Versos del 1 al 5
Juicio de purificación. En medio de la demostración de todos los pecados de Israel, el profeta abre un paréntesis para referirse a la llegada del “día del Señor”, quien se presentará para juzgar.
Hay una referencia a la primera y segunda venida de Cristo, YEHOVAH ha fijado el día de ambas. Los que hacen el mal, los que no temen la ira de YEHOVAH, la sentirán.
Debe aplicarse al día del juicio en que Yeshúa será revelado en fuego llameante, para ejecutar el juicio del orgulloso y de todos los que hacen el mal.
En ambos, Cristo es luz de regocijo para los que le sirven fielmente. El Sol de Justicia es Yeshúa por medio de Él los creyentes son justificados y santificados y, así, llevados a ver la luz.
En su juicio tendrá en cuenta a todos los que de algún modo tergiversaron la religión, contaminándola con prácticas mágicas, hechicería y perjurio (vs 5a); pero también a los que tergiversaron la justicia (vs 5b).
La justicia adquiere aquí identidad propia: obreros, viudas y huérfanos. Cuando todos hayan sido juzgados y purificados (vs 2-3), se podrá hablar de perfección en el culto y en las ofrendas.
Versos del 6 al 12
Diezmos y cosechas. Otro elemento que seguramente estaba causando problema en relación con el Templo y su sostenimiento era la cuestión de los diezmos.
El profeta, insta a la fidelidad también en este aspecto y achaca su descuido a la pobreza material que ahora vive la mayor parte del pueblo.
Sólo cuando cada uno cumpla sagradamente con esta obligación, YEHOVAH derramará bendiciones en abundancia.
Hay que recordar que por la ley de siembra y cosecha, podemos estar seguro que YEHOVAH retribuye con cobertura espiritual y material sobre los hijos obedientes que consagran devolviendo a YEHOVAH, los diezmos ofrendas y primicias que se presentan en obediencia a Su Palabra.
Versos del 13 al 21
La justicia de YEHOVAH. El profeta intenta responder a una preocupación que ya se venía constatando de tiempo atrás.
¿Por qué al malvado le va bien, mientras que al justo le va mal? o, ¿por qué el malhechor prospera, mientras que el justo padece estrechez?.
El profeta abre un poco el horizonte de esta espinosa cuestión y proyecta en el futuro el sentido final de todo, en el día definitivo se hará sentir la justicia divina.
La suerte de los malvados y de los justos no podrá ser igual, ese día se sabrá por qué era necesario caminar según los preceptos y normas de YEHOVAH.
El creyente y la comunidad deben estar empeñados en hacer posible y atractivo el camino de la justicia, como vía única y segura de sintonía con el Plan Divino.
La injusticia debe ser continuamente denunciada, desenmascarada, de acuerdo a la justicia establecida en la Palabra de YEHOVAH DIOS.
Versos 22 al 24
Vuelta de Elías. Por la división propia de la Biblia hebrea en Ley, Profetas y Escritos, se evoca aquí la figura de Moisés como símbolo de la Ley, y a Elías como símbolo de los Profetas; dos cosas que no pueden estar ausentes de la vida del pueblo.
La Ley, entendida como proyecto de vida en camino de construirse en la tierra y los Profetas entendidos como la conciencia siempre viva que endereza, rectifica, anuncia y denuncia lo que va apartando del camino.
El Nuevo Testamento ve en estos versos el anuncio del retorno de Elías, pero más que eso, estos versos abrieron el camino a la esperanza y a la realización de lo que hoy llamamos “Encarnación” (Juan 1, 14).