Versos del 1 al 15a
El pecado, obstáculo a la salvación. En continuidad con el capítulo anterior encontramos aquí una especie de liturgia penitencial, que se desarrolla en forma de diálogo entre dos coros.
La idea central es que la salvación prometida tarda en realizarse, pero eso no es un capricho de Dios, sino consecuencia del pecado humano (vs 1-2).
Los versos 3-8 presentan el motivo del acto penitencial. El pueblo tiene que reconocer humildemente sus culpas (vs 9-15).
Versos del 15b al 20
Interviene el Señor. La intervención de YEHOVAH Dios, aunque se describe con la imagen de un guerrero, no tiene como finalidad destruir, sino salvar y restituir el orden perdido por la irresponsabilidad humana.
Verso 21
Oráculo de salvación. Promesa de la perpetuidad de la Alianza con Israel.
Dicha perpetuidad consiste en la presencia siempre viva y actuante del Espíritu que se manifiesta y se manifestará a través de la Palabra (Isaías 40, 7-8; 51, 16; 61, 1; Jeremías 1, 9).