Verso 1
Israel, una nación pequeña rodeada por grandes imperios, raramente estaba en una posición estratégica superior.
Durante la batalla, usualmente miraban caballos, carro y un pueblo más grande que ellos.
A pesar del peligro evidente, también tenían un mandato claro de parte de YEHOVAH DIOS de no temer.
Israel fue ordenado a no temer aquello que cualquier ejército normalmente sí temería, números superiores, tecnología superior y equipo superior.
YEHOVAH DIOS no negó que la mayoría de los enemigos de Israel tendrían más caballos, carros y personas que Israel.
Sin embargo, el Altísimo les ordenó obedecer un hecho más grande, que YEHOVAH DIOS estaba con ellos, la razón para no temer.
Pablo en Romanos 8, 31 nos dice “Si YEHOVAH DIOS es por nosotros, ¿Quién contra nosotros?”, con YEHOVAH DIOS somos un ejército invencible.
También les fue dado evidencias para la Fe. YEHOVAH DIOS no le pidió a Israel que confiara en ÉL “ciegamente”.
Ellos podían confiar en ÉL al entrar a la batalla porque muchas veces antes, YEHOVAH DIOS había probado que es Poderoso y Fiel.
YEHOVAH DIOS, tenía un historial de confianza.
Versos del 2 al 4
En este tiempo crítico, era el trabajo del Sacerdote animar a los soldados a Obedecer a YEHOVAH DIOS.
A pesar de que normalmente los Sacerdotes no iban a la guerra, no se contaban junto con los hombres que iban a la guerra de Israel, Números 1, 47-53.
Aún así los Sacerdotes tenían un trabajo importante cuando Israel iba a la guerra, ¡para enseñar y animar espiritualmente a los soldados!.
Esta era una razón para ser valiente. Cuando Israel era Obediente y retenía la Palabra de YEHOVAH DIOS, nunca podían perder.
Sin embargo, cuando eran desobedientes o cuando no confiaban, nunca ganarían aunque tuvieran fuerzas superiores.
Versos del 5 al 9
YEHOVAH DIOS primeramente le dijo a los oficiales del ejército de Israel, que mandaran de regreso a los soldados que tenían asuntos pendientes en sus hogares.
Un hogar que no ha sido estrenado, una viña que no ha sido cosechada o una mujer comprometida con quien no se ha casado, permítanle que regrese a casa.
Los oficiales de Israel, debían de regresar a todo hombre que fuera medroso (miedoso) y pusilánime (sin valor para emprender, pelear o enfrentarse a peligros).
¡Quizás ellos hagan que los demás hombres tengan miedo también! En el ejército espiritual de YEHOVAH DIOS, ÉL solo quiere soldados dispuestos y valientes.
YEHOVAH DIOS estaba perfectamente dispuesto a usar a los soldados que habían quedado, después que los oficiales habían regresado a todos los que estaban bajo las dos condiciones previas.
Ambas de estas exenciones, mente llena de compromisos o miedos, eran un testimonio poderoso que Israel confiaba en YEHOVAH DIOS, su Victoria militar no es su propia habilidad de tener un ejército grande y fuerte.
Para YEHOVAH DIOS, el tamaño del ejército no era importante, el corazón del ejército era mucho más importante.
No quería que las personas se distrajeran de la verdadera batalla, al preocuparse de los asuntos de la vida cotidiana, su hogar, su viña, su prometida, ni tampoco quería personas que no confiaran en ÉL.
YEHOVAH DIOS podía hacer mucho más por medio de un ejército pequeño que realmente esté comprometido con ÉL, que con un ejército más grande que estuviera lleno de otros compromisos.
La historia de Gedeón (Jueces 7) es una ilustración poderosa acerca de este tema, Gedeón comenzó con un ejército de 32.000, pero era demasiado grande, así que hizo regresar a sus casas a los que temían.
¡Y 22,000 se fueron! Aún así, el ejército era demasiado grande, así que YEHOVAH DIOS le ordenó que regresara a otros 7.700 más, ¡así que solo tuvo un ejército de trescientos (300) hombres para pelear contra un ejército de medianitas de 135.000!.
No obstante, YEHOVAH DIOS les dio la victoria.
YEHOVAH DIOS ordenó que su ejército tuviera liderazgo. Sin importar qué tan buenos fueran los soldados, necesitaban tener un buen liderazgo.
Versos del 10 al 11
Los siguientes versos describen los procedimientos normales para la guerra.
Muchas veces cuando YEHOVAH DIOS dio instrucciones específicas, ellos reemplazaron estas instrucciones, como la batalla contra Jericó o la conquista de Canaán en general.
Era importante que Israel no peleara innecesariamente. Si la ciudad estaba de acuerdo con un término de paz, podían llegar a un acuerdo.
La ciudad conquistada se convertiría en una ciudad de tributo a Israel, sería una nación sirviente a la nación de Israel.
Versos del 12 al 15
Normalmente, una ciudad con muros era conquistada con el uso del sitio. Los ejércitos enemigos rodeaban la ciudad, cortaban sus provisiones y contacto con el mundo exterior.
Cuando la ciudad estaba debilitada lo suficiente por medio de hambre y sed, la ciudad se rendía o era conquistada. A veces el sitio duraba años.
Hay muy pocos sitios heroicos descritos en las Escrituras, como el sitio en Samaria en 2 Reyes 6, 24-33.
En el mundo antiguo, se entendía que cualquier sobreviviente varón, sería un enemigo perpetuo del pueblo que había conquistado a su ciudad.
Usualmente no se tomaban prisioneros de guerra, los enemigos simplemente se mataban.
Tomar el botín proveía dinero para el ejército en la guerra antigua y financiaba los gastos para la batalla.
Versos del 16 al 18
Los mandatos previos con referencia, no aplicaban para la conquista venidera de Canaán.
Ahí, no solamente tenía Israel prohibido ofrecer paz a las ciudades, sino que también debían destruir todo, no solo a los varones adultos.
Esta era una guerra única de juicio, más que una guerra de conquista o defensa.
Esto explica por qué se ordenó tal destrucción por completo. La cultura de los cananeos era tan corrupta, socialmente, moralmente y espiritualmente, que YEHOVAH DIOS la consideraba irredimible y lista para el juicio.
Los ejércitos de Israel, fueron llamados a traer juicio sobre los cananeos.
Versos del 19 al 20
Cuando un ejército rodeaba una ciudad para sitiarla, el ejercito buscaba alrededor por suministros.
Necesitando madera para construir y para combustible, era común para el ejército sitiando que cortara árboles en el área alrededor de la ciudad.
Sin embargo, YEHOVAH DIOS mandó a Israel que no destruyera sus árboles metiendo hacha en ellos, porque de ellos podrán comer cuando sitiaran la ciudad.
Tenían que tener una visión a largo plazo, una visión ecología para no ver que la necesidad inmediata por madera fuera más importante, que el bienestar a largo plazo del área que proporcionaba esa área.