Este salmo está titulado, “Un canto. Un salmo de David”. Es de hecho la compilación de secciones de los dos salmos anteriores.
Los versos del 2 al 6 vienen del Salmo 57, 2-12 y los versos 7-14, viene del Salmo 60, 7-14.
Estas son las palabras de David, pero por la inspiración del Espíritu Santo, tomadas y aplicadas al problema actual.
El enemigo del que se habla en el vs 10-14 son Moab, Edom y Filistea (con énfasis en Edom).
Puede ser que el viejo enemigo, subyugado en los días de David, se levantó de nuevo e Israel debe derrotarlo una vez más.
También puede ser un enemigo diferente, la oración anterior y la victoria sobre Edom sirven como un ejemplo y fundamento para la Fe en la presente crisis.
El Salmo nos muestra que podemos y debemos usar las palabras de la escritura como nuestras oraciones y alabanzas, cuando son apropiadas para nuestra presente situación.
El Espíritu Santo no está corto de expresiones como para necesitar repetirse a sí mismo y el propósito de la repetición no puede ser el solo llenar el libro: debe de haber alguna intención en el arreglo de dos anteriores declaraciones divinas en una nueva conexión.
Versos del 2 al 3
La fervorosa naturaleza de la alabanza de David.
Mientras David también cantaba el Salmo 57, 8, cantaba de la fuerza de su corazón en YEHOVAH DIOS, su dispuesta confianza en DIOS le daba un punto fijo desde donde podía y cantó y entonó salmos.
David alabó a YEHOVAH DIOS con lo mejor de su ser, cualquier gloria que perteneciera a David, la dirigía al Todopoderoso en alabanza.
La fervorosa alabanza ofrecida al Creador era musical, David era un músico hábil (1 Samuel 16, 18) y podría decirse que esta habilidad era parte de su gloria, así que la ofreció a YEHOVAH DIOS en alabanza.
David estaba determinado a darle al Justo Juez Supremo la mejor alabanza, así que le daba a YEHOVAH DIOS la parte escogida del día.
Dejaba que el sonido de su alabanza saludara al alba mientras se elevaba en las tempranas horas de la mañana.
Versos del 4 al 5
La gran audiencia de David dirige su alabanza a YEHOVAH, el DIOS del pacto de Israel, sin embargo, no le molesta cantar en la presencia del pueblo de Israel, los pueblos o entre las naciones, Su alabanza no era secreta, sino abierta y pública.
La gran audiencia era apropiada debido a la naturaleza de la gran Misericordia de YEHOVAH DIOS, “hesed, amor bondadoso, amor leal o amor del pacto”.
David entendió que la Misericordia de DIOS era tan grande que, si fuera a ser medida, “sería más allá de los cielos y Tu verdad alcanza hasta las nubes”.
Versos del 6 al 7
Un clamor de exaltación a YEHOVAH DIOS, si la medida de la Misericordia y la Verdad de YEHOVAH DIOS son más altas que los cielos y las nubes, entonces el honor y el reconocimiento que se le debe de dar también deben de ser igual de grandes.
Un DIOS de gran Misericordia y Verdad es digno de grandes Alabanzas y de reconocer su Gloria.
La alabanza de David se transformó en oración, pidiendo el ser rescatado de su actual situación.
La apertura del Salmo 108 está tan llena de alabanza que ni siquiera sabíamos que David estaba en problemas, él solo menciona su problema después de haber alineado su corazón apropiadamente con alabanza de todo su ser.
David entendía que YEHOVAH DIOS lo amaba y apeló al Justo Juez Supremo sobre esa base.
La mente de David entendía que había muchos más que adoraban a YEHOVAH DIOS, pero su corazón vino delante del Altísimo como si él fuera el único, no uno de muchos.
“Amado” del hebreo “yadid” se encuentra en el mismo nombre de David, “dawid”, que significa “amado”.
A esta se le consideraba la mano de las habilidades y de la fuerza, el rescate de YEHOVAH DIOS no podía venir a través de acciones a medias, David llamó al Todopoderoso, con su habilidad y fuerza a su rescate.
Versos del 8 al 9
El dominio de DIOS sobre Israel y sobre la tierra.
David era un profeta (Hechos 2, 3) y estaba a punto de profetizar acerca de la última victoria de YEHOVAH DIOS sobre todas las naciones, empezó notando que esta proclamación venía del Santuario del Altísimo de su calidad y carácter de estar separado y separarse de toda Su creación.
La victoria de YEHOVAH DIOS sobre todas las naciones lo hacía feliz, no declararía esto de mala gana.
Esto se refiere tanto a la ciudad como a la región de Israel, YEHOVAH DIOS declaró su soberanía sobre la tierra y que iba a repartir y medirla como le placiera.
Comprensivamente, las regiones del Israel más amplias (incluían Galaad y Manases al lado este del río Jordán y las secciones centrales de Judá y Efraín) también estaban bajo su dominio.
La tribu de Efraín desciende de José y era una de las tribus prominentes de Israel.
En algunas ocasiones las tribus del norte son llamadas de forma colectiva Efraín, debido a esta grande e influyente tribu. Efraín era como una fortaleza, expresando la fuerza y la seguridad de YEHOVAH DIOS.
Si Efraín expresaba la fuerza de YEHOVAH DIOS, la tribu de Judá expresaba Su reino y Su gobierno, como un legislador, Judá era la tribu del rey David y de Yeshúa Ha Mashiaj.
Verso 10
El dominio de YEHOVAH DIOS sobre las naciones.
YEHOVAH no es meramente una deidad local con autoridad solamente sobre Israel, ÉL es el DIOS de todas las naciones y David reconocía eso con la mención de tres reinos vecinos.
El Todopoderoso usaría a Moab como le placiera y si esto era para servicios humildes como el de una vasija para lavarse los pies, entonces que así sea, David de hecho conquistó a Moab (2 Samuel 8, 2).
En un tiempo en que las calles y los caminos estaban todos sucios y cubiertos con desperdicios de toda clase, los zapatos de una persona eran tratados con desprecio.
Si YEHOVAH DIOS quería tirar un calzado sucio sobre Edom como una expresión de su desprecio, tenía el poder y la autoridad para hacerlo, con el poder del Altísimo, David conquistó a Edom (2 Samuel 8, 14).
El dominio de YEHOVAH DIOS también sería expresado sobre estos largos y amargos enemigos de Israel, con la ayuda del Todopoderoso, David conquistó a los filisteos (2 Samuel 8, 1).
Versos del 11 al 14
Confía en DIOS y en la ayuda que ÉL traerá, aprendemos que el Salmo fue compuesto y cantado en víspera de la batalla.
Antes de que David confrontara a la ciudad fortificada de Edom, alabó a YEHOVAH DIOS y expresó su total confianza en el dominio del Justo Juez Supremo sobre Israel y sobre las naciones paganas.
La más notable de las ciudades fortificadas de los Edomitas era la famosa Petra, no tenemos ningún registro de David atacando o conquistando esa ciudad.
Si la ciudad fortificada se refiere a Petra, tal vez David lo hizo y no se encuentra en el registro Bíblico o David tal vez quiso decir Petra, como un simple ejemplo de lo que parecía ser una ciudad inconquistable que no podía resistir el poder de YEHOVAH DIOS si ÉL lo deseaba.
David hizo esta oración a la luz de las recientes derrotas, reconociendo que estas derrotas vinieron porque el favor de YEHOVAH DIOS no brillaba sobre el ejército de Israel.
Si el Todopoderoso no salía con nuestros ejércitos, no había esperanza para la victoria, porque “la ayuda humana es ilusoria”
La fórmula de David era simple, sin YEHOVAH DIOS, ellos no podían hacer nada, con y en YEHOVAH DIOS, ellos podían obtener grandes victorias y lograr grandes proezas.
La victoria le pertenecía a YEHOVAH DIOS, el lugar de Israel era el de alabar al Todopoderoso y llevarse a sí mismo a la relación apropiada con ÉL.
Este era el objetivo de este Salmo y podemos suponer que cumplió su propósito y la batalla que David enfrentaba fue ganada.
David entendió que el lugar de Israel no era el dejar la pelea y pasivamente observar que es lo que YEHOVAH DIOS iba hacer.
En lugar de eso, ellos lucharían, pero Su lucha en YEHOVAH DIOS, sería esforzada y valiente y en ella serían capaces de ver al Todopoderoso pisotear a sus adversarios.