Versos del 1 al 8
Timoteo acompaña a Pablo y Silas. Timoteo, llegará a ser uno de los colaboradores favoritos del Apóstol.
El nuevo equipo misionero se adentra en Asia Menor camino de las grandes ciudades greco-romanas de la provincia asiática, como Pérgamo y Éfeso.
Por el camino recorren las comunidades ya establecidas. El proyectado viaje, se ve truncado por la intervención del Ruaj Hakodesh.
En el vs 7 vemos que es el Ruaj Hakodesh quien cambia radicalmente los planes de los evangelizadores.
Su destino será un nuevo continente: Europa.
Versos del 9 al 15
Visión de Pablo. El uso de los sueños para comunicar mensajes divinos es más frecuente en el evangelio de Mateo.
El protagonismo del Ruaj Hakodesh, el mismo Espíritu de Yeshúa que dirige sus pasos abriendo nuevos caminos de misión.
El Espíritu, les encaminó a Filipos, la primera ciudad europea que iban a visitar, conquistada el 355 a.C. por Filipos, padre de Alejandro Magno.
Lidia, la primera creyente de Europa, ante la insistencia de Lidia, se hospedan en su casa que se convirtió en “Ekklesia doméstica”, célula original de una de las comunidades más fervorosas de Pablo.
Versos del 16 al 40
Presos y liberados. Lo que motivó la prisión de Pablo y sus compañeros fue el encuentro de éstos con una esclava que proporcionaba abundantes ganancias a sus amos ejerciendo el arte adivinatorio y otras magias.
Pablo invocó el Nombre de Yeshúa y la esclava quedó libre, la reacción de los amos, violenta e ilegal, no se hizo esperar.
Ante la oración ferviente, se abren las puertas (Isaías 45, 1) y salen libres (Salmo 124, 7).
El efecto más maravilloso es la conversión del carcelero, que se bautiza con toda su familia.
Al día siguiente, las autoridades quieren dar el asunto por terminado y les dicen que se vayan.
Pablo, sin embargo, pide justicia y les acusa del tratamiento injusto e ilegal infligido a
ciudadanos romanos.
Exige y obtiene una discreta reparación.