Versos del 1 al 3
Ahora los israelitas estaban listos para comenzar a construir y levantar el Tabernáculo que ya se había planeado (Éxodo Capítulos 25-31), pero cuya ejecución se había demorado a causa de su apostasía (Éxodo 32).
Debido a que todos tenían un interés vital en la construcción del Tabernáculo por su participación mediante sus ofrendas y su trabajo, Moisés “convocó” al pueblo para darle las instrucciones preliminares.
Los hebreos habrían de estar ocupados en una empresa Sagrada y podrían llegar a pensar que ésta fuese una excusa para trabajar en Shabbat.
Pero no debían permitir que la naturaleza Sagrada de su obra, los engañara llevándolos a descuidar la Sagrada observancia de ese día o pisotear las horas Sagradas.
En esto hay una lección para los Ministros, Sacerdotes, Pastores y las demás personas que hacen la obra de YEHOVAH DIOS en el día de YEHOVAH DIOS.
La Construcción del Tabernáculo, mediante diversos expertos y con diferentes materiales, era un asunto secular y por lo tanto no constituía una ocupación apropiada para el Santo día de YEHOVAH DIOS.
El sentido de los seis días que se trabaja en el hebreo, no implica que necesariamente se tenga que trabajar, la esencia en hebreo significa, que en seis días tenemos que completar nuestro trabajo.
Es decir, que lo que tengamos que hacer como trabajo, tenemos que completarlo en seis días, incluso si guardas el Shabbat YEHOVAH DIOS te va a ayudar para que tu trabajo sea más eficiente y lo completes cada seis días.
Si no completas tu trabajo en seis días y debes utilizar el séptimo día, no será Santo (distinguido, consagrado, apartado, dedicado a Él).
Estamos hablando de un mandamiento, cuya consecuencia al “desobedecerlo” es muy grave, porque dice que quien lo desobedezca va a “morir”, el sentido en que va a morir quien desobedezca el mandamiento se explica a continuación.
Los encargados de ejecutar el cumplimiento de éstas leyes en ésta época era Moisés y los jueces que YEHOVAH DIOS estableció.
Lo que implica, en la actualidad no necesariamente la persona va a morir literalmente, porque en el país de Israel no existe una corte de justicia, que se encuentre bajo el gobierno de la Instrucción.
Es decir, conforme a la Instrucción de YEHOVAH DIOS, en el contexto de aquella época sí lo tenían que matar, porque efectivamente gobernaba el sistema de justicia establecido por YEHOVAH DIOS.
Entonces, en el Shabbat nos tenemos que asegurar de no hacer lo que YEHOVAH DIOS prohíbe que se haga, es decir, no debemos trabajar. Si trabajas, eres merecedor de la muerte desde la perspectiva Divina.
En antaño “encender un fuego” exigía considerable esfuerzo, el clima relativamente cálido de la zona del Sinaí hacía innecesaria la calefacción y el fuego sólo hubiera servido para cocinar.
La palabra encender en hebreo es “baar” se escribe “בָּעַר.” raíz primaria es encender, consumir (por fuego o comiendo).
También en el Strong como denominativo de H1198, es ser (hacerse) brutal, abrasar, arder, ardiente, barrer, consumir, destruir, desvanecer, devastación, devorar, echar, embrutecer, encender, fuego, gastar, infatuar, inflamar, necio, hacer pastar, quemar, quitar, rudo, sacar, temerario.
Entonces, la palabra “encender” significa consumir, destruir, quemar.
Lo que significa que el mandamiento es de “no encender fuego con el propósito de destruir”, con el propósito de consumir materia.
La explicación es la siguiente, el Shabbat es un recordatorio de la Creación, todo lo que YEHOVAH DIOS hizo en seis días fue, CREAR, EDIFICAR y fuego es lo opuesto.
El fuego es la destrucción, de manera que quemar algo es lo opuesto a la creación (2 Pedro 3, 10).
Cuando YEHOVAH DIOS creó, fue algo positivo, lo opuesto a lo que hace el fuego que es destruir o consumir.
Así que el fuego va en contra de todo lo que celebramos en Shabbat, que es la creación de YEHOVAH DIOS.
Entonces la esencia del mandamiento de no encender fuego, debe entenderse en ése sentido, de no destruir con fuego en Shabbat.
Versos del 4 al 9
Nos enseña que las ofrendas que son dadas por la coacción de los líderes, no sirven ni para agradar al Eterno, ni para la obra de YEHOVAH DIOS.
Las ofrendas agradables a YEHOVAH DIOS son las que vienen de los corazones alegres y generosos (2 Corintios 9, 7).
Si un líder predica de manera que los oyentes sienten una obligación de dar ofrenda, no deben hacerle caso.
Su forma de sacar dinero del pueblo no es conforme al corazón de YEHOVAH DIOS y posiblemente tiene motivos impuros detrás de esa coacción.
Una ofrenda no puede ser dada por obligación o con mala gana.
En el hebreo no existe la palabra “tener”, para decir “yo tengo”, se dice “yesh li” que significa “hay para mí”.
Esto nos enseña que todo lo que existe es de YEHOVAH DIOS y nosotros sólo somos administradores de sus bienes (Salmo 24, 1; 50, 12).
Sin embargo, YEHOVAH DIOS respeta nuestra administración de sus bienes, porque nos ha delegado esa autoridad y no la puede violar.
No se nos es quitada, sino hasta el día del Juicio, cuando vamos a entregar cuentas de cómo hemos administrados sus bienes.
Versos 10 al 19
Tal y como fue explicado, la estructura tenía tres o cuatro cubiertas. La de abajo, servía como techo y era visible desde el interior, llamada Tabernáculo en hebreo “משכן” y por encima de la misma estaba la Tienda en hebreo “אהל” y sobre ésta estaba la Cubierta en hebreo “מכםה”.
En cinco ocasiones son enumerados todos los objetos del “mishkán”, nos enseña que esta casa es muy importante para YEHOVAH DIOS y ÉL desea nos fijemos en cada detalle de ella.
De esta manera, abrimos nuestras mentes para poder recibir las revelaciones espirituales que están escondidas detrás de estos objetos sagrados.
Los nueve objetos más sagrados del Tabernáculo, representan las nueve manifestaciones del Espíritu del Mesías en la congregación Mesiánica.
El que tiene el ministerio de Malki-Tsedek puede servir en el Tabernáculo celestial.
El que ha recibido el Espíritu del Mesías que fue dado después de la resurrección, podrá servir en cada uno de los objetos de este Tabernáculo Celestial, con estas manifestaciones sobrenaturales.
El Arca y su cubierta constituyen una unidad, 1 Corintios 12, 8 habla que la palabra de sabiduría y la palabra de Conocimiento son “según el mismo Espíritu”.
La palabra griega que ha sido traducida como “según” es “katá”, es la única vez que esta palabra aparece en este texto.
Así que hay una relación muy íntima entre la palabra de Sabiduría y la palabra de Ciencia. La palabra de Sabiduría es la más alta.
La Mesa representa la revelación de la fe sobrenatural. No es una fe natural la cual todos los hombres poseen, sino una Fe sobrenatural dada en una situación de necesidad.
En la Mesa de YEHOVAH DIOS está ofreciendo al hombre sus Beneficios y el medio por el cual el hombre podrá obtener esos Beneficios es la Fe.
La palabra “Fe” tiene que ver con obediencia en YEHOVAH DIOS clamando por el cumplimiento de sus Promesas en situaciones que necesitan una intervención sobrenatural.
Las siete lámparas representan la profecía en su máxima expresión. La palabra profética es un fuego (Jeremías 23, 29).
El fuego transmite luz y calor, de la misma manera, la profecía se manifiesta por un lado dando luz sobre secretos escondidos y por el otro lado transmitiendo inspiración divina.
No es lo mismo tener el espíritu de profecía que profetizar. No es lo mismo profetizar que ser profeta.
Tener el espíritu de profecía es tener la capacidad de poder ver y oír cosas por medio del espíritu que el ojo natural y el oído natural no pueden percibir (Romanos 12, 6; 1 Corintios 13, 2; Apocalipsis 19, 10).
El Altar de cobre o bronce, representa la oración con el espíritu en otros idiomas.
Tal como hay varios tipos de sacrificios, hay varias maneras de hablar en otros idiomas. Hay idiomas que se hablan a los hombres y otras que se hablan a YEHOVAH DIOS.
Cuando los discípulos del Mesías fueron investidos en su Ministerio Celestial en el día de Shavuot (Pentecostés) recibieron la capacidad de hablar en otros idiomas humanos delante de los hombres, como está escrito en Hechos 2, 4-11.
Los clavos, se tratan de estacas clavadas en el suelo para sostener las cuerdas que, a su vez, mantenían en su lugar la tienda que cubría el tabernáculo y los postes del cerco del atrio.
Versos del 20 al 22
La gente que participó en la ofrenda para hacer el Tabernáculo fueron los de sabio corazón y los voluntarios de corazón, los que estaban agradecidos.
De aquí aprendemos el siguiente principio: “es imposible y no es correcto tratar de forzar a alguien o hacer que sea generoso, no se debe presionar para que alguien de”.
Lo que la gente dio lo hizo de todo corazón, por gratitud. Es muy desagradable que cuando un padre le pide algo a un hijo, éste lo haga de mala gana.
La única manera que los hijos no se amarguen cuando hacen las cosas para otro, es que lo hagan de corazón como para YEHOVAH DIOS y no para los hombres. Así que cada cosa que nosotros hagamos hagámosla como para Yeshúa Ha Mashíaj.
Versos del 23 al 29
Había trabajo para todos en la construcción del Tabernáculo y de sus enseres.
Las humildes mujeres que “hilaron pelo de cabra” (Vs 26). El hilado era una ocupación habitual entre las mujeres de ese tiempo, desde las más ricas hasta las más humildes.
YEHOVAH DIOS considera que toda obra realizada para ÉL es de gran valor e importancia, se observa en la contribución de los “príncipes” que trajeron “piedras de ónice”, piedras preciosas y las costosas “especias aromáticas” (Vs 27 y 28).
YEHOVAH DIOS se ocupó de todos los detalles, como lo pudimos estudiar desde los capítulo 25 al 31 donde se nos muestra, las instrucciones detalladas para la construcción del Tabernáculo.
Para ser líder se requiere más sacrificio en todo sentido. Así que los privilegios que gozan los jefes son contrastados por sus sacrificios.
Los líderes son los que transmiten la unción al resto (Hechos 8, 14-17; Mateo 25, 9).
La Buena Voluntad y la Fidelidad son lo que hace aceptable nuestro servicio a YEHOVAH DIOS y ÉL nos recompensa de acuerdo con la Generosidad del Propósito Divino.
Versos del 30 al 35
Jur fue hijo de Miryam, la hermana de Moisés.
Betsalel es una figura profética del Mesías que finalmente construirá el templo, como está escrito en 1 Crónicas 17, 12 “Él me edificará una casa, y yo estableceré su trono para siempre”.