Este canto tiene por título, “Cántico gradual”, como los demás en una serie de 15 cánticos graduales.
Era especialmente apropiado para aquellos peregrinos de camino hacia Jerusalén para una de las tres Fiestas principales de Israel.
Verso 1
El Pueblo de YEHOVAH DIOS y el Monte de Sión, se refiera a la posición permanente del Pueblo de YEHOVAH DIOS, lo siguiente es una Promesa hecha para aquellos que ponen su confianza en YEHOVAH DIOS.
No podemos apropiadamente poner nuestra confianza en ÉL sino hasta que quitemos nuestra confianza en otras cosas, solamente ÉL es nuestro Refugio y Fortaleza.
El peregrino que llegaba de lejos estaba impresionado con la estatura y posición del Monte de Sión, la colina prominente sobre la cual estaba establecida Jerusalén.
Aquel que cree y confía en el Señor se le ha prometido la misma seguridad y él o ella permanece “inconmovible y estable para siempre”.
Nuestro lugar en Su Amor, Su Nueva Vida y Su Propósito de Gracia dura para siempre y no se mueve.
· Algunas personas son como la arena, siempre cambian y están inestables (Mateo 7, 26).
· Algunas personas son como el mar, turbulentos e inestables (Isaías 57, 20; Santiago 1, 6).
· Algunas personas son como el viento, sin certeza e inconsistentes (Efesios 4, 14).
· Los creyentes son como un Monte, Fuerte, Estable y Seguro, a cada alma que confía en ÉL, el Señor le dice “Tu eres Pedro”.
Verso 2
La gran seguridad del Pueblo de DIOS, Jerusalén no está puesta sobre un monte, sino que está establecida sobre una serie de montes.
El Pueblo de DIOS puede confiar en que YEHOVAH le rodeará y protegerá así como Jerusalén tiene montes alrededor de ella.
El peregrino que llegó a Jerusalén vio estos montes y con este canto realizó una aplicación espiritual de la geografía.
YEHOVAH DIOS no solamente prometió estar presente con Su Pueblo, sino que estaría alrededor de ellos, para que nada llegara hasta ellos a menos que pasara primero por ÉL.
Esta Promesa permanece para el Pueblo de DIOS, aquellos que confían en ÉL (verso 1), la protección de DIOS les rodeará y estará con ellos para siempre, así como Yeshúa Ha Mashiaj prometió Su Presencia a Su Pueblo hasta el fin de los tiempos (Mateo 28, 20).
Verso 3
Justicia en la tierra, entre el Pueblo de YEHOVAH DIOS.
Esta era la protección que YEHOVAH DIOS prometió a Su Pueblo el cual confiaba en ÉL, en la historia de Israel, esa vara de la impiedad solamente descansaba en la tierra cuando el Pueblo de DIOS era neciamente injusto y desconfiado de ÉL.
El peregrino en su viaje hacia Jerusalén vería mucho de la heredad de los justos mientras viajaban.
Ellos correctamente podían reflexionar en esta Promesa y determinar que ellos serían aquellos que confiaban en YEHOVAH DIOS, siendo los justos que recibían la heredad de la tierra de parte del Omnipotente.
YEHOVAH DIOS sabía que el gobierno de los malvados podría provocar que aun los piadosos pecaran a través de la rebelión o frustración.
Esta es una de las razones del porqué el Altísimo no permitió que los inicuos gobiernen sobre la heredad de los justos.
Versos del 4 al 6
Justicia en el corazón, una de las características principales del Antiguo Pacto que YEHOVAH DIOS hizo con Israel en el Monte Sinaí fue el principio de la bendición de su obediencia y maldición de su desobediencia.
Aquí, el cantor simplemente oró para que el Altísimo cumpliera ese aspecto del Pacto e hiciera el bien a aquellos que son buenos.
Bajo el Antiguo Pacto, había bendición para el bueno, pero muchas maldiciones para los perversos, el cantor ilustraba a estos que hacen iniquidad siendo llevados fuera de la tierra hacia el exilio.
El Salmo 125 termina con una oración pronunciando shalom sobre Israel, esencialmente, que ellos sean los buenos que disfruten de la bendición y que no sean los inicuos que sufren del exilio.