Versos del 1 al 13
La prueba en el desierto. Las tentaciones, tal como las presenta Lucas, están en relación directa con la vocación mesiánica de Yeshúa.
Vocación que no se puede desligar del ambiente histórico, socio-político, religioso y económico de la época de Yeshúa ni de las expectativas, los sueños y las esperanzas mesiánicas que venían madurando de tiempo atrás en Israel.
En ese ambiente Yeshúa debe madurar su vocación, su opción de vida.
¿Cómo llevar adelante la tarea mesiánica de la liberación del pueblo?.
¿Cómo revelar a la gente la verdadera imagen de un YEHOVAH que ama a todos pero que por encima de todo ama más a los desposeídos, los humildes y los sencillos?.
¿Cómo hacerles ver que el actual orden de cosas no es el que Yehovah quiere para sus hijos e hijas?.
Las tentaciones de Yeshúa no sólo no pudieron ser tres, que se definieron, además, de una forma muy fácil y rápida, sino que fueron muchas las dudas, las alternativas facilistas que se le habría ocurrido para realizar su misión.
Sin embargo, en medio de muchas de esas alternativas facilistas, Yeshúa optó por el camino más difícil pero seguro, contando con y respetando la libertad y dignidad humana.
La instauración del Reino será para Yeshúa el eje fundamental de su misión, y eso no es compatible con ningún mesianismo barato.
El Mesías debe respetar la libertad y dignidad humana y eso implica sufrimiento, incomprensión, dolor, entrega y servicio constante.
Con esto quedan descalificadas todas las demás manifestaciones mesianistas, que a pesar de todo siguieron surgiendo ya desde los primeros tiempos del cristianismo hasta hoy.
Nada más contrario a la opción mesiánica de Yeshúa que esas exaltaciones, brincos, gritos y palmas con que se pretende hacer creer que así se atraerá su poder.
Si aún sentimos que nuestro compromiso cristiano nos impulsa a una actualización de la mesianidad de Yeshúa, es necesario volver a este relato de las tentaciones y hacer la experiencia de oración y desierto al estilo de Yeshúa.
Es el método para definir el camino por el cual nosotros llevaremos a cabo la misión que como cristianos tenemos, hacer vida el Evangelio.
Versos del 14 al 30
Comienza su proclamación. En la sinagoga de Nazaret. Es importante tener en cuenta que aquí, según el relato lucano, el Ruaj HaKodesh y la Palabra son la chispa que enciende el fuego de la misión de Yeshúa.
Pero Lucas no se queda sólo en la importancia de la Palabra que adquiere en Yeshúa esas características de concreción y cumplimiento.
Hay otros aspectos que siempre estarán presentes en la vida de Yeshúa y está en primera escena del ministerio público: el rechazo a Yeshúa y a su palabra.
Rechazo que comenzó siendo simpatía y admiración (vs 22) pero que se torna en hostilidad suscitada por la duda sobre su persona: “¿no es éste el hijo de José?”, y sobre su poder (vs 23).
Sus paisanos intentan eliminarlo (vs 28-29), lo cual da pie a Yeshúa para dejar claro que si ellos rechazan su propuesta y su misión, de todos modos otros, que no son israelitas, estarán dispuestos a aceptarlo.
Para ello se vale de la evocación de Elías y de Eliseo que realizaron signos divinos entre paganos y lograron mejores frutos (vs 24-27).
Versos del 31 al 37
Enseña y exorciza en Cafarnaún. Hay un enfrentamiento verbal entre Yeshúa y el espíritu inmundo y hay que asumir que la hostilidad del espíritu inmundo se debe a las enseñanzas de Yeshúa.
Esta ya la había anunciado en la sinagoga de Nazaret: “la Buena Noticia a los pobres, la libertad a los cautivos, la vista a los ciegos, la liberación de los oprimidos y el año de gracia del Señor” (vs 18-19).
Yeshúa se enfrenta con una entidad que sabe para donde va su enseñanza y, más aún, le reconoce la autoridad de su Palabra y su consagración por parte de YEHOVAH (vs 34).
El demonio, que puede representar la actitud de cualquier creyente, también es capaz de declarar su fe, conoce a Yeshúa y puede definirlo como “enviado”, “ungido”, “Mesías” de Yehovah (vs 34.41).
Pero, ¿eso es suficiente?, ¿no tiene que haber un cambio radical de vida desde el momento en que se conoce a Yeshúa y se escucha su Palabra?.
Versos del 38 al 44
Sana y exorciza en torno a la casa. Oración y misión de Yeshúa.
Para Yeshúa, la persona: hombre y mujer, en toda su integridad, son el lugar único y definitivo donde debe comenzar a tomar forma la realidad del reino.
Los pobladores de Cafarnaún quieren retener a Yeshúa para que no se marche de allí; sin embargo, Él tiene que llegar hasta otros lugares porque para eso ha salido, para hacer llegar a todos los pobres la Buena Noticia del Reino.
Yeshúa no es “propiedad” de nadie ni es exclusivo de un grupo o lugar.
Ésta es otra tentación, y esa misma actitud la debe tener el discípulo, nunca puede reducir el anuncio del Evangelio a unos cuantos sólo porque ahí “le va bien”.