Versos del 1 al 5
En estos versos vemos el duro servicio del sufrimiento de Job, viendo su sufrimiento presente como el trabajo fútil y desalentador de un siervo o jornalero.
Sentía que no había esperanza o recompensa, solo agotamiento, describió su condición física en dolorosos términos, sufría de insomnio y la aflicción de su piel regresaba una y otra vez.
Versos del 6 al 10
Job lamenta la futilidad de la vida en estos versos, no dijo esto en un sentido positivo, como diciendo “Cielos, mira qué rápido se va el tiempo”.
Como se describe en los versículos anteriores, en esta temporada el tiempo se arrastra para Job a través de sus noches dolorosas y faltas de sueño.
Sin embargo, cuando veía a su vida en su totalidad, parecía ser una mancha insignificante, sin esperanza y como un soplo.
Esta es una de las declaraciones de Job sobre la vida después de la muerte, que se encuentran esparcidas por todo el libro. Estas declaraciones son una combinación de incertidumbre como aquí y confianza triunfante como en Job 19, 25-26.
Versos del 11 al 16
Aquí Job clamó a YEHOVAH DIOS, primero preguntándose si no era una criatura peligrosa.
“Hablaré en la angustia de mi espíritu que necesitaba ser vigilada y refrenada por YEHOVAH DIOS”, somos más como el mar o el monstruo marino de lo que nos gustaría admitir:
· El mar es inquieto, así es también nuestra naturaleza.
· El mar puede ser terrible y furioso, también nosotros.
· El mar nunca puede ser satisfecho, tampoco puede el hombre pecador.
· El mar puede ser malvado y destructivo, también lo es el hombre pecador.
· El mar no obedecerá, ni lo hará el hombre pecador
A Job le fue negado incluso el consuelo del sueño y del descanso. Cuando se acostaba a dormir sobre su cama o lecho, era perturbado por sueños horripilantes y visiones aterradoras.
Él necesitaba descansar durmiendo, pero tenía miedo de cerrar los ojos debido a las horribles imágenes que se presentaban a su imaginación. ¿Podía haber un estado más deplorable que éste?.
La condición de Job es tan miserable que, a este punto, su alma prefería la liberación de la muerte, diciéndole a YEHOVAH DIOS, “Déjame”. En este momento a Job le parece que YEHOVAH es un torturador.
El lector sabe que YEHOVAH estaba usando en medios secundarios y que la concepción que Job tenía del Altísimo como torturador era distorsionada.
Versos del 17 al 21
Job apela a YEHOVAH DIOS: “¿He pecado?”. Job sentía en ese momento que la atención de Dios no era deseada.
Si toda su calamidad venía de mano de DIOS, Job se preguntaba porqué DIOS no podía simplemente dejarlo en paz.
El lenguaje del verso 17 es demasiado similar al del Salmo 8 como para ser una coincidencia.
Los eruditos están divididos en cuanto a cuál fue primero. Parecería mejor decir que las líneas de Job vinieron primero y que David en el Salmo 8 reestructuró el tema doloroso de Job a uno lleno de alabanza.
Job preguntó, “¿Qué es el hombre?” pero no esperó la respuesta. El hombre es más de lo que creemos, de otra manera YEHOVAH DIOS nunca tomaría semejante tiempo y dolores con él.
Cuando un lapidario pasa años sobre un solo diamante, el observador más descuidado comienza a evaluar apropiadamente su valor intrínseco.
Job no podía entender por qué parece ser el blanco de YEHOVAH DIOS y si Job había pecado para provocar todo su sufrimiento, le preguntó a DIOS “¿por qué no quitas mi rebelión?”.
Deseaba poder escapar de la vida y de YEHOVAH DIOS durmiendo en el polvo, su tumba. Éste es uno de sus evidentes pasajes pesimistas acerca de la vida después de la muerte.
Todo lo que Job conocía acerca de YEHOVAH DIOS aún lo cree, pero los caminos inexplicables del Altísimo tienen su mente perpleja hasta el límite.
Job está en lo correcto, pero no sabe que DIOS está observando con compasión silenciosa y admiración hasta que la prueba haya sido completada y sea tiempo de declarar Su aprobación públicamente (Job 42, 8).
Nos gusta hablar acerca de “tener la Fe para sanar”, pero ¿Qué de tener la Fe para estar enfermos?.