriam (Éxodo 15, 2), el cantor no solamente entendía que DIOS podía traer fortaleza y un cántico, sino que YEHOVAH DIOS mismo se ha convertido en su fortaleza y cántico.
Cuando el “Señor es mi fuerza” significa que “ÉL es nuestra fuente y nuestro refugio”, le buscamos a ÉL por nuestras necesidades y jamás quedan sin ser satisfechas.
Cuando el “el motivo de mi canto” esto significa que “ÉL es nuestra alegría y nuestra felicidad”, hallamos nuestro propósito y nuestra vida en ÉL y jamás decepciona.
Cuando el “Señor ha sido para mí la Salvación” esto significa que colocamos nuestra confianza por ayuda y liberación en ÉL y en nadie más, es nuestro descanso y rescate.
Versos del 15 al 18
Regocijándose en la salvación de la muerte, al haber recibido el maravilloso rescate de YEHOVAH DIOS, el Pueblo de DIOS dio voz a su júbilo.
Estaría mal para aquellos que han recibido tal rescate, que se mantengan en silencio.
De manera repetida, para enfatizar, el cantor alaba “la diestra de YEHOVAH DIOS”, reconociéndola como la mano de habilidad y diestra, el Justo Juez no utilizará medidas menores para rescatar a Su Pueblo.
El Salmista estaba confiado en que YEHOVAH DIOS le guardaría de la muerte en la crisis actual, así como Jesús cantó este canto en la Última Cena con sus discípulos, Él pudo proclamar esto confiadamente, que la muerte no podría retenerle, sino que Él viviría y contaría las obras de YEHOVAH.
El cantor entendió que YEHOVAH DIOS tenía un propósito de entrenamiento y corrección, al permitir la crisis actual, pero no permitiría que le destruyeran, sino que sería de beneficio.
Versos del 19 al 20
Las puertas abiertas de la justicia, el Salmista probablemente tenía en mente una entrada triunfante hacia la Ciudad Santa, con esas puertas abiertas él podría entrar por ellas alabando a YEHOVAH DIOS.
Ahora nos imaginamos al cantor pasando en verdad por medio de la puerta abierta, declarando las grandes obras de DIOS para los justos.
Versos del 21 al 24
La piedra angular, al haber entrado hacia la ciudad santa, ahora el cantor alaba abiertamente a DIOS por la respuesta y la salvación que se mencionaron anteriormente.
No sabemos qué experiencia personal el Salmista pudo tener detrás de estas palabras, quizás fue puramente una declaración profética, porque ciertamente fue completada por la obra de Yeshúa Ha Mashiaj.
“La piedra rechazada por los maestros”, es cierto acerca de Jacob, José y David, cada cual rechazado y luego levantado, más verdadero acerca de Yeshúa Ha Mashiaj.
· No aprobaron Su origen (Juan 7, 52).
· No aprobaron Su falta de educación formal (Juan 7, 15).
· No aprobaron Su falta de atención por las tradiciones religiosas (Lucas 6, 2).
· No aprobaron Su elección de sus amigos (Mateo 9, 11).
Cumplido en Jesús, vemos que aun por medio de los líderes religiosos, los maestros de su día le rechazaron, DIOS estableció a Jesús como la cabeza del ángulo de Su gran plan para las edades, que todas las cosas serían fundadas y cumplidas en Él.
De parte de YEHOVAH DIOS es esto y es cosa maravillosa a nuestros ojos, el Salmista habló aquí por parte de aquellos redimidos por el Señor, cuya vida y futuro están construidos sobre la cabeza del ángulo.
Ellos se regocijan en la maravillosa obra de DIOS, a pesar de que los maestros lo rechazaron.
“Gocemos y alegrémonos en él”, cuando Yeshúa citó el Salmo en Mateo 21, 42, Marcos 12, 10-11 y Lucas 20, 17, lo hizo en respuesta a la alabanza y hosannas dados hacia Él en lo que comúnmente es conocido como la entrada triunfal.
Ya que el Salmo 118 está conectado con ese evento, el día mencionado aquí puede ser entendido de manera profética como el día en que el Hijo de DIOS entró formalmente a Jerusalén como el Mesías y Rey.
Versos del 25 al 29
El sacrificio puesto en el altar, el contexto de las puertas (vs 20) y todo el salmo, da el sentido de que estas palabras son de distintos hablantes de la parte de un coro.
El punto principal de este canto ceremonial es, dar la bienvenida al Libertador de YEHOVAH DIOS por medio de puertas abiertas hacia la Ciudad Santa.
Este libertador recibió bendiciones de los cantores mientras se acercaba a la casa del Todopoderoso.
Hay un corto pero importante enfoque en YEHOVAH como el verdadero DIOS, por encima de todos los ídolos.
A la vista de la grandeza de YEHOVAH y a la luz que ÉL da, el sacrificio se da con disposición, esto se cumplió en una manera que el Salmista jamás esperó, que el libertador de los versos anteriores sería en sí mismo el sacrificio, atado al altar.
Tomamos estas palabras como estar en la boca del libertador, quien llegó correctamente se rindió a sí mismo hacia YEHOVAH DIOS, lleno de alabanza a la vista del triunfo definitivo.
La voz de Yeshúa Ha Mashiaj cantando esta alabanza y exaltación de DIOS, hizo eco a través del aposento alto como evidencia de Su sujeción y obediencia.
El Salmo 118 comenzó con una alabanza exuberante y de corazón, termina de la misma manera, reconociendo de nueva cuenta, la bondad de YEHOVAH DIOS al final de todo.
Si comenzamos con alabanza estamos en una mejor posición en terminar con alabanza, a pesar de todo por lo que hemos pasado.
Yeshúa Ha Mashiaj mismo creía y recibió esta misericordia interminable y la proclamó en el canto con sus discípulos en el aposento alto.
La misma bondad, ese amor leal, amor de Pacto y misericordia que jamás terminó para Él es también dado para Su Pueblo.