Versos del 1 al 9
Acallado el tumulto popular, se observa la intervención de Holofernes que intervino violentamente.
En presencia de Moab y de toda la muchedumbre de extranjeros increpó a Ajior y a los mercenarios de Amón.
Su ejército les demostrará que se han equivocado al meterse en profetas de mal agüero.
Holofernes rechaza la posibilidad de que YEHOVAH DIOS de Israel, pueblo formado como “huidos de Egipto”, pueda prevalecer contra el omnipotente Nabucodonosor.
Anuncia la derrota completa de Israel, que no podrá resistir el empuje de su caballería. Ajior será testigo de este desastre.
Holofernes no menciona el nombre de Betulia, pero da a entender que los judíos preparan la resistencia “en una de las ciudades de la subida”.
Estaba tan creído Holofernes de su victoria, que no temía que Ajior revelara a los de Betulia sus planes guerreros.
Pero la razón fundamental por la cual Ajior es entregado y colocado en Betulia, es para que una vez, cortada la cabeza de Holofernes, diera Fe de que era la del generalísimo del ejército de Nabucodonosor.
Versos del 10 al 13
En estos versos se explica como Ajior es llevado a Betulia. Por las palabras del texto se deduce, que no existía un frente continuo, sino focos aislados de resistencia.
De ahí que los siervos de Holofernes penetraran en territorio israelita y se acercan a Betulia.
Al divisarlos los hombres de la ciudad, en vez de salir a su encuentro y rechazarlos, subieron a la cima del monte, desde donde los honderos lanzaban piedras contra los intrusos.
Versos del 14 al 17
Cuando regresaron los asirios a su campamento, descendieron los hombres del pueblo a la falda del monte, hallaron a Ajior y desatándolo, le entregaron a los jefes de la ciudad, pertenecientes a la tribu de Simeón.
El autor sagrado nos muestra a Simeón, poco afortunado en la bendición de Jacob (Genesis 49, 5-7), cuya tribu llevó siempre una vida lánguida y deslucida (2 Crónicas 15, 9; 34, 6), fundida con la tribu de Judá.
En Judit (9, 2-4) se alaba a Simeón por “haberse vengado de los extranjeros que habían violado a una doncella”.
Versos del 18 al 21
Durante aquella noche perseveraron en la oración, invocando el auxilio de YEHOVAH DIOS.
En este momento crucial para la ciudad no existen preparativos de carácter militar y estratégico.
Ellos saben que la victoria o la derrota está en manos de YEHOVAH DIOS.