Mosqueteros de Yehovah

Éxodo Capítulo 34

Versos del 1 al 3

Debido que Moisés había quebrado las primeras tablas (Éxodo 32, 19), obra de YEHOVAH DIOS (Éxodo 32, 6), se le manda ahora que se haga otras dos.

YEHOVAH DIOS escribiría en ellas los Diez Mandamientos (Éxodo 34, 28; Deuteronomio 4, 13; 10, 4).

Moisés no había pedido otro par de tablas, sencillamente había implorado el retorno al favor de YEHOVAH DIOS y la renovación del Pacto.

Pero el Altísimo no podía conceder su favor sin exigir Obediencia a su Instrucción. Los dos son inseparables.

Los hombres están más dispuestos a disfrutar de las recompensas de la vida correcta, que a vivir con Corrección.

Pero YEHOVAH DIOS insiste que sólo los Obedientes pueden recibir las recompensas.

No puede hacer Pacto, sino con los que estén dispuestos a aceptar Su Ley como regla de Vida.

Esto lo hace más por bien de ellos, que por sí mismo, porque al no desarrollar celo por la Obediencia lo que toca es la muerte.

Es lo que el Creador espera de cada uno de nosotros, que nos preparemos de mañana y subamos al monte a orar y tomemos ese lugar preparado allí sobre la roca junto al Padre.

Ni aún Josué, debía acompañar a Moisés. Las instrucciones dadas en esta oportunidad eran más estrictas que las que se habían dado anteriormente (Éxodo 19, 12-13).

Versos del 5 al 9

La “columna de nube” que había estado en la puerta de la Tienda de las Citas divinas (Éxodo 33, 10) ascendió al monte y cuando Moisés llegó a la cima, permaneció allí con ÉL.

Cuando te presentas ante YEHOVAH DIOS de mañana, él se acerca y está contigo para escuchar tus Alabanzas y tus Oraciones.

Como había sido prometido en Éxodo 33, 22-23.

El Nombre de YEHOVAH DIOS representa su “Carácter”, según esta descripción, consta de tres cualidades fundamentales:

Misericordia, Justicia y Verdad.

El primer lugar se le asigna a la Misericordia puesto que la relación de YEHOVAH DIOS con nosotros se basa en ella (1 Juan 4, 7-12).

YEHOVAH DIOS es Misericordioso para con los pecadores que se Arrepienten, pero no puede debilitar Su Gobierno si no mantiene en alto su Rectitud y Justicia (Salmo 85, 10; 89, 14).

La Justicia de YEHOVAH DIOS es parte tan esencial de su naturaleza como su Misericordia, sin ella no podría ser Juez.

La justicia, es como se ha demostrado, una consecuencia necesaria del verdadero Amor Divino, porque “un Juez todo Misericordia es un Dios injusto”.

Sin justicia no podría haber misericordia.

Aunque leemos en la Biblia que YEHOVAH DIOS, se deleita en la Misericordia (Miqueas 7, 18), nunca leemos en las Escrituras que se deleite en hacer caer sus castigos sobre los hombres.

Por el contrario, se dice que sus castigos le son “rara obra” (Isaías 28, 21).

Cuando toma en cuenta el pecado de los padres sobre los hijos, se refiere a los hijos que siguiendo su predisposición genética prosiguen en el pecado de sus padres.

Si el hijo se Arrepiente, resistiendo la inclinación genética de la rebeldía contra el YEHOVAH DIOS, será perdonado y no le vendrá el castigo del pecado de sus padres sobre él.

Los hijos heredan las “líneas de iniquidad”, es decir, la tendencia hacia cierto pecado que fue abierto por los antepasados.

Sin embargo, los hijos no están “condenados” a cometerlos, cada generación decidirá si saca esas tendencias de su vida o si sigue viviendo con ellas.

YEHOVAH DIOS no pide cuentas por “las tendencias”, pero si por las acciones propias (Ezequiel 18).

Al ver el corazón de YEHOVAH DIOS y conocer sus atributos de Misericordia, Moisés supo que había esperanza (Vs 8).

El gran YO SOY es Juez Justo y no iba a pasar por alto la maldad, pero si el pueblo se Arrepiente, ÉL es Misericordioso y está dispuesto a Perdonarlos.

Versos del 10 al 12

La disposición de YEHOVAH DIOS para renovar su Pacto con Israel muestra dos hechos:

1. Su Fidelidad para con su pueblo, por causa de sus Promesas a sus padres.

2. El Poder Victorioso de la Oración Intercesora.

En esta ocasión, se hacen Promesas adicionales, no mencionadas anteriormente, tales como: la realización de milagros, el ensanchamiento del territorio y seguridad contra la invasión (Vs 24).

Las Bendiciones que se reciben al Cooperar con YEHOVAH DIOS, superan infinitamente a la comprensión humana (Efesios 3, 20).

El Pacto es Renovado, pero Moisés es el receptor del Pacto y el pueblo es el Beneficiario, Vs 27.

De manera similar el Pacto fue Renovado con el Mesías y por medio de Él con todos los que están en Él.

Esta no es una referencia específica a los Diez Mandamientos, cuya observancia se volvía a exigir al escribirlos de nuevo en las dos nuevas tablas (Vs 28). Este mandato incluye las órdenes consignadas en los Vs del 12-26.

Cabe destacar que los mayores Beneficios de parte de YEHOVAH DIOS, se equilibran con la Aceptación de parte del pueblo de mayores Obligaciones.

Cada victoria sobre el pecado, trae consigo una Visión más clara de YEHOVAH DIOS, mayores oportunidades y más responsabilidades.

Versos del 13 al 16

Todas las naciones han tenido una Cultura que ha sido recibida de sus antepasados, de sus tradiciones u otras fuentes, la diferencia con el pueblo de Israel es que la Cultura del pueblo de Israel es una Cultura Revelada.

Todo lo que el pueblo de Israel está llamado a “Practicar” una cultura “Revelada”, incluso la palabra Cultura tiene su origen en dos palabras hebreas.

Kol = Voz y Torah = Instrucción.

Puede ser que las palabras “Kol Torah” hayan sido transliteradas y que se hayan convertido en la palabra cultura.

La palabra “kol” es la palabra “voz” y la palabra “Torah” es la palabra “Instrucción”.

Es decir que la Cultura del pueblo de Israel, debería de ser la voz de YEHOVAH DIOS, la Palabra de YEHOVAH DIOS debería de ser nuestra Cultura.

De manera, que en lugar de andar en fiestas de origen totalmente pagano como la “navidad, día de los enamorados y otras tantas”, mejor “Escuchemos la voz de YEHOVAH DIOS, a través de su Palabra como nuestra Cultura, para que de esa manera, evitemos volver a transgredir el Pacto”.

La Cultura del Reino consiste en Obedecer la Voz (instrucción) de YEHOVAH DIOS y ponerla por Obra con todo Celo.

Versos del 17 al 20

La Torah enuncia primero la Festividad de los Panes Ázimos y sólo después la prohibición de trabajar en Shabbat (Vs 21), ya que todas las Festividades nos recuerdan la Creación del mundo.

Para evitar una recaída, habiendo exhortado al pueblo a evitar la idolatría o cualquier cosa que lo condujese en tal dirección, la Torá presenta una lista de mandamientos que pueden ayudar a impedir desastres como el del Becerro de Oro.

Estos preceptos incluyen las Festividades de peregrinaje y otras observancias que son memorial del Éxodo de Egipto, el extraordinario acontecimiento que demuestra que YEHOVAH DIOS creó y controla el universo.

En consecuencia, no hay necesidad o Justificación de buscarle sustitutos o intermediarios.

Toda primogénito es mío (Éxodo 13, 2), ningún milagro aportó mayor prueba del involucramiento de YEHOVAH DIOS, en los más pequeños detalles de este mundo que su ataque específico a los primogénitos egipcios.

El burro o asno representa a Efraín, las diez tribus del norte, el primogénito de Israel, referenciado en Oseas 8, 9 cuando dice que Israel es como un asno montes, rebelde y terco (Vs 20).

Lo interesante, como lo hemos visto es que el asno hay que redimirlo con un Cordero.

De manera, que cuando vemos a Yeshúa Ha Mashíaj montado en un asno, es una figura Profética de cómo el Cordero, está redimiendo a su pueblo Israel.

Versos del 21 al 24

Aún en los tiempos de más trabajo, arada y siega, cuando la tentación de violar el reposo fuese mayor, debían descansar el Shabbat.

Lo que quiere decir, que cuando tengas grandes cosechas o un súper trabajo, si ya hiciste Pacto con el Creador, debes permanecer con la Seguridad de que YEHOVAH DIOS es quien te sustenta.

En estos versos, a primera vista pareciera que se ordena la observancia de tres Fiestas diferentes.

Sin embargo, puesto que la Fiesta “de las primicias de la siega del trigo” y la “Fiesta de las semanas” son una misma cosa según Levítico 23, 15-17 y Número28, 26.

Se trata sólo de dos Fiestas. Ambas habían sido ordenadas en el “libro del Pacto” en Éxodo 23, 16.

Estos Versos son una referencia a que se tenían que presentar en el Tabernáculo y después en el Templo de Jerusalén.

Aquí YEHOVAH, se llama nuevamente el Dios de Israel, lo cual es una muestra de que ha renovado el Pacto matrimonial con su pueblo.

La primera promesa hecha a Abrahám y a su simiente de que recibiría tierras está registrada en Génesis 12, 5-7.

Posteriormente, esta Promesa fue ampliada hasta incluir todo el territorio entre el río de Egipto y el Éufrates (Génesis 15, 18; 1 Reyes 4, 21; 2 Crónicas 9, 26).

Al contemplar la incomparable superioridad de Israel sobre todas las otras naciones, muchos se unirían voluntariamente con el pueblo escogido de YEHOVAH DIOS.

De este modo, se ensancharían los límites de Israel, hasta que finalmente “su reino abarcaría todo el mundo“.

Jerusalén, permanecería para siempre y se transformaría en la metrópolis de toda la tierra.

La Promesa de evitar que los enemigos de Israel codiciaran su tierra, era mientras ellos subieran delante de YEHOVAH DIOS, tres veces al año, en relación a su Obediencia al Pacto de las naciones.

Versos del 25 al 28

La levadura asociada al sistema politico-religioso es un símbolo de Hipocresía y de Maldición.

El mejor seguro contra la “Idolatría” lo constituiría la participación continua en el Espíritu y la Práctica del verdadero Culto de acuerdo con lo prescrito por YEHOVAH DIOS.

La Fiel y debida observancia del Reposo semanal (Shabbat), de las grandes Fiestas anuales, de las leyes de la Redención, de los diversos Sacrificios y de instituciones similares.

Observancias ordenadas para llevar a una Consagración Espiritual, que los protegerían de las tentaciones y de los peligros del paganismo, que encontrarían en la Tierra Prometida.

La prohibición de no cocer el cabrito en la leche de su madre está en el contexto de las Primicias.

En el texto en hebreo, no hay punto: YEHOVAH tu Dios. Lo que implica que “llevas las Primicias o coces el cabrito en la leche de su madre”.

Es porque ellos, tenían ésta práctica como brujería, rito de Fertilidad y de Prosperidad.

Pero lo que aquí, está diciendo YEHOVAH DIOS, es que la Prosperidad de su pueblo, depende de su Fidelidad, al entregarle a ÉL las Primicias de su labor.

La Prosperidad no depende que te saques la lotería, sortilegios o de hechizos, no es circunstancial, es producto de la siembra hecha amando a YEHOVAH DIOS sobre todas las cosas.

La bendición, prosperidad y el que no te falte nada, depende que entregues a YEHOVAH DIOS, las Primicias de todos tus frutos. Consiste en dar a YEHOVAH DIOS el “Primer Lugar”.

YEHOVAH DIOS es Fiel y Justo, cumplirá Su parte del Pacto, siempre que el pueblo cumpla fielmente la parte del Pacto que ellos le correspondan, porque habían aceptado estas obligaciones al ponerse bajo la cobertura de su dueño.

El Pacto fue hecho con Moisés y con Israel. De la misma manera, Yeshúa Ha Mashíaj es el “Mediador del Nuevo Pacto con Israel”.

Se repitió el mismo período de la permanencia anterior de Moisés con YEHOVAH DIOS en el monte (Éxodo 24, 18).

Esta vez, el pueblo resistió con Éxito la prueba ocasionada por la ausencia de Moisés (Vs 30-32).

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