El Valor doctrinal del libro de Judit es que es un libro fundamentalmente religioso, la tesis central del mismo se plantea en Judit 5, 20-21.
Especial providencia de YEHOVAH DIOS por el pueblo de Israel mientras éste le sea fiel, no solamente rechazando la idolatría, sino evitando aun las más leves transgresiones legales.
Puede permitir YEHOVAH DIOS que le sobrevengan grandes calamidades, pero aun entonces debe Israel esperar en YEHOVAH DIOS, que permite estos males para probar su fidelidad, no para castigarle.
El pecado es el gran enemigo de la alianza, el mayor de todos es la idolatría, pero también otras faltas menos graves debilitan los lazos de la alianza.
Quienes juzgan las acciones de Judit con un enfoque moderno, le imputan varios pecados: mentira, seducción, acción voluntaria de ponerse en peligro próximo de pecar, asesinato de Holofernes, utilización de medios ilícitos para lograr un bien.
Pero no es Judit un libro de casos de conciencia, ni de edificación, sino más bien un tratado teológico.
Ningún pecado le recrimina el autor sagrado, que ve en ella un instrumento débil del cual se sirve YEHOVAH DIOS para castigar a los enemigos de su pueblo.
Por el hecho de que su pureza salió ilesa de las provocaciones de Holofernes, a quien decapitó, algunos teólogos consideran a Judit como figura de la Inmaculada Concepción, a María se aplican las palabras de Judit 15, 9.
Versos del 1 al 4
Por haber arrasado el país en sus incursiones bélicas, por la profanación del Templo y por la humillante deportación a Babilonia fue Nabucodonosor, a juicio de los judíos, el prototipo del soberano despótico, cruel e impío.
“Reinó sobre los asirios, en la gran ciudad de Nínive” por documentos se conoce la lista completa de los reyes de Asiría desde 930 hasta 612 antes de Cristo.
Fecha en que fue destruida la ciudad por Gyaxares y Nabopolasar, no figurando en los mismos ningún rey con el nombre de Nabucodonosor.
¿Cómo explicar esta anomalía histórica? Los exegetas han identificado a Nabucodonosor con Asurbanipal (669-626), Darío I (521-486), Artajerjes III Oco (358-337), entre otros, con estas hipótesis no se solucionan las dificultades históricas del libro.
La misma incertidumbre presenta la mención de Arfaxad, rey de los medos, cuya identificación debe ser correlativa con la de Nabucodonosor, ningún rey lleva este nombre, como personal figura en Genesis 10, 22; 11, 10.
Fue Ecbatana la capital del reino de los medos y más tarde residencia de verano de los monarcas persas (Esdras 6,2), fundada hacia el año 700 a. C. por Deyoces, hijo de Phaortes.
Situada en una región montañosa, en la encrucijada de las comunicaciones de Persia con el valle del Eufrates, tenía un comercio muy floreciente. Se habla de Ecbatana en Tobias 3, 7; 6, 7; 2 Macabeos 9, 3.
Las fortificaciones de Ecbatana eran impresionantes, siete murallas concéntricas de la misma altura, con los muros de diversos colores, custodiaban el palacio real y sus tesoros.
Las medidas de las fortificaciones traducidas en metros son las siguientes:
1) Piedras labradas: 3,12 metros de largo por 1,56 de ancho; 2) altura de las torres: 52 metros, con una anchura de 31,20 metros; 3) puertas: medían 36, 40 metros de alto por 20, 80 metros de anchura.
Versos del 5 al 6
La expresión “en aquellos días” debe entenderse del año 17 de Nabucodonosor, según el texto griego del Vs 13 o del año 12 del mismo, conforme a la Vulgata.
La vulgata es una traducción de la Biblia hebrea y griega al latín, realizada a finales del siglo IV, por Jerónimo de Estridón. Fue encargada por el papa Dámaso I dos años antes de su muerte
El combate que anuncia en este verso y cuya descripción se hace en los Vs 13 y 16, tuvo lugar en la gran llanura que se extiende en los confines de Ragau. ¿En dónde emplazar esta gran planicie?.
En la inscripción de Bischtun de Darío I (año 520) se cita dos veces la región de Raga. El historiador Tolomeo habla de una llanura de nombre Ragiana.
Existe actualmente la ciudad Rai a 160 kilómetros al noroeste de Ecbatana.
En resumen, se desconoce el emplazamiento exacto de la ciudad de Ragau.
Entre los aliados de Arfaxad se cuentan las tribus de la meseta del Irán occidental (Zagros), los ribereños del Éufrates, del Tigris y del Hidaspes.
Se ignora a qué río corresponde este último. Se descarta el Hidaspes, llamado hoy Geh-lam, en el Panjab y que desemboca en el Indo.
También son aliados los habitantes de la llanura de Arioj, rey de los elamitas o elymeos.
Arioc es un personaje que se menciona en Genesis 14, 1 como rey de Elasar, se desconoce el emplazamiento concreto de esta llanura.
“De modo que fueron muchos los pueblos que se juntaron a las huestes de los hijos de Jueleud” se pondera la potencia de los confederados contra Nabucodonosor.
“Hijos de Jeleud”, frase que se omite, pueden ser o bien los caduseos, los caldeos, o los pueblos de la región de Quilmad (Ezequiel 27, 23), que se traduce por Media y los LXX por Carmenia, que corresponde a la región llamada actualmente Kerman, al sudeste de Persia.
Versos del 7 al 12
Según el texto, envió Nabucodonosor su mensaje a pueblos del este y del oeste.
En la lista del grupo extremo occidental se sigue una línea geográfica de nordeste a sudoeste: Cilícia, Damasco, Líbano, Ante líbano, “la costa del Mar”, con la Fenicia y territorio de los filisteos.
Del territorio de Palestina cita los pueblos del Carmelo, porque se coloca a Betulia en el ámbito geográfico del Carmelo, hacia su extremidad sudoriental.
Del Carmelo se pasa a Galaad, región situada al otro lado del Jordán, entre el Yaboc y el Yarmuc. Es la primera vez que se habla en la Palabra de YEHOVAH DIOS de la Alta Galilea como término geográfico.
La extensa y fértil planicie enclavada en la Baja Galilea, delimitada al sur por el Carmelo y los montes de Samaría y al norte por los de Galilea, es llamada en el libro de Judit (1, 8; 3, 9; 4, 6; 7, 3) llanura de “Esdrelón”.
La expresión “al otro lado del Jordán” es ambigua y puede designar la Transjordania o la Cisjordania, según el lugar en que se sitúe el historiador.
Aquí el punto de referencia de Nabucodonosor es Asiria y por lo mismo, la frase citada se refiere a los territorios de la Cisjordania.
La tierra de Gesén corresponde a la región de Gosén, en la cual moraban los israelitas durante su permanencia en Egipto.
Menfis es la antigua capital del Bajo Egipto, llamada Nof en hebreo (Isaías 19, 13; Jeremías 2, 16).
Los pueblos de occidente despreciaron el mensaje de Nabucodonosor. La Vulgata dice: “Omnes uno animo contradixerunt”. “Todos desecharon su invitación de apoyarle en la lucha contra Arfaxad”.
A sus ojos, el monarca era un rey aislado políticamente, incapaz, por lo mismo, de hacer frente con las armas a todas las naciones unidas, a los mensajeros del rey se les negaron incluso los presentes rituales.
Versos del 13 al 16
Nabucodonosor jura por su trono que se vengará del ultraje inferido. La expresión equivale a jurar por la divinidad, de la cual era él el representante en todo su imperio.
La soberbia del rey es tanta, que no puede concebir que pueblo alguno se atreva a contradecir sus designios.
Jura vengarse de Moab, de Amón (2 Reyes 24, 2; Genesis 12, 5) y de Judea, cuyas naciones se mencionan por el designio literario del autor de preparar la narración ulterior del libro.
El amonita Aquior es una figura relevante del libro (Judit 5, 1; 6, 20; 11, 9-11; 14, 5-10). La mención de Judea es un toque de alerta para el lector.
Los pueblos se equivocaron al valorar la potencia bélica de Nabucodonosor.
Solo con su propio ejército, presentó batalla a Arfaxad, derrotándole completamente en batalla campal y aniquilando todo su ejército, compuesto de infantería, caballería y carros de combate.
Los datos que anteriormente había señalado el texto (Judit 1, 2-4) sobre Ecbatana, daban la impresión de que era una ciudad invulnerable, pero no hay potencia humana capaz de oponerse al poder e ímpetu de Nabucodonosor.