Versos del 1 al 9
La fidelidad a esta vida cristiana la que el Apóstol recomienda a los filipenses con las expresiones más tiernas y apremiantes que hayan podido salir de su corazón: “hermanos queridos y añorados… amados míos que son mi alegría y mi premio” (vs1).
Recomendaciones. Se reanuda la despedida iniciada en 3, 1, después del paréntesis precedente tomado de otra carta.
Poco sabemos de las personas mencionadas aquí. Pablo siempre cuenta con un grupo de colaboradores, entre ellos las muchas mujeres que le han ayudado en la evangelización y en la catequesis (Romanos 16 proporciona una amplia lista).
Nada sabemos de las diferencias entre Evodia y Síntique, pero parece tratarse de algo serio, pues al tener un ministerio en la comunidad pueden crear divisiones.
Pablo pide la ayuda de un colaborador que pueda mediar entre ellas. La tradición lo ha relacionado con Clemente.
Él elogia a todo el equipo con la afirmación bíblica: “sus nombres están escritos en el libro de la vida” (vs 3 ; Apocalipsis 3, 5; 20, 15; 21, 27).
La mención de la alegría conecta con el inicio de despedida interrumpido en 3, 1a y confirma el tono gozoso de toda la carta contenida en los dos primeros capítulos.
Vs 3 Pablo no advierte a los filipenses de errores doctrinales, pero enfatiza algunos problemas de relación. Estas dos mujeres habían trabajado por el Mashiaj en la iglesia.
Su relación rota no era un asunto sin importancia, porque muchas personas habían llegado a ser creyentes a través de sus esfuerzos.
Aquellos “cuyos nombres están en el libro de la vida”, son todos los que han sido sellados para salvación por medio de su Fe en Yeshúa (Lucas 10, 17-20; Apocalipsis 20, 11-15).
Vs 5 El gozo supremo viene cuando Yeshúa habita en nosotros. El Mashiaj está cerca y en su Segunda Venida lo disfrutaremos en toda su plenitud, Él que habita en nosotros cumplirá su máximo propósito.
Pablo quiere que sea una alegría no intimista, sino difusiva, haciendo felices a los demás con la propia bondad.
Es con este gozo con el que también anuncia la venida de Yeshúa (Lucas 21, 28).
El deseo de la “paz de Yehovah Dios” es una característica del Apóstol que encontramos en todas sus cartas como saludo inicial y como despedida.
Será esta paz profunda la que libre a los filipenses de toda ansiedad.
Pablo quiere cristianos expectantes y tranquilos, pero no instalados (1 Tesalonicenses 4, 11-12).
Versos del 10 al 23
Agradecimientos y saludos finales. Antes de terminar la carta, Pablo agradece a los filipenses el envío de ayuda material y la venida de un miembro de la comunidad para que le asista mientras está en prisión.
La Iglesia de Filipos es la más vinculada a su Apóstol fundador y la más comprometida en su trabajo evangelizador desde el primer día (1, 5).
Vs 10 en 1 Corintios 9, 11-18, Pablo dice que no aceptó las ofrendas de la iglesia en Corinto porque no quiso ser acusado de predicar solo por el dinero.
Pero mantuvo que la ekklesia tiene la responsabilidad de sostener a los ministros de Yehovah Dios (1 Corintios 9, 14).
Aceptó la ofrenda de los filipenses porque se la dieron voluntariamente y porque la necesitaba.
Por el Apóstol mismo sabemos que no sólo le enviaron recursos económicos a tesalónica (4, 16), y ahora probablemente a Éfeso, sino también a Corinto (Hechos 18, 5; 2 Corintios 11,9).
Pablo agradece, pero al mismo tiempo aprovecha la ocasión para darles su testimonio de desprendimiento y libertad frente a los bienes materiales: “Estoy plenamente acostumbrado a todo, a la saciedad y el ayuno, a la abundancia y la escasez” (vs 12), gracias a que “todo lo puedo en aquel que me da fuerzas” (vs 13).
Vs 14 Los filipenses participaron en el sostén económico de Pablo mientras estuvo en prisión.
De lo que se alegra en ese gesto de solidaridad de sus filipenses es de los intereses que ellos recibirán, pues todo compartir en amor es el culto que Yehovah Dios quiere de nosotros, la verdadera ofrenda, “de grato aroma, un sacrificio aceptable y agradable a Yehovah Dios” (vs 18).
Por el contrario, el horizonte que propone el Apóstol es el horizonte sin límites de Yehovah Dios: “somos ciudadanos del cielo” (vs 20), de una ciudad donde gobierna ÉL mismo (Hebreos 12, 22).
Aun en su condición de prisionero en Roma, Pablo aprendió el verdadero secreto del gozo y la paz imitar a Yeshúa Ha Mashíaj y servir a otros.
Al concentrar nuestras mentes en el testimonio de Yeshúa aprenderemos unidad, humildad, gozo y paz.
También seremos motivados a vivir por Él, podemos vivir confiadamente para Él porque tenemos “la gracia de nuestro Señor Yeshúa Ha Mashiaj” (vs 23) con nosotros.