Versos del 1 al 3
Al avanzar en la lectura, observamos que YEHOVAH DIOS siempre dirigía sus instrucciones a determinadas personas.
Haríamos bien en fijarnos a quiénes dirigía ÉL tales instrucciones.
YEHOVAH DIOS habló a Moisés como legislador y para que se comunicara con el pueblo.
Aunque las Fiestas implicarían a la “Tienda de las Citas”, los Sacerdotes no fueron mencionados específicamente.
El Pueblo de YEHOVAH DIOS tenía que reunirse para celebrarlas y los Festivales encajarían en el Calendario Anual de Israel.
Cada Fiesta religiosa, tenía un énfasis particular y peculiar.
Los procedimientos completos y Proféticos para con el mundo, a lo largo del tiempo, se presentan en esta sección.
Cada Fiesta era típica y simbólica de algún evento importante, en el programa de YEHOVAH DIOS para el mundo.
Veamos su desarrollo en la lista de Fiestas:
1. La Pascua “La Crucifixión y Muerte de Cristo”. DE ESCLAVITUD A LIBERTAD.
2. El Pan sin Levadura o Panes Ázimos “La Comunión y compañerismo que tenemos con Cristo a causa de Su muerte”. DEPURACIÓN SOLO DOCTRINA DEL REINO.
3. Las Primicias o Primeros Frutos “La Resurrección de Cristo”. AMIGOS.
4. Pentecostés “El comienzo de la Ekklesía (salidos fuera de)”. CONTRATO MATRIMONIAL.
5. Las Trompetas “El retorno de Israel a su tierra (referido al futuro)”. CEREMONIA MATRIMONIAL.
6. El Gran Día de la Expiación “La obra de Cristo en la Cruz por nosotros”. CONSUMACIÓN MATRIMONIAL.
7. Los Tabernáculos “La época de Israel en su tierra (futuro)” HABITAR LA CASA, REFLEJANDO, MULTIPLICANDO, DANDO A LUZ EL REINO DEFINITIVO.
El “Shabbat o Día de Reposo” semanal no podía considerarse propiamente, como uno de los días de Fiesta. Era anterior, al sistema legal de Moisés y se remontaba a la creación original.
Fue reiterado a Israel y en el Deuteronomio 5,15, se expuso una razón adicional para guardarlo.
Dice así: “pues no olvides que fuiste esclavo en la tierra de Egipto, de la que YEHOVAH, tu DIOS, te sacó actuando con mano firme y dando grandes golpes; por eso YEHOVAH, tu DIOS, te manda guardar el día Shabbat.”
Cuando los israelitas eran esclavos en Egipto, tenían que trabajar todos los días. El “Descanso” estaba ligado a su liberación.
Ahora que habían sido liberados de Egipto, debían apartar un día para adorar a YEHOVAH DIOS, en el cual cesase todo trabajo y actividad.
Cuando la Ekklesía primitiva santificó un día de la semana para reunirse en Shabbat, fue establecido el domingo.
Se estableció el primer día de la semana, porque fue el día en que nuestro Señor YESHÚA resucitado de entre los muertos, se reúne con la Ekklesía.
Ese fue el día en que nosotros recibimos una “Liberación Total”.
Dice la carta a los Romanos 4, 25, hablando de Jesús “el cual fue entregado por causa de nuestras transgresiones y resucitado por causa de nuestra justificación”.
El Shabbat o Día del Reposo, pasó de último a ser la prioridad y nosotros pertenecemos a la Nueva Creación.
Dice también San Pablo en 2 Corintios 5, 17 “si alguno está en Cristo, Nueva Criatura es”.
El Shabbat, era para los israelitas un patrón de tiempo. Hablaba de un cese de toda labor, actividad y miraba al futuro, hacia una nueva semana en la que existiría una nueva creación.
Y era también profético, en el sentido en que esperaba ansiosamente la Redención.
El ser humano había perdido el “Reposo” en la primera Creación, pero ahora el reposo sería suyo a través de la Redención.
Dice la carta a los Hebreos 4:9-11 “Queda, por tanto, un reposo sagrado para el pueblo de Dios. Pues el que ha entrado a su reposo, él mismo ha reposado de sus obras, como Dios reposó de las suyas”.
Por tanto, esforcémonos por entrar en ese reposo, no sea que alguno caiga siguiendo el mismo ejemplo de aquellos que no creyeron.
Así que nuestro “Reposo” proviene de la “Redención” y únicamente de la “Redención”.
Aquí dice, que hay un “Reposo” para el pueblo de YEHOVAH DIOS.
¿Y cuál es? Que nuestros Pecados han sido perdonados.
Recordemos las palabras de Yeshúa en Mateo 11, 28 “Venid a mí, todos los que estén cansados y cargados, y yo los haré descansar”.
Por lo tanto, el Reposo y la Redención, constituyen el doble aspecto del shabbat.
El Día del Reposo no era un día de Fiesta. Concordaba con la semana y no con el año.
Una Fiesta, es un Ensayo, en un “tiempo señalado”, apartado y reservado para la adoración.
Versos del 4 al 5
La descripción de la “Fiesta” fue presentada en Éxodo 12, pero en este capítulo, figura colocada en el Calendario del Creador.
Este versículo expone claramente que las Fiestas se iniciaban realmente con la “Pascua” y no con el “Shabbat”.
En Éxodo 12, 2 YEHOVAH Dios dijo: “Este mes será para ustedes el principio de los meses; será el primer mes del año para ustedes.
Esta Fiesta Sagrada representaba a la muerte de Yeshúa Ha Mashiaj como sacrificio de Amor y al valor de Su sangre como nuestra señal del Nuevo Pacto”.
Como dice San Pablo en 1 Corintios 5, 7 “Así que echen fuera la vieja levadura que les corrompe, para que sean como el pan hecho de masa nueva, como el pan sin levadura que se come en la Pascua y el que en realidad son ustedes.
Porque Cristo, que es el Cordero de nuestra Pascua fue muerto en sacrificio por nosotros”.
La “Pascua”, se originó en el evento histórico de la última plaga de Egipto con la muerte de los hijos primogénitos.
Israel, recibió instrucciones para matar un cordero y poner su sangre en los marcos de las puertas de sus casas.
Ellos, debían permanecer dentro de casa, asar el cordero y comerlo. El ángel de la muerte pasaría de largo por cada puerta, que estuviese marcada por la sangre.
En el libro de Números capítulo 9, constatamos que los israelitas observaron la Pascua, cuando se encontraban acampados en el Monte Sinaí.
La “Pascua” encontró su cumplimiento la noche del arresto del Señor Yeshúa Ha Mashiaj.
Siendo el Primogénito ofrecido voluntariamente, para liberar al resto del rebaño.
Yeshúa el Mesías, es el cordero de la sombra profética del Éxodo 12, en su sangre fuimos renovados.
Pero vemos al Cordero muerto en el Apocalipsis 5, 6, la “Pascua” se celebrará nuevamente en el Reino.
Según las siguientes palabras de Yeshúa en Lucas 22, 16 “porque les digo que nunca más volveré a comerla hasta que se cumpla en el Reino de YEHOVAH DIOS”.
Las Fiestas son convocaciones Eternas.
Versos del 6 al 8
Aunque ésta se consideraba una Fiesta separada, sucedía inmediatamente a la Pascua.
La “Pascua”, era observada en el día matando y cocinando el cordero que se comería al día siguiente, el primer día de la semana de la Fiesta del “Pan sin Levadura o de Panes Ázimos”.
Su origen histórico estaba en conexión directa con la “Pascua” (Éxodo 12, 14-28).
El “Pan sin Levadura” debía comerse durante siete (7) días, comenzando el día siguiente a la Pascua.
En los Evangelios de Mateo y Marcos, la “Pascua” y el “Pan sin Levadura”, se consideraban una sola Fiesta.
La levadura en estos pasajes, es el símbolo característico de la cultura del mundo, la carne y el demonio.
El “Pan sin Levadura” nos habla de la Comunión y Compañerismo con Yeshúa Ha Mashiaj, basado en Su Redención.
Mantenido por la vida Pura y Santa del creyente, libre de toda basura del pasado (1 Corintios 5, 7-8).
No debían realizarse trabajos duros. En aquellos días, los participantes de la Fiesta tenían que descansar de sus ocupaciones diarias.
Se presentaban ofrendas quemadas, que se referían a holocaustos, ofrendas de cereal y ofrendas por el pecado.
El primero y el séptimo días de la semana del Pan sin Levadura, eran los días especiales en que se convocaba una Reunión Santa.
Mientras la “Pascua” nos hablaba de la muerte de Cristo por nuestros pecados, el “Pan sin Levadura” nos recuerda, que su muerte nos trajo a la “Restauración de nuestra Comunión con Él”.
En base al hecho que murió por nosotros, como creyentes, vivimos por la Obediencia en Pureza y permanecemos Limpios, confesando nuestros pecados, mientras continuamos nuestra vida cristiana.
Hablando de esa limpieza, en Juan 13, 8, Yeshúa les dijo a los suyos y a uno en particular (Pedro): “Si no te lavo, no tienes parte conmigo”.
Esto significa, que el “Valor de la sangre del Mashiaj” continúa para el creyente, después de que éste ha sido Salvado.
Dice el apóstol Juan 1, 7 “mas si andamos en la luz, como Él está en la luz, tenemos comunión los unos con los otros, y la sangre de Yeshúa su Hijo nos limpia de todo pecado”.
La sangre de Yeshúa Ha Mashiaj continúa manteniéndonos Limpios y Puros. Este era el significado de la Fiesta del Pan sin Levadura.
Versos del 9 al 11
Esta Fiesta, no podría celebrarse hasta que los israelitas salieran del desierto y entrasen en la tierra prometida.
Cuando siembran el grano en la tierra, debían estar atentos a la aparición de las primeras espigas de cebada.
Cuando veían los primeros tallos, debían recogerlos formando una gavilla o manojo.
Entonces las gavillas serían traídas a la “Tienda de las Citas” y el Sacerdote las ofrecería a YEHOVAH DIOS.
El cálculo del día de la mecida tiene como epicentro el día después del Shabbat semanal, en medio de la “Fiesta de los Ázimos”.
En el año en que Yeshúa subió a Cruz, la “mecida” coincidió con su manifestación resucitando en día después del “Shabbat” en mitad de la “Fiesta de los Ázimos”.
Ahora bien, fue sencillamente “Perfecto” porque Yeshúa es nuestra “Primicia”.
Lo que ocurrió, no siempre es así, porque los días fijos de Fiesta son el 14 y el 15 de Aviv independientemente del día de la semana que caigan.
En el Calendario Bíblico de YEHOVAH DIOS, la cosecha del trigo debe hacerse entre el 5 y el 9 del tercer (3) mes.
YEHOVAH DIOS, exige que se cuenten cincuenta (50) días para la gavilla del trigo, en las Fiestas de las Semanas que debe caer en el primer día de la semana, después de siete (7) semanas completas.
Entonces, debe ser el primer día de la semana (domingo), entre los días del 5 al 9 del tercer (3) mes del año.
Cuando en el comienzo de la “Fiesta de los Panes Ázimos” coincide con el Shabbat semanal, se hace la mecida en el mismo primer día de la semana.
Esta particularidad, hace coincidir la “Fiesta de Pentecostés” con el día cinco (5) del mes tres (3) del Calendario Bíblico.
YEHOVAH DIOS, quiso que llevásemos la cuenta y que no fuera un día fijo en número del Calendario.
Sabemos que siempre será en domingo, pero ha de ser en fechas que van entre el 5 y el 9 incluidos los extremos.
Lo importante, es observar que la gavilla es ofrecida el Primer Día de la Semana.
Lo que resulta muy significativo, porque Cristo fue calificado como las primicias, en 1 Corintios 15, 20 “Cristo ha resucitado de entre los muertos, primicias de los que durmieron”.
Y en el mismo capítulo 15, 23 hablando del orden de la resurrección, dice: “Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo en su venida”.
El momento de Su resurrección está claramente detallado en Mateo 28, 1, que dice: “Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, María Magdalena y la otra María vinieron a ver el sepulcro”.
En el primer día de la semana, Cristo “Las primicias” resucitó de entre los muertos.
Algún día la Ekklesía estará incluida tangiblemente en la resurrección, pero hasta el momento, Él es el único que ha sido resucitado con un cuerpo glorificado.
Cuando Él recoja a Su Ekklesía, “Todos resucitaremos”.
Él representó “Las Primicias”, “Los primeros Frutos de la Cosecha” y posteriormente, los que pertenecen a Cristo, también “resucitarán en Su Venida”.
Bien pueden aplicarse aquí las palabras de Yeshúa mismo en Juan 12, 24 “si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, produce mucho fruto”.
El ofrecimiento de los “Primeros Frutos”, indicaba que a continuación llegaría la “Cosecha” y los creyentes son esa “Cosecha”.
Versos del 12 al 14
Las ofrendas acompañaban a la celebración de este día. No se añadía ninguna ofrenda por el pecado, porque ésta estaba incluida en la muerte de Yeshúa Ha Mashiaj, en la que YEHOVAH DIOS había tratado el problema del pecado.
Estas ofrendas eran de un aroma agradable. San Pablo dijo en 2 Corintios 5, 21 “Yeshúa Ha Mashiaj no cometió pecado alguno, pero por causa nuestra YEHOVAH DIOS lo hizo pecado, para así, en el ungido, hacernos a nosotros justicia de YEHOVAH DIOS”.
Y en Juan 14, 19 Yeshúa nos alienta con una poderosa esperanza: “porque yo vivo, ustedes también vivirán”.
La Nueva cosecha de grano no podría ser disfrutada, hasta que el Sacerdote la meciera al presentarla ante YEHOVAH DIOS.
Para los creyentes, la “Muerte y Resurrección de Cristo” nos introduce a nuevas Relaciones y Bendiciones.
Dice 2 Corintios 5, 17 “si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas”.
Esto no significa, que simplemente algunos hábitos de la persona cambiarán.
Significa, que somos desvinculados de la vieja naturaleza heredada de Adán y Unidos al Señor Jesucristo.
Ahora, tenemos un “Nuevo Propósito”, una “Nueva Meta”, una “Nueva Alegría, una “Nueva Vida” y todo ello, destruirá a los viejos hábitos. Porque Él hace todas las Cosas Nuevas.
Versos del 15 al 16
Esta Fiesta siempre caía en el “Primer día de la semana”. Contaban siete (7) sábados, (7) semanas o cuarenta y nueve (49) días.
Entonces, en el día cincuenta (50), el día después del séptimo Sábado, el primer día de la semana, era “Pentecostés”.
Se cumplían cincuenta (50) días después de la presentación al Señor de la gavilla mecida de las primicias.
La Ekklesía (la novia) cambió de estado civil el primer día de la semana. Y fue en el primer día de la semana, que nuestro Señor Yehúa se mostró resucitado.
¿No nos dice esto algo? ¿No sería extraño que la Ekklesía retrocediese y guardase el antiguo Shabbat que pertenecía a la vieja creación, cuando la Ekklesía es una nueva creación?
Cuando la Ekklesía se reúne el primer día de la semana, estamos celebrando la “Resurrección del Señor Yeshúa y el día de las Bodas del Cordero con la Ekklesía.
A esta festividad se la llama también la “Fiesta de las Semanas”.
El significado típico y simbólico de “Pentecostés”, no ha quedado librado a la especulación humana.
Dice el libro de los Hechos 2, 1- 4. Cuando llegó el día de “Pentecostés”, estaban todos juntos en un mismo lugar.
Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba habilidad para expresarse.
La llegada del día de “Pentecostés”, significaba el cumplimiento de la Fiesta expuesta en Levítico.
Indicaba la venida del Espíritu Santo para bautizar a los creyentes, uniéndoles al cuerpo de Cristo, al nuevo organismo espiritual y el comienzo del llamado para formar la Ekklesía.
Como ya dijimos, “Pentecostés” señaló el nacimiento de la Ekklesía.
El Espíritu Santo (Ruaj Hakodesh) vino cincuenta (50) días, después de la resurrección de Yeshúa Ha Mashiaj.
YEHOVAH DIOS, estaba actuando de acuerdo con su Calendario y puntualmente. Tenían que presentar una nueva ofrenda de cereal, que era una figura de la Ekklesía.
La Ekklesía era algo nuevo. Yeshúa no dijo que nos proveería una ropa vieja, como si fuese una especie de remiendo.
Él vino para traernos un “Nuevo Manto de Justicia”. “Estar unido a Cristo, es estar revestido de su justicia. Así es como YEHOVAH DIOS nos ve”.
Es necesario que tomemos nota de la secuencia temporal. Después de la “Resurrección” del Señor Yeshúa, Él estuvo visible por cuarenta (40) días.
Después, precisamente antes de ascender al cielo, les dijo a los suyos que no debían salir de Jerusalén, sino que tendrían que esperar por la Promesa de YEHOVAH DIOS.
Les dijo, que serían investidos de poder de lo alto (Lucas 24, 49).
En Los Hechos 1, 5 les dijo: “serán bautizados con el Espíritu Santo dentro de pocos días”.
Diez días más tarde, en el día de “Pentecostés”, el Espíritu de YEHOVAH DIOS vino sobre ellos.
Verso 17
Existe una tendencia Teológica ampliamente aceptada, que identifica a la levadura de forma general con el pecado.
Ahora bien, esto es incorrecto en este verso observamos que en la ofrenda de “Pentecostés”, YEHOVAH DIOS acepta el pan leudado.
Entonces, para ellos en esta Fiesta YEHOVAH DIOS, siendo Santo acepta una ofrenda defectuosa lo cual es inconsistente.
No entienden, que la levadura es simplemente doctrina (enseñanza) y la hay tanto buena como mala.
Yeshúa mismo comparó la buena levadura como la que usa la mujer para preparar el Pan haciendo un paralelo para indicar cómo es que crece el Reino de los cielos (Mateo 13, 33 y Lucas 13, 20-21.).
YEHOVAH DIOS es Santo. No admite ofrendas defectuosas. Por ello, tuvo que ofrecerse el Hijo unigénito como cordero sin mancha.
En “Pentecostés” la levadura es el Rema, el Espíritu Santo (Ruaj Hakodesh) que hace crecer la comprensión de la Palabra de vida en cada uno de nosotros.
En el Sinaí, los Hebreos recibieron el Logos y se concretó mil doscientos (1200) años después en Jerusalén, donde la novia recibe el Espíritu del Amado, el deseado de todas las naciones de la tierra.
Verso del 18 al 20
En esta ocasión debían presentarse todas las ofrendas. Todo lo que Cristo es y todo lo que Él ha hecho ha sido traspasado a la Ekklesía.
Los creyentes pueden recurrir a Él para todo. En primer lugar, tú puedes acudir a Él para recibir la Salvación.
Luego podrás venir a Él para recibir ayuda, Misericordia, Simpatía y Consuelo. Puedes venir a Él, ante todas las situaciones de la vida.
Así que, en esta ocasión se hacían todas las ofrendas.
¿No resulta interesante ver que el Señor, a través de estas figuras, nos estaba enseñando algunas de las mayores verdades? El utilizaba imágenes, símbolos, antes que términos teológicos.
Verso 21
En ese día debían descansar e interrumpir sus propios trabajos. Esto es lo que tú y yo hemos de hacer cuando venimos a Cristo.
Dice la carta de San Pablo a Tito 3, 5 “y nos salvó, no porque nosotros hubiéramos hecho nada bueno, sino porque tuvo compasión de nosotros”.
Por medio del lavamiento nos ha hecho nacer de nuevo; por medio del Espíritu Santo nos ha dado Nueva Vida.
Verso 22
El día Santo se adapta a la tierra. En medio de la celebración tenían que recordar al pobre y al extranjero.
Este es el aspecto práctico de la obra de la Ekklesía y de todos los creyentes en la actualidad.
Hemos sido Salvados por Gracia, pero tenemos la Comisión de hacer llegar la Palabra de YEHOVAH DIOS, a las personas y serles de ayuda.
Debemos presentarles el mensaje del Evangelio, para que reciban el alimento espiritual que su alma necesita.
Así hizo Yeshúa Ha Mashiaj, cuando alimentó a las multitudes.
Recordemos, que las personas fueron sustentadas con el alimento físico, después de escuchar el Evangelio durante tres (3) días en el desierto.
YEHOVAH DIOS, nos hizo nacer por la Palabra de Verdad y su Santo Espíritu, para que fuéramos las primicias de sus criaturas.
La primera Ekklesía cristiana estaba formada por judíos, quienes eran las primicias, los primeros frutos. Pero éstos serían seguidos por multitudes de no judíos, de muchas naciones.
Versos del 23 al 25
Aquí es importante la fecha. En el séptimo mes se celebraban tres (3) Fiestas. Es una especie de mes sabático, así como había un día sabático y un año sabático.
Esta Fiesta marcaba el comienzo del año civil, así como la Pascua marcaba el comienzo del año religioso.
De acuerdo con Números 10, el sonido de dos (2) trompetas de plata servía para movilizar a los israelitas en el desierto. Se hacían sonar siete (7) veces para ponerles en marcha.
En el libro de Apocalipsis se mencionan siete (7) trompetas que abarcan el período de la Gran Tribulación, antes que Israel experimente su restauración para el Reino.
Dice también el Salmo 89, 16 “Dichoso el pueblo que sabe aclamarte, y que avanza a la luz de tu faz, Señor,”.
Las trompetas estarán igualmente relacionadas con el juicio futuro.
Versos del 26 al 32
Gran “Día de la Expiación” fue detalladamente expuesto en el capítulo 16. Se repite 3 veces “ayuno o penitencial”. Era un día solemne, antes que festivo y diferente a todos los otros.
En contraste, es interesante observar que la trompeta del Jubileo se hacía sonar cada cincuenta (50) años en el Día de la Expiación y que denotaba alegría y regocijo (Levítico 25, 8-9).
Así también hay liberación, cuando se paga el precio por nuestra Salvación. Ese era el año del Jubileo. Debe haber sido un año realmente glorioso.
Versos 33 al 36
Esta era la tercera Fiesta del séptimo mes, también llamada de las enramadas o de las cabañas.
Era al mismo tiempo una Fiesta conmemorativa y profética. Seguída a pocos días al “Gran Día de la Expiación”.
Como conmemoración, recordaba los días en que los israelitas vagaron por el desierto, cuando habitaban en tiendas.
Proféticamente, señalaba al tiempo en que YEHOVAH DIOS removería totalmente su pecado y podrían habitar nuevamente, sin peligro, en la tierra prometida.
Dijo el profeta Zacarías 12, 10 “Y derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén, el Espíritu de gracia y de súplica, y me mirarán a mí, a quien han traspasado.
Y se lamentarán por ËL, como quien se lamenta por un hijo único, y llorarán por El, como se llora por un primogénito”.
Y en este mismo libro en 13, 1 “Aquel día habrá una fuente abierta para la casa de David y para los habitantes de Jerusalén, para lavar el pecado y la impureza”.
Además el profeta Miqueas 4, 4 “Cada uno se sentará bajo su parra y bajo su higuera, y no habrá quien los atemorice, porque la boca del Señor de los ejércitos ha hablado”.
Versos del 37 al 38
Hay un énfasis especial en los días Festivos, para revelar las cosas en que YEHOVAH DIOS se deleita para el beneficio de su pueblo.
Tenemos que practicar los Shabbat y las Fiestas de YEHOVAH DIOS, no son solo los judios. El Padre Creador, se deleita en nuestra Obediencia.
Versos 39 al 44
Después del “Gran Día de la Expiación o del Perdón”, en el que se efectuaba una plena Expiación y perdón de los pecados, se recogía la cosecha y el fruto de la tierra, se celebraba esta alegre ocasión.
Al vivir en enramadas, recordaban su marcha por el desierto y pensaban en aquel día futuro en el cual, ya no morarían en enramadas, como en el desierto.
Sino que disfrutarán del Reino. Esa era su esperanza para esta tierra.
Hay un pasaje Bíblico que nos habla de una Celebración Profética de la cual los israelitas disfrutarían durante el Reino.
Nos habla de ello, nuevamente el profeta Zacarías, esta vez en 14, 16-18.
“Después de esto, los sobrevivientes de los mismos pueblos que lucharon contra Jerusalén irán año tras año a adorar al Rey, el Señor Todopoderoso y a celebrar la Fiesta de las Enramadas, Fiesta de Tabernáculos o Succot”.
Y si alguna de las naciones de la tierra no va a Jerusalén a adorar al Rey, el YEHOVAH todopoderoso, la lluvia no caerá en sus tierras.
Y si los egipcios no van, YEHOVAH DIOS los castigará, del mismo modo que a cualquier otra nación que no vaya a celebrar la Fiesta de las Enramadas.
La carta a los Hebreos 11 dijo que todos aquellos que así creyeron y compartieron esta esperanza en los tiempos del Antiguo Testamento, habían muerto en la Fe.
No habiendo recibido las promesas pero contemplándolas de lejos. Estaban convencidos de la veracidad de tales Promesas y las aceptaron.
Como creyentes, esa es también nuestra esperanza. Es nuestra Certeza.
Todos aquellos que hemos recibido a Yeshúa Ha Mashiaj como Salvador y Señor de nuestra vida, podemos contemplar ese futuro maravilloso.
Viviendo ya en nuestros días, anticipadamente, por la Fe, la gozosa experiencia del cumplimiento y la culminación de todas las promesas de YEHOVAH DIOS.