Versos del 1 al 4
Hay sueños que vienen de YEHOVAH DIOS como en Números 12, 6; Génesis 37, 5-11 o pueden ser falsas profecías como en Jeremías 23, 25-26.
Debemos tener cuidado, de no fijar demasiada importancia en los sueños, hay que esperar confirmación de cualquier sueño, que pensemos trae un mensaje del Altísimo.
Sería muy inusual que YEHOVAH DIOS, te hable solamente por medio de un sueño, sin ninguna otra confirmación.
Moisés advirtió al pueblo, que pueden surgir de entre los profetas u obradores de señales, quienes también podrían producir alguna señal o un prodigio.
Deuteronomio 18, 22 nos dice qué hacer cuando un profeta da palabra y no se cumple.
Sin embargo, este pasaje nos dice qué hacer cuando un profeta da palabra y sí se cumple, pero después habla en contra de lo que YEHOVAH DIOS ya ha revelado en su Palabra.
Este hecho Soberano es ignorado por muchos cristianos de nuestros tiempos, que no buscan dar prioridad al discernimiento con la Palabra, más se dejan convencer por las señales.
Desestimando el hecho que las señales y prodigios nunca pueden ser la evidencia de la Verdad o de la mano de YEHOVAH DIOS.
Aquellos que son inmediatamente convencidos al ver un poder sobrenatural o realidad, corren el peligro de un gran engaño.
2 Tesalonicenses 2, 9 nos recuerda que el advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder, señales y prodigios mentirosos.
Es por esta razón que Yeshúa dijo “Y estas señales seguirán a los que creen” (Marcos 16, 17).
Las señales deben de seguir a los creyentes, en lugar de los creyentes seguir a las señales.
El discernimiento piadoso, siempre examinará cuidadosamente el mensaje de un líder espiritual, en lugar de las experiencias espirituales, las cuales pueden tenerlo rodeado.
Esto explica una de las razones de porqué YEHOVAH DIOS, permite que existan tales engañadores entre su pueblo, para que los corazones de su pueblo sean probados.
Además, evidenciar si realmente pueden amar a YEHOVAH DIOS de verdad o simplemente están buscando una señal o experiencia espiritual.
Versos del 5 al 6
Israel fue mandado primeramente a no permitir que el engañador tenga éxito en alejarlos de YEHOVAH DIOS.
Sin importar que tan atractivo sea el engaño, ellos debían de permanecer enfocados en su caminar fiel con el Altísimo de acuerdo a su “Verdad”.
La situación del Israel antiguo era única, donde el gobierno civil era puesto por YEHOVAH DIOS y tenían la responsabilidad de mantener el orden espiritual, al igual que el orden civil.
Por lo tanto, tal herejía y engaño era un crimen capital, castigado con la ejecución.
Por muchos siglos, cuando la iglesia tenía poder político, a menudo también ejercía este penal.
Los herejes, eran frecuentemente entregados al gobierno civil para ser ejecutados.
Aun así, la iglesia como comunidad y los cristianos como individuos, deben de rechazar y rehusarse a apoyar a tales herejes de entre ellos.
Deben de utilizar el discernimiento, para alejarse de aquellos que se promueven a sí mismos como hombres que hacen milagros, mujeres de unción, de Fe y que enseñan herejía en doctrinas esenciales.
Versos del 7 al 12
Si cualquiera de estas relaciones humanas cercanas guía a la adoración de otros dioses, no solamente recibirían rechazo, no consentirás con él, ni le prestarás oído, sino que debían ser ejecutados, “sino que lo matarás”.
De hecho, el familiar o pariente debería de ser uno de los testigos principales en contra de tal culpable, tu mano se alzará primero sobre él para matarle.
Era el “tirar la primera piedra”, el inicio de la ejecución por uno de los testigos del crimen capital.
Esto también demuestra que YEHOVAH DIOS, nunca da prioridad más alta sobre las relaciones familiares, si un familiar deja al Altísimo, nunca debemos de seguirlo y con ello, alejarnos de YEHOVAH DIOS.
Yeshúa siempre va primero, como lo mencionó en el evangelio de Mateo 10, 37 “El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí”.
Lo que demuestra la seriedad, con la cual YEHOVAH DIOS toma el hecho que se guíe a alguien, hacia la idolatría.
Inclusive la persona simpática que te incite, aún si lo hacen en privado, no se debe tolerar la incitación a la idolatría.
Esto trae a colación las palabras que Yeshúa dijo en Mateo 18, 6 “Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgara al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar”.
Cualquiera que cause que un hijo de YEHOVAH DIOS se desvíe, ofende en gran manera al corazón del Altísimo.
Muchos investigadores modernos y expertos dicen, que la pena de muerte no impide el crimen.
Para YEHOVAH DIOS, se trata de quitar la vida a todo aquel que quiere que el prójimo obtenga muerte espiritual.
Si impide o no el pecado no es lo que está en discusión en estos versos, más bien se trata, de que todos estén advertidos de las consecuencias que les espera por esta práctica criminal, al que viola un principio que hace extraviar al prójimo.
Versos del 13 al 15a
Si surgían reportes de una ciudad israelita entregada a la idolatría, primero debe de hacerse una investigación cuidadosa.
Esto la protegía en contra de una sentencia dura, tal vez habían algunos idólatras dentro de la ciudad que necesitaban ser castigados, pero no era la ciudad entera la que estaba entregada completamente a la idolatría.
YEHOVAH DIOS demandaba una investigación cuidadosa.
Versos del 15b al 19
La palabra “abominación” hace referencia a una idolatría asquerosa y ofensiva.
Más adelante en Daniel y en el Nuevo Testamento, la palabra utilizada es la frase abominación desoladora, se refiere a la última idolatría del anticristo.
Es el establecimiento de una imagen idólatra de sí mismo en el Lugar Santísimo (2 Tesalonicenses 2, 3-4).
El término cosa abominable, se utiliza en el Nuevo Testamento para referirse a algo que es muy desagradable para YEHOVAH DIOS y denota algo impuro, sucio y completamente vaciado de Santidad.
Si la investigación encuentra que ciertamente la ciudad se ha entregado a la idolatría, entonces, es cuando se debe de tratar como a una ciudad cananea.
Ellos debían destruir la ciudad irremisiblemente, incluyendo sus propiedades.
La propiedad tenía que ser entregada a YEHOVAH DIOS, por medio de su destrucción, un tipo de “destrucción sagrada”.
Esto aseguraba, que nadie se beneficiara materialmente, al declarar a una ciudad entregada a la idolatría.
Si esta provisión no estuviera en la Ley de Moisés, uno podría imaginarse a una ciudad siendo saqueada bajo esa pretensión.
Exactamente, es el mismo castigo que se inflige sobre las ciudades de los cananeos malditos, a quienes se hacían iguales en cuanto a pecado, era apropiado y justo que YEHOVAH DIOS les aplicara un castigo igual.
La ciudad destruida debía permanecer como un montón de ruinas para siempre.
La palabra “ruina” es literalmente “tell” esta palabra se utiliza en el árabe para cualquier “edificio en ruinas”.
Por todo Israel hoy en día, se pueden apreciar montículos elevados sobre una llanura.
Estos “tells” son las ruinas de ciudades enteras destruidas, cubiertas por el polvo desde hace siglos y la tierra acumulada.
Esto demostraba que los israelitas nunca debían de estimar las relaciones étnicas o nacionales, más que las relaciones que los ligaban a YEHOVAH DIOS el Señor, si sus paisanos se entregaban a la idolatría, no se iban a salvar.
Este capítulo hace unas preguntas importantes: ¿Qué se necesitas para desviarte? ¿Lo lograrían las señales y prodigios? ¿Qué tal, si tu amigo o todos tus amigos se alejaran de YEHOVAH DIOS? ¿Qué tal si la cultura, nacionalismo o lazos étnicos te llamaran a desviarte de Yeshúa Ha Mashiaj?
Nunca debemos permitir que tales lazos, se interpongan entre nuestros lazos con Yeshúa Ha Mashiaj.
Debemos decidir, radicalmente atesorar la Santidad de la Cultura del Reino de YEHOVAH DIOS para seguirle con toda constancia.