Versos del 1 al 4
Antes de que cualquiera pueda adorar a YEHOVAH DIOS, deben eliminar, destruir y pulverizar, todo lugar consagrado a los ídolos.
Antes de que la Santidad del Creador se pose sobre la tierra que van a conquistar deben destruir todo ídolo y ajusticiar a todos los idólatras.
En la práctica de la adoración de ídolos en el mundo antiguo, la cual siempre tenía una falta de edificios, debían de tomar un edificio que previamente se utilizó para adorar algún dios y simplemente se tomaba para adorar a su propio dios.
YEHOVAH DIOS el Señor no quería ninguno de esos para que le adoraran.
ÉL mandó a que se destruyeran por completo y no haréis así a YEHOVAH DIOS.
Su Santidad no admite nada profano, por ÉL es Luz plena, libre de toda impureza que se gesta en las tinieblas.
Ahí es donde la adoración de muchos es corrompida.
No es que adoren muy poco, adoraban demasiado. Ellos adoraban a YEHOVAH DIOS y las cosas del mundo.
YEHOVAH DIOS no quiere ese tipo de adoración. Es una abominación para Él.
Muchos podrían comenzar a realmente adorar al Altísimo en Espíritu y en verdad (Juan 4, 24), si solamente “destruyeran” en sus corazones esos lugares paganos de adoración.
Ya que entregan sus corazones a tantas cosas diferentes, hay muy poco para dar a YEHOVAH DIOS.
Sobre los montes altos, sobre los collados y debajo de todo árbol frondoso, ya que gran parte de la adoración pagana cananea era una adoración sexual de fertilidad y naturaleza, sus ídolos y templos usualmente estaban ubicados en escenarios hermosos al aire libre.
YEHOVAH DIOS no quería que Israel adoptara este método de adorar a la creación en lugar del Creador (Romanos 1, 25).
Versos del 5 al 9
La adoración no se dejaba a la opinión o capricho del Israelita.
Ellos tenían que adorar a YEHOVAH DIOS en un lugar específico y con otros adoradores de YEHOVAH DIOS.
Adorar a YEHOVAH DIOS no es una actividad de “hazlo como tú quieras”.
Allí llevarán sus holocaustos, sus sacrificios, en el lugar de adoración, también era un lugar de expiación, confesión, lo cual se hacía al imponer las manos sobre la víctima del sacrificio y purificación.
El lugar de adoración era un lugar para dar. Por supuesto, habían lugares en donde los israelitas podían ser generosos y dar, pero el “dar” tenía que comenzar en el lugar que YEHOVAH DIOS había elegido.
Algunos piensan que en el Vs 6 menciona sus diezmos, esto es un diezmo adicional el cual se le impuso a Israel, aparte del diezmo que se pide en Números 18.
Algunos incluso le llaman a este diezmo el “diezmo del festival”. Sin embargo, en contexto, este pasaje solo habla de a donde llevar el diezmo, no está pidiendo que se de un diezmo adicional.
El lugar donde adoras a YEHOVAH DIOS, debe de ser un lugar de compañerismo gozoso con ÉL y otras personas.
Antes de que Israel cruzara al otro lado del Jordán, durante el tiempo que vagaron en el desierto, cada israelita prácticamente controlaba su manera de adorar como querían.
Sin embargo, esto no le agradaba mucho a YEHOVAH DIOS.
La adoración no era un asunto que se basara en lo que fuera que se agradara a cada individuo. La adoración real se concentra en lo que le agrada a YEHOVAH DIOS.
Mucho a lo que le llaman adoración en la iglesia hoy, no es realmente adoración.
Está enfocada en sí misma, en el hombre, en experiencias personales en lugar de poner primero a YEHOVAH DIOS.
Mucha de la adoración de hoy está basada en los sentimientos, en lugar de medirse en cómo se honraba y se adoraba a YEHOVAH DIOS.
El cantar debe ser congregacional, pero nunca se debe hacer con el fin de dar crédito a la congregación.
¡Qué cantos tan increíbles! ¡Este lugar es muy reconocido por sus presentaciones musicales!
Este es un logro muy pobre. Nuestro canto debe ser uno que YEHOVAH DIOS escuche con placer, un canto en donde no haya más arte que corazón, que no tenga más sonido musical que emoción espiritual.
Versos del 10 al 14
La adoración en el lugar en que te ha señalado YEHOVAH DIOS debe ser marcada por el gozo.
Es algo bueno venir y honrar a nuestro Padre Creador y esto debe de realizarse con placer y gozo.
Israel tendría solamente un lugar para adorar en la Tierra Prometida. Luego, en la historia de Israel, YEHOVAH DIOS elegiría a Jerusalén para el lugar donde el Templo sería construido.
Los israelitas debían ir allí para adorar al Altísimo.
Ahora, ¿Por qué no permitió YEHOVAH DIOS la adoración en otros lugares? la razón era obvia. Había idolatría en la tierra y a ellos se les ordenó destruirla.
Como ellos no destruyeron los ídolos, se les ordenó que se reuniesen en un solo lugar para adorar. Esto unificó la adoración del pueblo y los unió más como nación.
Esa unidad se manifestó, cuando subían a Jerusalén para celebrar las Fiestas. También, les ayudaría a recordar que había un solo YEHOVAH DIOS.
Versos del 15 al 28
En el mundo antiguo, la mayoría de las veces que se mataba a un animal, era para darlo como sacrificio a un dios.
Aquí, YEHOVAH DIOS aclara que no todos los animales que se mataban eran considerados como un sacrificio para ÉL.
Esto demuestra que los animales que eran ofrecidos en sacrificio, aun si el que lo ofrecía iba a comer una porción, este animal solamente se podía matar en el lugar señalado por YEHOVAH DIOS para adorar.
Ya que la sangre era la representación de vida en una animal u hombre (porque la sangre es la vida), YEHOVAH DIOS no le permitía a Israel comer carne que no fuera drenada apropiadamente, sino que debía ser entregada a YEHOVAH DIOS al derramarla en la tierra.
Versos del 29 al 32
Se le mandó a Israel cuidarse a sí mismo de la curiosidad pecaminosa, de la manera que servían aquellas naciones a sus dioses.
Existe un viejo proverbio que dice, la curiosidad mató al gato, pero la curiosidad impía también ha matado muchas vidas espirituales.
YEHOVAH DIOS no aceptaría cualquier forma de adoración simple. ÉL tenía que ser adorado en Espíritu y Verdad (Juan 4, 24).
Esto se refería a la práctica de adoración a Moloc, donde los cananeos ofrecían a sus hijos colocándolos vivos en una estatua de metal ardiente de Moloc, mientras que los golpes de los tambores opacaban a los gritos de los infantes torturados.
Israel tenía una historia terrible de seguir a este dios Moloc.
1. Al menos, Salomón consolidó la adoración de Moloc, construyendo un templo a este ídolo (1 Reyes 11, 7).
2. El Rey Acaz de Judá dio a su propio hijo a Moloc (2 Reyes 16, 3).
3. Uno de los crímenes más grandes en las tribus del norte de Israel fue su adoración a Moloc, lo cual los guio al cautiverio por los asirios (2 Reyes 17, 17).
4. El Rey Manasés de Judá dio su hijo a Moloc (2 Reyes 21, 6).
5. Hasta los tiempos del Rey Josías de Judá, continuaba la adoración al dios Moloc porque él fue el que destruyó el templo en donde se adoraba a ese dios (2 Reyes 23, 10).
El estándar para la adoración era reflejado en la Palabra de YEHOVAH DIOS, no en la preferencia humana o en su opinión.