Versos del 1 al 15
Anarquía en Jerusalén. El profeta vaticina la decadencia de Jerusalén porque el Señor se aparta de su pueblo.
Pero en realidad la decadencia como tal, se da como resultado de la incapacidad de sus dirigentes por mantener la armonía en la organización social de la ciudad.
Con mucha frecuencia estas situaciones se atribuyen a un castigo divino, del mismo modo que se le atribuye también la prosperidad como bendición.
Los versos 10 y 11 son la huella del concepto que ya se tenía de la retribución: al justo le irá bien y al malvado le irá mal. Concepto que también es entendido así por la literatura sapiencial.
Los versos del 12 al 15 son un fuerte reclamo a los dirigentes del pueblo que han pervertido el plan original de YEHOVAH DIOS, de acompañar y respaldar la puesta en marcha de un modelo de sociedad alterno al que habían experimentado los antepasados en Egipto.
Versos del 16 al 25
Contra el lujo femenino. Las hijas de Sión simbolizan la pretensión a veces de ocultar la cruda realidad del pueblo con todo tipo de distracciones.
La opulencia de algunos, representada en las baratijas de las hijas de Sión, es un insulto para la cantidad de hombres y mujeres que carecen de lo mínimo, esto es considerado por los profetas una verdadera afrenta a Dios.