El título nos habla tanto del autor y la audiencia de este Salmo: “Al Músico Principal. Salmo de David”.
Algunos creen que el Músico Principal es DIOS mismo, y otros suponen que es un líder de coros o músicos de los tiempos de David, tal como Hemán, el Cantante o Asaf (1 Crónicas 6, 16; 16, 7; 25, 6).
Este Salmo refleja, más que ningún otro, la belleza y esplendor de la poesía Hebrea encontrada en el salterio y es considerado una de las mejores líricas del mundo.
Versos del 2 al 5
David miró a los cielos, no el cielo espiritual donde YEHOVAH DIOS está entronizado, sino los cielos del cielo azul y el cielo de la noche, claramente vio la Gloria del Todopoderoso declarada.
Podía verlo en el cielo azul, con la gloria del sol y las nubes y la belleza de los amaneceres y atardeceres.
Podía ver el cielo de la noche, con el brillo de la luna, el asombro del cielo estrellado y la extensión de las nubilosas de las galaxias distantes.
Estos en su conjunto, con sus tamaños, su asombro, su grandeza, clamaban a David y a todos los que veían, “El DIOS que creó todo esto es glorioso y es evidencia de Su Gloria”.
· ÉL es glorioso en Su grandeza, al haber creado algo tan grande.
· ÉL es glorioso en Su ingeniería, al haber creado algo que se conjuga tan bien.
· ÉL es glorioso en Su arte, al haber creado algo tan hermoso.
· ÉL es glorioso en Su bondad y misericordia, al haber creado algo para que toda la humanidad pudiera ver.
David repite la idea de la línea anterior. “Firmamento” es una manera poética de referirse al cielo y muestra la obra de las manos de YEHOVAH DIOS.
El cielo del día y el cielo de la noche nos hablan, revelan el conocimiento sobre la Gloria, Sabiduría y Grandeza creativa de YEHOVAH DIOS.
Emite palabra, esto tiene una fuerte connotación en el texto Hebreo que impacta más de lo que aparece en Español, ya que la ilustración es literalmente de una fuente de la cual brotan de manera rebosante aguas dulces y refrescantes de revelación.
La Gloria de YEHOVAH DIOS en el cielo visible es para que todos lo vean, es comunicada a toda la humanidad, sin importar su lenguaje, un mensaje que ha salido por toda la tierra.
El Apóstol Pablo explicó esta idea en Romanos que “las cosas invisibles de ÉL, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa” (Romanos 1, 20).
Pablo nos dijo esto debido a que este testimonio había salido por toda la creación, todos los hombres no tienen excusa por rechazar a YEHOVAH DIOS, quien nos dio tan clara y hermosa evidencia de Su poder y sabiduría.
Versos del 6 al 7
El mensaje de los cielos es fuerte y glorioso.
David poéticamente describió el cielo de la hora de la noche como un lugar de morada, una tienda, un tabernáculo para el sol.
El sol sale de “su tienda” cada día para cruzar los cielos y regresa a su tabernáculo en la noche.
El sol recorre su camino a través del cielo con fuerza y alegría, como un hombre en su flor de la vida, o un atleta que corre la carrera.
Todos estarían de acuerdo que el salmo, que, si se asoma a la mitología, la repudia.
El sol puede ser “como” un esposo o un atleta, de hecho, no es más que una parte gloriosa de la “obra de la mano” de YEHOVAH DIOS.
El sol cubre todo el cielo y su fuerza se extiende por todas partes, es un maravilloso ejemplo de la Gloria de YEHOVAH DIOS declarada en los cielos.
Versos del 8 al 10
El carácter glorioso de la Palabra de YEHOVAH DIOS, descrito de siete maneras.
David cambió abruptamente de alabar a YEHOVAH DIOS, quien se revela a Sí mismo en la creación, a alabar al mismo DIOS por revelarse a Sí mismo en Su palabra.
Es como si David dijera, “la creación nos habla mucho de YEHOVAH DIOS, pero Su Palabra nos dice mucho más”.
Una razón por la cual la palabra es mayor revelación que la creación es que nos dice mucho más de YEHOVAH DIOS.
La Palabra de YEHOVAH DIOS revela como es el DIOS del Pacto de Amor, de la manera que es reflejado en la estructura de este salmo.
En los versos del 1 al 6, DIOS es mencionado como ÉL, la palabra más genérica para DIOS en el lenguaje Hebreo, aún más genérico que la que comúnmente se utilizaba, “Elohim”.
Pero aquí, en los versos del 8 al 10, DIOS es mencionado como YEHOVAH, el DIOS del pacto de amor y fidelidad para Su pueblo.
La Palabra de DIOS es perfecta, nos da todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad (2 Pedro 1, 3).
Aunque no nos da todo el conocimiento, todo el conocimiento que nos da es verdadero y perfecto.
Al entenderse en su contexto literario, la Palabra de DIOS jamás esta errada en la ciencia o historia o el entendimiento de lo divino o la naturaleza humana.
Parte de la perfección de la Palabra de DIOS es que es efectiva, hace la obra que convierte el alma.
Hay poder en la lectura, el escuchar y estudiar la Palabra de DIOS, el cual va más allá del beneficio intelectual, en realidad cambia para lo mejor, convierte el alma.
La palabra Hebrea traducida “convierte” se expresa con mayor entendimiento como “revivir”, traer “nueva vida al alma”. Primero, la Palabra de DIOS “revive”.
Su cualidad de restauración da sanidad a toda la persona, al asegurarle perdón, purificación y vida a los piadosos.
La Palabra de YEHOVAH es fiel, al ser confiable y certera. Como el Salmista escribiera en el Salmo 119, 89 “Para siempre, oh YEHOVAH, Permanece tu Palabra en los cielos”.
“Fiel”, por su forma pasiva, no solamente significa que es firme, sino que es confirmada: “verificada” en Génesis 42, 20.
La Palabra de DIOS y los mandamientos contenidos en ella son rectos, moralmente rectos, son por práctica rectos y universalmente rectos.
Son rectos porque son la revelación de un DIOS que es santo, verdadero y siempre recto.
El hacer recto, suave, correcto, bien, opuesto con torcido, en la mente o conducta, mostrando lo que el hombre debe ser, tanto dentro como fuera.
Aquel que conoce la Palabra de DIOS y al DIOS de la Palabra se regocija en esto. Encuentran gozo, un verdadero placer en la verdad de DIOS y el compañerismo con DIOS revelado en Su Palabra.
Ya que la Palabra de YEHOVAH DIOS viene de un Juez que en Sí mismo es puro y santo, es en sí misma pura, un Juez puro no puede comunicarse de otra manera.
Nunca debemos de preocuparnos sobre la Palabra de YEHOVAH en que conducirá a las personas hacia el pecado o la impureza, si esto parece haber sucedido, es evidencia de que las Escrituras han sido torcidas (2 Pedro 3, 16).
Esta palabra pura alumbrará los ojos, sacará el ánimo, consuelo, conocimiento y la confianza que una luz en medio de la oscuridad pueda traer.
La Palabra de DIOS es limpia, y por lo tanto permanece para siempre, nunca se desvanecerá o corroerá, disminuyendo debido a la impureza, es limpio y limpia.
David resumió esta hermosa cadena de siete perlas, cada cual describiendo algún aspecto de la Palabra del Altísimo.
Aquí declaró que las Palabras de DIOS son verdad, todas justas, no hay nada falso o injusto en Su Palabra.
Versos del 11 al 12
El gran valor de la Palabra de YEHOVAH DIOS, el Rey David insistió en su revelación escrita para el hombre, era más valiosa y deseable que el mismo oro.
David no quería ninguna cantidad de dinero o riqueza para mandar su atención y afecto más que la palabra de YEHOVAH DIOS.
El Rey David era un hombre inmensamente rico, pero rara vez es conocido por sus riquezas, es más conocido por su gran corazón hacia YEHOVAH DIOS.
Su hijo Salomón fue aún más rico que David y fue conocido por sus riquezas, pero no tanto por su corazón para con YEHOVAH DIOS y su amor hacia la Palabra de Dios.
Para el Rey David, la Palabra de YEHOVAH DIOS no solamente era tenida en más estima que los bienes materiales, era mayor que las experiencias sensoriales.
La miel es dulce y placentera para comer, pero la Palabra de DIOS es aún más dulce.
David aquí dio dos razones del porqué YEHOVAH era mayor que cualquier bien material o placer sensorial.
La Palabra de YEHOVAH DIOS da instrucción, advertencia, que la riqueza o los placeres no dan amonestación.
· La amonestación es necesaria para pecados a los cuales somos susceptibles.
· La amonestación es necesaria para los peligros que no podemos ver.
· La amonestación es necesaria para los peligros que no apreciamos.
· La amonestación es necesaria para los peligros que están muy distantes en el futuro.
· La amonestación es a menudo rechazada.
También es cierto que hay grande galardón por guardar la Palabra de DIOS, pero eso no es lo que aquí dijo el Salmista, David nota el galardón en guardarlos.
Hay un sentido en el cual la obediencia se convierte en su propia recompensa, debido a que vivimos en la manera que DIOS quiere y diseñó para que nosotros vivamos.
Versos del 13 al 14
En el verso anterior David reflexionó en las amonestaciones que halló en la Palabra de DIOS y en el gran galardón que encontró en obedecer la Palabra de DIOS.
Esto le hizo reflexionar en los tiempos y caminos que ignoró sobre las amonestaciones y no guardar la Palabra.
Al saber que no podía conocer cuántos errores tenía delante de YEHOVAH DIOS, el Rey David sabiamente oró esta oración, necesitaba ser librado aún de los pecados y faltas que eran secreto para él.
David añadió esto porque sabía que su problema era mayor que los ocultos y errores desconocidos.
Sin la ayuda de YEHOVAH DIOS por la cual él oró, también fue perfectamente capaz de cometer pecados de soberbias, hechos con soberbia y de una manera abierta.
Cosas que hacen que los pecados sean soberbios.
· Cuando sabemos lo que hacemos.
· Cuando amigos nos han amonestado.
· Cuando DIOS mismo nos ha amonestado.
· Cuando hemos amonestado a otros sobre el mismo pecado.
· Cuando planeamos y apapachamos nuestro pecado.
La descripción de errores, faltas que son ocultos y soberbias nos recuerdan que el pecado tiene una progresión.
· Va de una tentación pasajera hacia un pensamiento escogido (errores).
· Va de un pensamiento escogido a una meditación objetiva.
· Va de meditación objetiva hacia un cumplimiento deseado.
· Va de un cumplimiento deseado hacia un plan de acción (son ocultos).
· Va de plan de acción hacia la búsqueda de oportunidad.
· Va de la búsqueda de oportunidad hacia un acto realizado.
· Va de un acto realizado hacia una acción repetida.
· Va de una acción repetida a deleite (soberbias).
· Va de deleites hacia maneras nuevas y variadas.
· Va de maneras nuevas y variadas hacia el hábito.
· Va del hábito hacia la idolatría, demandando ser servidas.
· Va de la idolatría al sacrificio.
· Va del sacrificio a la esclavitud.
Podemos decir que de toda esta continuidad el Espíritu Santo y de manera optimista nuestra consciencia, digan, “No ¡detente!”.
De toda esta continuidad se nos da la salida de escape por YEHOVAH DIOS (1 Corintios 10,13), si solamente la tomamos.
Pero si no lo hacemos, y terminamos en esclavitud, legítimamente cuestiona el estado de nuestra alma (1 Juan 3, 6-9).
En efecto, el Rey David no solamente sabía que era capaz de tales pecados, sino de que potencialmente podían enseñorearse de él.
Su oración fue correctamente colocada, su amor por la Palabra de YEHOVAH DIOS y su dependencia en el Altísimo por medio de la oración le ayudarían a estar libre del dominio del pecado, el cual esclaviza.
David sabía que, si el pecado era tratado en su vida, tratando tanto con los internos, pecados secretos y externos, soberbios, pecados esclavizadores, entonces sería íntegro y limpio de gran rebelión.
Esta no era una pretensión de una perfección sin pecar, ya sea que fuera alcanzada u obtenida antes de la resurrección.
David sabía bien que debía de ser limpiado y confiar en el sacrificio perfecto de YEHOVAH DIOS, prefigurado por los sacrificios animales que practicaba en el sistema de Moisés.
Entendió la inocencia e irreprochabilidad en un humano, en un nivel relativo y no en un sentido absoluto, de acuerdo a la medida Divina.
Verso 15
David cerró este glorioso Salmo, una oración por rendición y pureza, con una humilde rendición de su boca y corazón hacia YEHOVAH DIOS.
Él sabía que la verdadera piedad no solamente era un asunto de lo que un hombre hacía, sino también de lo que decía y pensaba en su corazón.
Esta no era una proclamación orgullosa que sabía que era inocente y sin culpa, era una petición para que fuera hecha por el poder transformador de YEHOVAH DIOS.
El Rey David miró hacia el Señor, el cual era su fuerza y redención, sabía que necesitaba a un Redentor y que la fidelidad del Altísimo le rescataría.
“Fortaleza” también puede ser traducida a “roca”. La fuerza de YEHOVAH DIOS es como una poderosa roca, la cual nos rescata y nos da una posición estable.
Redentor es aquella gran palabra Hebrea “goel”, el pariente redentor, era el “goel” quien compraba a su pariente de la esclavitud, que lo rescataba de la bancarrota y de la pérdida total.
El Rey David miró hacia YEHOVAH DIOS mismo como su pariente redentor.
Si nuestra Roca no fuera nuestro Redentor, estaríamos sin esperanza. Si nuestro Redentor no fuera nuestra Roca, aun podríamos tener temor.
Es bueno el nunca olvidar ambas interpretaciones de estas dos revelaciones de YEHOVAH DIOS.
El glorioso YEHOVAH DIOS de la creación y revelación también fue el glorioso YEHOVAH DIOS de la relación personal y redención de Su pueblo.
El Rey David sabía esto, también debemos nosotros de saberlo.