Versos del 1 al 6
Job era bendecido en su relación con YEHOVAH DIOS, no solo anhelaba los días antes de que perdiera a sus hijos, su salud y su riqueza, anhelaba especialmente los días antes de que perdiera su sentido de la cercanía de YEHOVAH DIOS.
Hubo un tiempo donde sentía que el Todopoderoso lo guardaba y esos días habían terminado.
Job cariñosamente recordaba los días en los que parecía que el Altísimo estaba con él, en vez de contra él.
Nos recuerda el hecho que la gran crisis de Job, después de sus catastróficas pérdidas era principalmente espiritual, en que no sentía el apoyo ni el auxilio del Altísimo en las consecuencias de sus pérdidas.
Las formas en las que Job sentía esta gran pérdida de YEHOVAH DIOS.
· Primero, se queja de que ha perdido la consciencia de la preservación divina “Como en los días en que el Altísimo me guardaba”.
· Job también había perdido la consolación divina, porque ve atrás con lamentación al tiempo en el que la lámpara del Padre brillaba sobre su cabeza, “Cuando hacía resplandecer sobre mi cabeza su lámpara”.
· Además, Job deploraba la pérdida de la iluminación divina “Por su luz”, dice, “yo caminé por la oscuridad”’ es decir, la perplejidad dejó de ser perplejidad.
· Adicionalmente, Job había perdido su comunión divina, lloraba los días de su juventud, cuando el secreto de YEHOVAH DIOS era su tabernáculo, “Cuando el favor de DIOS velaba sobre mi tienda”.
Job pintó una imagen hermosa, si no exagerada, de su antigua vida feliz, genuinamente sentía que estaba en comunión con el Omnipotente y que la bendición fluía en cada área de su vida.
Versos del 7 al 17
Job era bendecido en sus relaciones con la gente, en este y en los siguientes versos recordaba cuán grandemente era respetado en la comunidad.
Tenía una posición de liderazgo y era respetado por los jóvenes y honrado por los ancianos, incluso príncipes principales guardaban silencio y lo escuchaban.
Job no solo obtenía la atención de la gente y los líderes de la ciudad en días pasados, también les agradaba y les gustaba lo que tenía que decir, era bienaventurado y los que lo escuchaban daban testimonio de él.
Describía como su reputación de sabiduría y bondad era merecida, siendo un hombre lleno de obras buenas y nobles, especialmente para los pobres y los desamparados.
Versos del 18 al 20
El antiguo sentido de seguridad y confianza de Job. “En mi nido moriré y como arena multiplicaré mis días, en su antigua confianza”, sentía que moriría feliz y seguro en su nido, después de una vida larga y buena.
Podemos sentir el antiguo sentido de bendición y vida abundante que tenía Job, su antigua vida bendecida hacia su presente crisis mucho más difícil de soportar y aparentemente injusta.
“Y en mis ramas permanecía el rocío” es una metáfora tomada de un árbol sano creciendo al lado de un riachuelo donde hay mucha agua, el cual como consecuencia florece en todas las temporadas, su hoja no se marchita, ni su fruto se cae, (Salmo 1, 3; Jeremías 17, 8).
Versos del 21 al 25
La antigua autoridad de Job y su liderazgo en la comunidad, están descritos en estos versos.
Job una vez más recordaba cuán grandemente era respetado y estimado en la comunidad, hombre honrado por sus sabias palabras.
Esto resalta el tremendo contraste entre la anterior estima que Job gozaba y la terrible crítica que había soportado de sus amigos.
Hubo un tiempo donde nadie hubiera criticado a Job, de la manera en que lo hacían sus amigos.
Job es también un ejemplo de cómo un hombre rico y poderoso debería vivir su vida, no en auto indulgencia, sino con cuidado y preocupación por los menos afortunados.