LECTURAS
DEL SHABBAT
EVANGELIO
Juan 6, 1-15
1RA LECTURA
2 Reyes 4, 42-44
2DA LECTURA
Efesios 4, 1-6
SALMO
146, 10-11. 15-18
Reflexión de la Palabra Semanal
La voz hebrea ´av, que se traduce “padre”, es una palabra onomatopéyica derivada de los primeros sonidos emitidos por un niño.
El término hebreo ´av y el griego pa·ter se usan con varios sentidos: como progenitor. Yehováh es Padre, que significa fuente de provisión, el portador y sustentador de la vida, uno que tiene capacidad para mantener a salvo a todo el que se refugia en Él.
Dios es Padre:
- Como Creador del universo: Santiago 1, 17 son las cosas buenas y los dones perfectos los que proceden de lo alto y descienden del Padre que es luz; allí no retornan las noches ni pasan las sombras.
- Como Creador de la raza humana: Malaquías 2,10 ¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha creado a todos un mismo Dios? ¿Por qué, entonces, cada uno se aprovecha de su hermano, profanando la alianza de nuestros padres?
- Como el que Engendra y Cuida de Sus hijos espirituales: Romanos 8,15 Entonces no vuelvan al miedo; ustedes no recibieron un espíritu de esclavos, sino el espíritu propio de los hijos, que nos permite gritar: ¡Abba!, o sea: ¡Papá!
Y en un sentido especial y singular, como Padre de Jesucristo.
Es interesante señalar que Yehovah había realizado antes un milagro similar como lo vemos en la Primera Lectura en 2 Reyes, Eliseo le dice a su sirviente que alimente a una multitud que se había congregado en torno a ellos.
Aparentemente, la comida no es suficiente para los cien hombres, y uno de los sirvientes de Eliseo cuestiona la orden de Eliseo, diciendo: “¿Cómo pondré esto delante de cien hombres?” (2 Reyes 4,43).
La multitud comió hasta saciarse e incluso sobró algo de comida, igual que con el milagro de Yeshúa. A Yehovah le encanta dar en abundancia (2 Reyes 4,42-44; Salmo 132,15).
Los cristianos debemos confiar en Yehovah, en que ÉL proveerá para nuestras necesidades y multiplicará nuestras ofrendas para bendecir a los demás.
Sabemos que Yehovah es mayor de lo que podemos imaginar, y Se deleita en proveer y bendecir a sus hijos (Salmo 23,5).
En el Salmo, muestra que el señor está cerca de quien le busca con sinceridad, es decir, con deseos de obedecerle y servirle como Ekklesía Santa.
Con respecto al Evangelio de hoy, se observa que, en los cuatro evangelios, se registra que Yeshúa realizó un gran milagro para sus seguidores, que generalmente se conoce como la alimentación de los 5.000 (Mateo 14,13-21; Marcos 6,30-44; Lucas 9,10-17; Juan 6,1-14).
Una gran multitud comenzó a seguir a Yeshúa mientras viajaba y sanaba a los enfermos. En este caso concreto, Yeshúa y los discípulos se habían retirado, pero la multitud los siguió y, al verlos, Yeshúa “tuvo compasión de ellos, y sanó a los que de ellos estaban enfermos” (Mateo 14,14).
Cuando ya caía la tarde, sus discípulos se le acercaron, diciendo: Estamos en un lugar despoblado y ya ha pasado la hora. Despide a esta gente para que se vayan a las aldeas y se compren algo de comer (Mateo 14,15).
Pero Yeshúa les dijo: No tienen por qué irse; denles ustedes de comer (Mateo 14,16).
A través del milagro de Cristo alimentando a los 5.000, Yehovah demuestra que ÉL es lo suficientemente Poderoso como para destruir todas nuestras expectativas finitas y proveer abundantemente a nuestras necesidades.
Su Bondad supera nuestra imaginación. Yeshúa multiplicó las escasas provisiones que le trajeron, y del mismo modo, Yehovah multiplica nuestros dones, talentos y dinero cuando se los traemos.
Nuestras posesiones y atributos nunca son demasiado pequeños para servir a Yehovah. ÉL se deleita en bendecirnos y sorprendernos, y las Escrituras nos muestran continuamente que utiliza lo insignificante y la debilidad para mostrar Su Gloria (1 Corintios 1,27).
Gracias a este milagro, también podemos aprender que Yeshúa utiliza a Sus discípulos para que sean Sus brazos y Sus manos.
Marcos 6,41 muestra a Yeshúa bendiciendo a la multitud mediante Sus discípulos quienes repartían la comida. Yeshúa podría haber manifestado el alimento en las manos de cada persona de la multitud, pero, por el contrario, optó por utilizar la comida que el muchacho había compartido y utilizar a Sus discípulos para distribuir la comida.
Así, al alimentar a la multitud por medio de Sus discípulos, vemos cómo nosotros también podemos ser los brazos y las manos de Yehovah.
Yehovah nos hace partícipes de Su Obra. Asimismo, aprendemos acerca de la confianza. Los discípulos tenían que confiar en que Yeshúa les proporcionaría los medios para alimentar a la multitud, y ellos sólo podían dar lo que recibían. Esto hace que los discípulos, y los creyentes actuales de Cristo, sean una parte importante del Plan de Yehovah para bendecir a los demás.
Este milagro también nos recuerda que nada de lo que afrontamos aquí en la tierra es demasiado grande para Yehovah. Incluso estando junto al Rey de reyes, los discípulos de Cristo estaban preocupados de que miles de personas pasaran hambre (Juan 6,9).
No importa a qué nos enfrentemos, debemos recordar que Dios es aún más Poderoso.
En lo que respecta a la Segunda Lectura, se nos ordena a ser humildes abundando en el vínculo de la paz, esto es imitar a Yeshúa otorgando a sus hijos el alimento fundamental que requieren el de Su Palabra para que puedan ser llenos de la triple bendición conquistada por Yeshúa en la cruz del calvario, liberación, salvación y prosperidad que incluye salud y sanidad divina.
Excelente, me quedo impactado con : “Nuestras posesiones y atributos nunca son demasiado pequeños para servir a Yehovah”