LECTURAS
DEL SHABBAT
EVANGELIO
Juan 6, 24-35
1RA LECTURA
Éxodo 16, 2-4.12-15
2DA LECTURA
Efesios 4, 17. 20-24
SALMO
78, 3-4. 23-25. 54
Reflexión de la Palabra Semanal
Los alimentos aportan a los organismos vivos los nutrientes que requieren para sostener la vida, por el contrario, la inanición o falta de alimentos produce debilidad extrema y por último el fallo de los sistemas vitales provocando la muerte de los individuos.
La comida aporta la energía necesaria para que los seres vivos sean continuamente sustentados, pudiendo con ello, realizar un conjunto de actividades secundarias que le son propias para el alcance de sus propósitos más elevados.
Dos pirámides famosas establecen las necesidades básicas del hombre de sustentación de la vida y la sustentación de la justicia.
La primera es la pirámide de Maslow y la segunda es la pirámide de elsen. Ambas son imprescindibles para el desarrollo social.
La jerarquía de necesidades de Maslow, propuesta por Abraham Maslow, sugiere que las personas están motivadas por cinco categorías básicas de necesidades: fisiológicas, seguridad, amor, estima y autorrealización.
Las necesidades superiores emergen cuando las inferiores están satisfechas. Las necesidades fisiológicas son las más esenciales para la supervivencia. Incluyen comer, beber, dormir y otras funciones corporales básicas.
Satisfacer estas necesidades es crucial para el bienestar y el rendimiento diario de las personas. Si no se satisfacen, el cuerpo humano no puede funcionar correctamente, lo que afecta directamente a la salud y al rendimiento laboral.
Por ejemplo, un trabajador que no duerme lo suficiente o no se alimenta adecuadamente no rendirá al máximo de su capacidad.
Las lecturas de hoy nos plantean la preocupación constante del pueblo de Yehováh a través de todas las generaciones por el sustento del alimento para la sostenibilidad de la vida.
Es sabido que la retribución de los esclavos está basada en alimentos y refugio, ahora bien, esto no es por caridad sino por necesidad de la mano obra, en tal sentido se les otorga solo lo suficiente para preservar sus vidas con la energía suficiente para servir al propósito de los amos.
Concretamente, el lente de la Primera Lectura, nos muestra al pueblo en el desierto percibiendo que no hay en el horizonte ambiente favorable para el ejercicio de la agricultura.
Por tanto, menos para la ovino cultura que son las principales fuentes de producción de alimentos para el pueblo Israelita, sus sentidos físicos les hacen ver que están totalmente perdidos, es demasiado tarde para retractarse y volver a someterse voluntariamente a Egipto por alimentos porque se han convertido en blanco enemigo.
La desesperación los lleva a murmurar contra Yehováh y contra Moisés. Sin embargo, en lo sucesivo del cielo se les dará el alimento diario y el agua brotará de la roca.
El Padre Eterno Proveedor, es quien sustenta el alimento de Su Pueblo en medio del desierto, no solo es el Creador de la vida, también procura todo lo necesaria para hacerla próspera incluso en medio del desierto.
Deuteronomio 8, 1-3: 1. Cuiden de cumplir con todos los mandamientos que hoy les ordeno. Si lo hacen, vivirán y se multiplicarán y serán dueños de la tierra que prometió Yehovah con juramento a sus padres. 2.Acuérdate del camino que Yehovah, tu Dios, te hizo recorrer en el desierto por espacio de cuarenta años. Te hizo pasar necesidad para probarte y conocer lo que había en tu corazón, si ibas o no a guardar sus mandamientos. 3.Te hizo pasar necesidad, te hizo pasar hambre, y luego te dio a comer maná que ni tú ni tus padres habían conocido. Quería enseñarte que no sólo de pan vive el hombre, sino que todo lo que sale de la boca de Dios es vida para el hombre.
En el Salmo nos invita a colocar nuestra confianza en Yehováh sabiendo que es capaz de alimentarnos con el pan de los ángeles. Es decir, hay alimentos abundantes para quienes sirven para la ejecución de su voluntad.
Isaías 1,19 quien quiera obedecerme comerá lo mejor de la tierra.
En el Evangelio de hoy Yeshúa expresa con toda claridad, “Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás”.
La gente le buscaba para hacerlo Rey, en otras palabras para darle la investidura de gobernador sobre el territorio por cuanto había alimentado a la multitud de los cinco mil sin contar mujeres y niños, lo buscaban dicho de otra manera, para hacerlo su emperador.
Es decir, uno al que estaban dispuestos a servir como esclavos siempre que éste se encargue de darles acceso a los alimentos que requiere la multitud de los ciudadanos.
En los sentidos carnales, era tan tormentoso lograr acceder a los alimentos, que para librarse de esa preocupación muchos optaron por hacerse esclavos voluntarios de quienes tuviesen riquezas para llevar vidas sosegadas, ante la necesidad del sustento de alimento diario.
Mateo 6, 31-33: 31 “Ya no se preocupen por lo que van a comer, o lo que van a beber, o por la ropa que se van a poner. 32 Sólo los que no conocen a Dios se preocupan por eso. Ustedes tienen como padre a Dios que está en el cielo, y él sabe lo que ustedes necesitan”. 33 Lo más importante es que reconozcan a Dios como único rey, y que hagan lo que él les pide. Dios les dará a su tiempo todo lo que necesiten.
Básicamente, la rebeldía del pueblo de Israel le lleva continuamente a colocar su confianza en el hombre, negándose a confiar en Yehováh quien otorga toda bendición para todo el que se apega a su palabra de vida.
Esto requiere vivir por fe y no por vista lo se expresa fácil pero que no lo es en la práctica donde se requiere afirmarse en la paz que sobrepasa todo entendimiento ya que no se basa en lo circunstancial sino en el pacto, en las promesas del altísimo Padre para con su pueblo.
En lo que respecta a la Segunda Lectura, el apóstol Pablo nos invita a ser renovados desde la mente abandonando todo esquema de pensamiento independiente de Yehováh, según lo que realmente aprendemos de Yeshúa Ha Mashíaj es a depender por completo de la provisión de Yehováh para todas las cosas.
Juan 4, 34 Pero Jesús les dijo: “Mi comida es obedecer a Dios, y completar el trabajo que él me envió a hacer”.
El hombre según Yeshúa vive para hacer la voluntad del Padre, quien se encarga de proveer para todas las cosas en aquellos que viven como Doulos por amor.
Disfruta de la hermenéutica a continuación…