Versos del 1 al 5
“¿Podrás volver a mí?” Invocando un caso legal difícilmente realizable en la mentalidad semita (Deuteronomio 24, 1-4).
YEHOVAH Dios estaría dispuesto a quebrantar esa Ley, si Israel se convirtiera de corazón, si volviera sobre sus pasos y olvidara sus anteriores andanzas en pos de otros dioses.
Pero Israel continúa en su cinismo, prostituyéndose cada día más.
Versos 6 al 11
Las dos hermanas. Este pasaje recuerda el comportamiento reprochable de ambos reinos, el del sur y el del norte.
Comparándolos con dos hermanas que siguen exactamente el mismo camino de infidelidad y abandono de su YEHOVAH Dios.
El reino del norte fue considerado siempre como el culpable de la división acaecida el 931 a.C. a la muerte de Salomón, de ahí que se le nombre como “la apóstata” y que ninguno de sus reyes haya tenido jamás un buen calificativo desde la óptica del Sur.
El profeta hace notar que su comportamiento no ha sido peor si se compara con el de Judá, Israel resulta inocente al lado de la infiel Judá (vs 11), con esta acusación.
YEHOVAH DIOS busca hacer entrar en razón a su pueblo para que reconozca sus culpas y así pueda obtener el perdón, por encima de todo, ÉL es un YEHOVAH piadoso y clemente.
Versos del 12 al 22a
“Vuelvan, hijos apóstatas”. Este pasaje supone los acontecimientos del 587 a.C. caída de Jerusalén y destierro de sus habitantes.
El profeta se dirige tanto a los israelitas del norte como a los del sur, sobre quienes vaticina no sólo la nueva unidad, sino el retorno y reconocimiento de Jerusalén como único lugar de reunión para ambos reinos y para las demás naciones.
Versos del 22b al 25
Respuesta de Israel. Israel reconoce humildemente su desobediencia al Señor, con su comportamiento ha echado por tierra todo el proyecto de sociedad justa soñada por sus antepasados.
Se ratifica que el principal obstáculo para las sanas relaciones entre el pueblo y Dios son los cultos dados a otras divinidades.
El amor del padre Es grande ver su infinita misericordia para con su pueblo .