El título del salmo es, “la oración de los afligidos, cuando están abrumados y derraman sus quejas delante del Señor”.
Este afligido tomó su tono y algunas de sus frases de Job, quien era el más grande ejemplo de la aflicción del Antiguo Testamento, también hay frases que encajan con muchos otros salmos.
El salmo describe Jerusalén (Sión) en un estado de ruina, si esto es tomado como una ruina literal, el Salmo podría venir de aquellos en exilio quienes se lamentaban tanto por las aflicciones personales como las de las naciones.
Se sugiere que el autor podría ser Daniel, Jeremías o Nehemías, de cualquier manera, puede ser que la ruina de Sión descrita, sea de una naturaleza más poética y que el salmo sea pre-exílico.
En la liturgia cristiana católica, este ha sido considerado como uno de los siete salmos penitenciales (junto con los salmos 6, 32, 38, 51, 130 y 143).
Versos del 2 al 3
Una súplica por la presencia de YEHOVAH DIOS, de acuerdo a su título, este salmo viene de un hombre afligido anónimo.
El salmista le ruega a YEHOVAH DIOS que escuche su oración, sabiendo que un DIOS bueno y compasivo, no podría escuchar y no ayudar.
El hombre afligido mismo se sentía lo suficientemente mal, pero lo hacía peor más allá de toda medida por la sensación que YEHOVAH DIOS no lo escuchaba o no le importaba.
Cuando él tuvo la sensación de que el favor y el rostro de DIOS eran evidentes, la aflicción podía ser soportada.
Versos del 4 al 8
La agonía de ser afligido en la salud, en un tono similar al de Job, el salmista describe su agonía, sus días habían pasado sin ningún sentido como el humo.
Dolor de la profundidad de su ser hacía que sus huesos se sintieran como si estuvieran ardiendo, su corazón dolía y no tenía apetito.
Como en Job 19, 20 él se encontraba tan débil y delgado que parecía que no había nada entre los huesos y la carne, se sentía solo como un ave, pelícano o búho.
Versos del 9 al 12
La agonía de ser afligido por los enemigos, las aflicciones del salmista vienen de algo más que una mala salud, tenía enemigos que se le oponían.
Ellos estaban en su contra con una constante desaprobación y rechazo, agregaban un tono de burla y de maldición “los que me adulan maldicen de mi” (Vs 9).
La vida del salmista parece ser un constante luto, las marcas del luto, cenizas y lágrimas eran tan familiares como el pan y la bebida, era aún más amargo porque esta aflicción vino como un tipo de castigo de YEHOVAH DIOS.
Sobrepasado por el sentido de rechazo divino “me arrancaste y me tiraste al suelo” Vs 11, él sentía que su vida era corta y tenía poco significado.
Verso 13
Reconociendo al DIOS Eterno, las líneas anteriores hablaban del sentido del salmista mismo de fragilidad y de la naturaleza pasajera de la vida, esta línea nos da un agudo y maravilloso contraste.
Los hombres pueden tener días que son como sombras o que se secan como la hierba, pero YEHOVAH permanecerá para siempre.
El salmista por lo tanto puede rechazar todo sentido de auto dependencia y aferrarse a una verdadera dependencia a DIOS.
Podemos notar el contraste con los primeros 12 versos, que estaban llenos de referencias personales “Yo, mi y mis”, con las palabras, “más Tú”, el enfoque cambia y se vuelve a YEHOVAH DIOS.
No solamente el Señor permanecerá, sino que su influencia y grandeza será declarada de generación en generación, nunca se agotará.
Versos del 14 al 15
Reconociendo el favor de DIOS a Jerusalén, aunque en profunda aflicción, el salmista tiene una firme confianza que YEHOVAH DIOS actuará y mostrará misericordia a Jerusalén una vez más.
En el tiempo señalado por YEHOVAH DIOS, Jerusalén será el objeto de la misericordia de DIOS, ÉL ha colocado un plazo para la restauración y no la dejará para siempre en ruinas.
Si este salmo está ubicado en el exilio, el plazo apunta a los 70 años establecidos por YEHOVAH DIOS para la cautividad de Israel (Jeremías 25, 11-13; 29, 10).
Esta en nuestra naturaleza el rechazar aquello que está roto o dañado, pero los siervos de DIOS tienen que amar aquello que está más allá de la naturaleza humana.
Ellos veían su ciudad en ruinas, amaban sus piedras y del polvo de ella tenían compasión.
El salmista se sentía sobrepasado por el sentido de su propia ruina y necesidad (versos del 2 al 12), aun así el no permitió que se convirtiera en algo interno, también se preocupaba por su comunidad.
Versos del 16 al 18
Reconociendo la exaltación de YEHOVAH DIOS entre las naciones, la restauración de la misericordia a Jerusalén es solamente la primera parte de una obra mucho más grande entre las naciones.
YEHOVAH DIOS se revelará de tal manera, que todos los reyes de la tierra darán honor a Su Nombre y Gloria.
Los reyes y los reinos del mundo honrarán a YEHOVAH DIOS, porque ÉL se revela a sí mismo en su obra en Sión.
Sus bendiciones y misericordias en Jerusalén son un adelanto de su bondad para toda la tierra, cuando haya considerado la oración de los desvalidos.
Versos del 19 al 23
Reconociendo la gran liberación que YEHOVAH DIOS trae.
La bondad de YEHOVAH DIOS para Sión y toda la tierra será un testimonio para el futuro, para que de esta manera el Pueblo que está por nacer alabe a YEHOVAH.
El salmista dibuja a YEHOVAH DIOS inclinándose para ver desde su Santuario:
· Para ver desde los “cielos miró la tierra”.
· Para escuchar el “gemido del cautivo”.
· Para actuar, “liberar a los condenados a muerte”.
· Para proclamar en “Sión el Nombre de YEHOVAH”.
· Para “reunir los pueblos”.
· Para que los “reinos adoren a YEHOVAH”.
Verso 24
Una confesión de debilidad y su causa, el salmista empezó esta canción reconociendo su propia debilidad (verso 12).
Después adoró a YEHOVAH DIOS por su liberación y su victoria final (versos 13 al 23).
Ahora en la última sección de este Salmo, él confiesa una vez más su debilidad y fragilidad “ha abreviado mis días”.
Además, el salmista reconoce que fue YEHOVAH DIOS quien ya sea que causó o permitió su debilidad y fragilidad.
Escribe con un sentido similar al que lo hizo mucho después el apóstol Pablo, quien vio el Plan de YEHOVAH DIOS e incluso la Gloria de su debilidad presente (2 Corintios 12, 9-10).
Versos del 25 al 29
Una oración del salmista afligido.
Sobrepasado tanto por su sentido de gran debilidad en su aflicción y por el sentido de la grandeza y la victoria final de YEHOVAH DIOS, el salmista hizo lo correcto.
Él clamó en oración, suplicando por la misericordiosa ayuda de YEHOVAH DIOS.
Los versos del 26 al 28 son citados en Hebreos 1, 10-12, como las palabras de YEHOVAH DIOS el Padre sobre DIOS el Hijo, el Mesías.
En el texto hebreo el salmista le está diciendo esto a YEHOVAH, DIOS mismo está diciendo estas palabras son mucho más claras en la traducción griega del hebreo “Septuaginta” la que el autor de hebreos cita.
El contraste era claro para el salmista, DIOS Todopoderoso es Eterno y pude hacer todas las cosas “tú fundaste la tierra” vs 26.
Las cosas que YEHOVAH DIOS creó pueden perecer, pero ÉL mismo permanecerá.
YEHOVAH DIOS tiene el poder absoluto sobre la creación, incluyendo el poder para mudar las cosas como al Él le place.
ÉL mismo nunca cambia “Pero tú eres el mismo” y es Eterno “Y tus años no se acabarán” vs 28.
El salmista termina su oración y este Salmo con una nota de confianza, incluso de triunfo, su aflicción parece permanecer y él no proclama esperanza para su condición actual.
Al mismo tiempo, él está completamente confiado de la bondad de YEHOVAH DIOS y de la victoria final para su Pueblo “los hijos de tus siervos” vs 29.
Si el salmista no es capaz de verlo en sus días, sus hijos sin duda lo harán y su descendencia será establecida por la bondad y la fuerza de YEHOVAH DIOS.
Esta es una admirable declaración de confianza en la Promesa de YEHOVAH DIOS, para hacer todas las cosas justas y buenas, si no en el día presente, entonces en los días que han de venir.
Demuestra una maravillosa progresión en el Salmo 102.
· Él empieza con una honesta declaración de su miseria.
· Después mira más allá de sí mismo a su comunidad.
· Después más allá de su comunidad a todo el mundo.
· Después más allá de su tiempo a las generaciones futuras.
Es increíble que el salmista no hace la conclusión que él mismo va a ver o recibir la petición de oración, sino que “los hijos de tus siervos habitarán seguros en la tierra” y que siempre habrá un Israel establecido delante de ellos.
Cualquiera que sea el destino de la generación presente, ya sea que vivan para ver el cumplimiento de todas las cosas que han sido predichas o no, de cualquier manera, la Palabra de DIOS permanece firme, siempre habrá una iglesia y una semilla santa, para quienes la Promesa será cumplida.