Versos del 1 al 2
El espíritu quebrantado de Job se estudia en estos versos, continuaba con el mismo sentido de derrota y quebrantamiento descrito en el capítulo anterior.
La falta de empatía y ayuda de parte de los amigos de Job, que habían empezado como víctimas empáticas (Job 2, 11-13) pero se volvieron escarnecedores cuando él no respondió a su sabiduría como ellos consideraban que debía hacerlo, era un aspecto particularmente doloroso de esta crisis.
Versos del 3 al 5
Job ruega al cielo que lo sostenga y lo apoye, en estos versos, sentía, con justa razón, según sus circunstancias, que el cielo estaba en su contra. Aquí ruega por un acuerdo de paz entre él y el cielo.
Entendía que, si YEHOVAH DIOS quería informar los corazones de sus amigos, era totalmente capaz de hacerlo.
Finalmente, incluso el indolente trato de sus amigos fue un aspecto de la crisis de Job que fue permitido por el Altísimo.
Al mismo tiempo, los amigos de Job eran responsables por su falta de inteligencia. Que YEHOVAH DIOS los privara de inteligencia era una evidencia de su desagrado hacia ellos.
Aquí Job parece justificar sus duras palabras hacia sus amigos, reconoce que sería un mal reflejo de su carácter si solamente decidiera adularlos.
El versículo 5 es un proverbio. Job les estaba recordando a sus consejeros de las consecuencias extremas de la difamación.
Versos del 6 al 9
En estos versos Job explica su condición presente y la resolución final en la que confía.
Aquí Job habló con poder poético sobre su propia humillación y lo grande que había sido humillado, nos recuerda del principio universal de la humillación del hombre.
La humillación de Job estaba tan completa que podía decir, “los rectos se maravillarán de esto”.
Los espectadores encontraban difícil de creer que este hombre justo había sido tan seriamente afligido.
Nuestra propia humillación es inevitable. La fragilidad de la humanidad y la naturaleza caída de este mundo, se combinan para hacer de la humillación del hombre una certeza, sin embargo, puede venir en diversas formas.
Nuestra humillación puede llegar a través del pecado, a través de nuestras debilidades, a través de circunstancias fuera de nuestro control o por lo que otros ponen sobre nosotros.
También estamos agradecidos de que la humillación sirva como una puerta a la gracia.
El principio permanece fiel, “DIOS resiste a los orgullosos, pero da gracia a los humildes” (Proverbios 3, 34; Santiago 4, 6; 1 de Pedro 5, 5).
Aunque Job reconocía su propia humillación, también proclamó la soberanía de YEHOVAH DIOS. No encontró la causa de su crisis una en fe ciega o ni siquiera en la crueldad humana.
Él entendía que, si realmente era refrán de pueblos y un hombre que servía como tamboril, fue porque el Altísimo así lo dispuso.
Job y sus amigos no estaban de acuerdo en mucho, pero sí en esto. Ellos estaban en desacuerdo sobre las razones por las que YEHOVAH DIOS hacía todo esto, pero todos veían la soberanía y la gran mano del Altísimo detrás de todo.
Entender esto puede ayudarnos, aunque era evidentemente difícil para Job y para nosotros en circunstancias similares, comprender que YEHOVAH DIOS tiene un plan bueno y amoroso incluso al permitir nuestra humillación.
En esta sección Job agregó un punto final y enfático, declarando la victoria de los justos. Incluso en su crisis tenía destellos de Fe que iluminaban la noche de su miseria.
Esta victoria llega en resistencia, no obstante, proseguirá al justo su camino. Job experimentaría esta victoria mientras resistía durante esta severa y larga temporada de crisis.
La victoria llega en progresión, como el limpio de manos aumentará la fuerza. La situación de Job no mejoró en un instante.
Hubo destellos de inspiración y claridad, pero en general YEHOVAH DIOS lo trajo a través de la crisis en una prolongada experiencia.
En muchos de estos verso se supone que Job habla proféticamente de su restauración futura y del bien del cual la sociedad religiosa debería sacar de la historia de su riqueza original, consiguiente pobreza y aflicción, restauración final a salud, paz y prosperidad.
No obstante, proseguirá el justo su camino, existen varias razones por las cuales esto es así.
· “Debes proseguir con tu camino porque Yeshúa te sostiene en su poderosa mano. ÉL es tu pastor, ha conquistado a todos tus enemigos, y tú nunca perecerás”.
· “Debes proseguir con tu camino porque el Padre ha diseñado a través de ti para glorificar a su hijo; y no debe haber huecos en su corona, donde deben ir las joyas”.
· “Debes proseguir con tu camino porque el Espíritu Santo te ha diseñado para hacerte su residencia y hogar; y dentro de ti es la primavera perenne de una vida santa”.
Versos del 10 al 16
El sentido de desesperanza de Job, se describe en estos versos, arrojó el desafío retórico a sus amigos una vez más, insultándolos como ellos lo habían insultado.
Job ahora aceptaba que sus años buenos y sus años fuertes habían quedado atrás y anticipaba que no tendría la muerte rápida que tanto anhelaba, sino tal vez una pérdida de fuerza y habilidad progresiva hasta que simplemente muriera.
Pensaba en su muerte inminente y se consolaba en ella, transformaría su presente noche por día. La corrupción de la tumba sería tan cercana a él como un miembro de la familia.
Los consejeros habían dicho que la noche se convertiría en día para Job si tan solo se arreglara con YEHOVAH DIOS (Job 11, 17). En los versos del 12 al 16 Job hizo una parodia de su consejo.
Era como ir a la tumba con la noción de que todo lo que tienes que hacer es tratarla como el hogar, donde el calor y el amado se encuentran y ésta se volverá tal.
Vean como denota la corrupción y los gusanos, como si él fuera de la familia, fuera el más cercano de los parientes, así los corteja, como si lo fueran, que tal vez estarían dispuestos a recibirlo, mostrando además qué tan dispuesto estaba a morir.
Al mismo tiempo, este consuelo no le sentó bien a Job, reconoció que era una esperanza frágil y escasa el confiar en la tumba, no podía estar confiado en que la esperanza lo seguiría hasta el Seol y le daría descanso.
Por lo tanto, Job concluye su discurso con una esperanza llena de conflicto, deseando la muerte, pero sin sentirse satisfecho o confiado en esa esperanza.
Lo que él realmente quería era una resolución de YEHOVAH DIOS, pero parecía haberse rendido con eso.
El mismo Job, aunque algunas veces fuertemente confiado, a menudo es acosado por las dudas y los temores sobre el tema, hasta tal punto que sus expresiones y experiencia a menudo parecen contradictorias.
Tal vez no podría ser de otra manera, la luz verdadera aún no había venido, solo Yeshúa trajo vida e inmortalidad a la luz a través de su Evangelio.