Versos del 1 al 47
Contra Moab. Los moabitas habitaban al este del Mar Muerto e incursionaron varias veces en territorio de Judá ocasionando desastres.
Contra ellos encontramos fuertes condenas proféticas (Isaías 25, 10-12; Ezequiel 25, 8-11; Amos 2, 1-3; Sofonías 2, 8-11).
“Kemos” era el dios nacional de los moabitas (Números 21, 29; 1 Reyes 11, 33).
Nótese cómo en los conflictos bélicos la victoria o la derrota es siempre de los dioses.
Lo primero que hace un pueblo vencido o derrotado es avergonzarse de su dios (vs 13) y asumir que los dioses también pueden ser sometidos y desterrados.
A este paso se puede calcular en el impacto psicológico, religioso y moral que produjo en los israelitas paganizados la caída de Jerusalén, la destrucción y el saqueo de su templo y la deportación a Babilonia.
“Marduk”, dios de Babilonia, había resultado más poderoso que YEHOVAH DIOS. Ahora podremos entender la difícil misión que tendrán los profetas del exilio y del postexilio para reconducir a Israel a la Fe en YEHOVAH DIOS.
Los “ayes” que encontramos en el verso 46 pueden entenderse como lamento, compasión o maldición.
El acento de este “ay” pronunciado por el Señor es de misericordia y compasión por los moabitas desterrados, también habrá perdón para los enemigos de Israel.