Versos del 1 al 3
Bildad reprende a Job por sus palabras y su baja opinión de sus amigos, básicamente regresó las palabras de Job que utilizó en Job 16, 3.
Parece que ya todos estaban cansándose de escucharse hablar unos a otros, sin embargo el asunto estaba lejos de ser resuelto.
Bildad una vez más se dirige a Job en el plural (Job 8, 2) probablemente hablándole como representando a una clase: como Job había hecho antes en su respuesta a Sofar (Job 12,2).
Él continúa intercambiando insultos con Job. Ambos se acusaban mutuamente de ser estúpidos y viles como bestias.
Aquí pecó Bildad contra la ley del amor, como también lo hará en la siguiente vehemente interrogación, acusando a Job de osadía insolente contra YEHOVAH DIOS.
Verso 4
Bildad le dijo a Job “Solo mírate. Te despedazas en enojo. Tu condición es toda la evidencia que alguien necesita para ver que estas en pecado y necesitas arrepentirte”.
En el capítulo 16, 9 Job había identificado a YEHOVAH DIOS como su torturador, haciéndolo pedazos. Bildad responde que es Job quien se hace pedazos a sí mismo, por su ira innecesaria.
Bildad sentía que Job quería anular leyes inmutables de la vida, principalmente las leyes de la siembra y la cosecha, que nos dicen que Job ha provocado su propia crisis con su pecado y negativa de arrepentimiento.
Él estaba iracundo, además, porque consideraba que la actitud de Job amenazaba el orden moral con violencia y le recordaba a Job que las cosas estables no podían ser cambiadas para su beneficio.
Versos del 5 al 6
Vemos en estos versos, la oscura vida de los impíos. Bildad quería enseñar a Job sobre la vida y la suerte de los impíos y al hacerlo, esperaba que Job obtuviera la idea de que se encontraba entre los impíos que Bildad describía.
La preocupación de Bildad, sin embargo, era establecer en la mente de Job la certeza absoluta de que todo hombre impío recibe su pago completo, en esta vida, por sus obras impías.
Al final del discurso anterior de Job (Job 17, 10-16) describía la oscuridad de su vida y prospectos, todo en el melancólico contexto de la tumba como un hogar en donde era bienvenido.
Bildad quería que Job viera que esta perspectiva oscura de la vida, significaba que se encontraba entre los impíos.
Versos del 7 al 10
El peligroso camino de los perversos lo describe Bildad, hombre impío como alguien débil en sus pasos, incapaz o no dispuesto a continuar la travesía de la vida. Él sentía que esto describía a Job acertadamente y lo colocaba entre los hombres impíos.
No solo el hombre impío es débil en su travesía, también se encuentra en un sendero peligroso.
Se dirige justo a los problemas, porque será atrapado por la red echada a sus pies. En la perspectiva de Bildad, Job caminó hacia su propia crisis, se afirmará la trampa contra él.
Versos del 11 al 16
La miserable vida de los impíos muestra Bildad, toma afirmaciones anteriores de Job y las voltea en su contra.
Job habló en su discurso anterior sobre cómo se sentía atacado y dañado por YEHOVAH DIOS por todos lados (Job 16, 9-14). Bildad tomaba esto como evidencia de la perversidad de Job.
Parte de la crisis médica de Job era una enfermedad de la piel (Job 30, 30a, 7, 5b, y 2, 7-8).
Bildad dice: “El perverso tiene terribles problemas con su piel, eso significa que estás entre los perversos, Job”.
“Su rollizo cuerpo se vuelve macilento, sobresalen sus costillas, la enfermedad carcome su piel, el hijo mayor de la muerte traga sus órganos”.
Bildad hizo el simple cálculo de que los impíos sufren grandes crisis, Job sufría en una gran crisis, por lo tanto él debía estar entre los impíos y mientras más pronto lo reconociera mejor.
Esta parece ser una descripción poética maravillosa de la muerte misma, se le da el horrífico título de “rey de los espantos”.
La muerte es personificada en los versos 13 y 14. Este rey de los espantos nos recuerda a la deidad Cananita Mot “Muerte”, cuyo esófago alcanza de la tierra al cielo, la deidad devoradora.
“La piedra de azufre será esparcida sobre su morada” es una expresión que puede referirse a la destrucción de Sodoma y Gomorra o a la costumbre antigua de fumigar casas con azufre, para purificarlas de corrupción.
Versos del 17 al 21
El triste destino de los impíos se muestra en su discurso anterior, Job rogaba que la tierra clamara a su favor, testificando su inocencia delante de YEHOVAH DIOS (Job 16, 18-19).
Aquí Bildad le decía a Job que no había posibilidad de esto si moría en su estado perverso. De ser así, simplemente estaría entre esos cuya memoria, perecerá de la tierra.
Esta fue una afirmación especialmente cruel para alguien que había perdido a sus diez hijos, en un trágico accidente (Job 1, 2; 1, 18-19). Bildad creía que semejante crueldad era necesaria para despertar a Job de su autoengaño.
Bildad da una alegoría transparente la cual es singularmente cruel en su evidente referencia a la pérdida de Job.
El último estado, no tener descendencia ni sobreviviente, es lo peor. Bildad ha enlistado las cosas más temidas por un Israelita en la vida y en la muerte como las señales de rechazo de YEHOVAH DIOS.
Bildad llevó su ataque aún más lejos. Job no solo estaba entre los impíos, también estaba entre los que no conocían a YEHOVAH DIOS. Esta fue una afirmación cruel y falsa contra un hombre que era perfecto y recto, temeroso de YEHOVAH DIOS y apartado del mal (Job 1, 1).
Es una tremendamente poderosa delineación del camino de la perversidad. Una vez más tenemos que decir, todo es verdad.
Por lo tanto, debe ser tomado en cuenta, pero no toda la verdad tenía significancia en el caso de Job.
Bildad describe al peor hombre en el que puede pensar y Job dice no es un mal hombre.
No es la perversidad de Job sino su fidelidad, lo que YEHOVAH DIOS está revelando en esta prueba.
De hecho, tal vez no haya nada que YEHOVAH DIOS quiera más, que llevar a cada uno de nosotros al punto donde puede hacer con nosotros exactamente lo que hizo con Job.
Entregarnos con confianza perfecta a las garras de Satanás, sabiendo que incluso entonces nuestra Fe resistirá.