Mosqueteros de Yehovah

Salmos Capítulo 114

El Salmo 114 es el segundo en la serie de los Salmos cantados en el Hallel egipcio, como parte de la ceremonia de la Pascua.

Esta sublime canción del Éxodo es única e indivisible, la verdadera poesía ha alcanzado el clímax aquí, ninguna mente humana ha sido capaz de igualar, mucho menos de superar, la grandeza de este Salmo.

Verso 1

La liberación de Israel de Egipto fue el acto central de redención bajo el viejo Pacto, tenía que ser constantemente recordado y celebrado, esta canción se une a esa celebración.

Para aquellos que están en el Nuevo Pacto bajo Yeshúa Ha Mashiaj, su obra en la cruz y la tumba vacía se convierten en el acto central de redención.

De la misma manera nosotros somos llamados a recordar y celebrar lo que YEHOVAH DIOS hizo por su pueblo.

El énfasis está en la idea que Israel no pertenecía a Egipto, a pesar de que ellos vivieron ahí por alrededor de 400 años, nunca fue su hogar, así como este mundo es un lugar de pueblo extranjero para todos lo que YEHOVAH DIOS ha redimido.

Verso 2

Liberados para ser el lugar de su morada y sus siervos. La tribu líder de Israel “Judá” representa a toda la nación, convirtiéndose en el lugar que YEHOVAH DIOS habita “su santuario”.

Los piadosos de Israel siempre entendieron que la idea de que el Altísimo habita en el Templo o Tabernáculo era algo simbólico, su verdadera presencia estaba en Su pueblo.

Cualquier lugar en el que YEHOVAH DIOS more, ÉL lo domina, el deseo de YEHOVAH DIOS de hacer a Israel Su Santuario era para que pudieran honrarlo como Señor y Amo, no simplemente como un ayudador o una mascota.

Versos del 3 al 6

La autoridad de DIOS sobre las aguas y las montañas.

Como en otros lugares de la poesía hebrea, la naturaleza es personificada por el salmista y la describe como respondiendo a YEHOVAH DIOS en temor o reverencia.

Aquí él menciona como las aguas se partieron tanto en el mar rojo como en el río Jordán, al principio y al final del viaje de Israel a la Tierra Prometida.

El salmista nos da una imagen hermosa y poderosa, cuando las aguas son divididas, es porque ellas simplemente respondieron a la voz del Señor, “¿Qué otra cosa podría haber hecho?”

El poeta no canta acerca de la suspensión de las leyes naturales o de un fenómeno singular el cual aún no puede ser explicado, sino que para él la Presencia de YEHOVAH DIOS con Su pueblo lo es todo, sino que en su sublime canción él nos dice cómo es que el río retrocedió porque el Señor estaba ahí.

Es notable que el Éxodo es pensado como un ciclo completo, no solo es el escape de la tierra de Egipto, sino la entrada a la Tierra Prometida, porque tanto el mar como el río Jordán son vistos como pasados.

Esto probablemente es una referencia a los fuertes terremotos y fenómenos similares que sucedieron en el monte Sinaí (Éxodo 19, 16-20) cuando YEHOVAH DIOS manifestó su presencia ahí, ellos se sacudieron y “saltaron” como carneros.

Al momento de dar la Ley, Éxodo 19, 18 lo cual también causó temblores en los creyentes.

El salmista se burla tanto del mar como de los montes, ellos estaban indefensos delante de la poderosa presencia de YEHOVAH DIOS.

Es incluso más tonto el pensar que la humanidad, tanto individual como en conjunto, puede hacer frente a la poderosa presencia de YEHOVAH DIOS.

Tal discurso dirigido a creaturas sin sentido o conciencia son muy frecuentes, tanto en las Escrituras como en otros autores y especialmente en las Escrituras poéticas, como esta.

YEHOVAH DIOS se ha acercado a nosotros más de lo que se acercó al Sinaí o al Jordán, porque ÉL ha asumido nuestra naturaleza, y aun así la masa de la humanidad no ha retrocedido de sus pecados, ni se ha movido a los caminos de obediencia.

Verso 7

El salmista llama a toda la tierra a honrar a Adonai en su poderosa presencia, el DIOS de Jacob es más que solo una deidad local, es el DIOS de toda la tierra.

El verso 7 es la primera vez en el Salmo 114 que se hace una referencia a YEHOVAH con otro nombre o título “Adonai” y DIOS de Jacob.

Hasta este punto, el salmista ha estado haciendo preguntas: ¿Quién es? ¿Qué hizo?.

El autor debe de haberse estado divirtiendo mientras escribía, conociendo la respuesta y sabiendo que nosotros también la conocemos, pero guardándosela.

“¿Qué te pasa, mar, que huyes?” Pregunta en el vs 5, él ha permitido que nuestro interés se incremente para efectos dramáticos.

El salmista recuerda un evento más del Poder de YEHOVAH DIOS sobre la Creación durante los años del Éxodo, cuando el Señor hizo brotar agua de la peña y de la endurecida roca.

Esto le asegura al pueblo de DIOS que su poderosa presencia trabaja para su bien y no en su contra.

Mientras el Salmo 113 cerró con la compasión de YEHOVAH DIOS para la mujer estéril, el Salmo 114 cierra con la compasión del Altísimo para un Israel sediento.

Su gran poder y fuerza no son simplemente para dividir las aguas o hacer temblar los montes, Su majestuoso poder traer bendiciones para Su pueblo una por una.

Debemos de recordarnos a nosotros mismos, que Yeshúa Ha Mashiaj entonó este Salmo junto con sus discípulos en la noche en que fue traicionado y arrestado (Mateo 26, 30; Marcos 14, 26).

Él le daría al pueblo de DIOS una liberación aún más grande que cuando Israel salió de Egipto y en esa obra toda la naturaleza sería sacudida (Mateo 27, 45. 51).

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