Vs del 1 al 3
Cuando el pueblo pedía a gritos la rendición, en el momento crucial en que las autoridades de Betulia habían señalado un plazo de cinco días para entregarse, surge inesperadamente Judit, la heroína.
No escoge YEHOVAH DIOS a un profeta, a un guerrero, sino a una viuda retirada en un cobertizo que se había fabricado en el techo de su casa.
Cuanto más débil sea el instrumento, más visible será la intervención de YEHOVAH DIOS en favor de Betulia.
¿Quién es esta mujer que salva a su pueblo de una catástrofe inminente? ¿Es un personaje ideal, simbólico, creado por el autor, o una mujer de carne y hueso?.
Era una viuda ideal, tal como la concibiera más tarde Pablo (1 Timoteo 5, 5).
En Betulia era la única persona que confiaba ciegamente en YEHOVAH DIOS.
Su mismo nombre es revelador, Judit es “Yehudith”, femenino de “Yehudi”, significa “la judía”, nombre que llevó una mujer de Esaú, de origen jeteo (Genesis 26, 34).
Las dudas acerca de la existencia real de la heroína se fundan en el nombre que lleva, “Yehudith” y en su propio testimonio.
En efecto, el término “Yehudith” puede ser gentilicio y simbolizar la nación judía en su ideal de vida religiosa.
En el cántico que siguió a la victoria, Judit misma se identifica con el pueblo judío (Judit 15, 4-6).
No existen razones poderosas para dudar de la existencia real de Judit, pero tampoco se dan argumentos ciertos que obliguen a admitirla.
Lo primero que debe hacerse para resolver esta cuestión es examinar el género literario empleado por el autor en este libro. El carácter inspirado del mismo es indiferente a esta cuestión.
Versos del 4 al 8
Al morir su marido, decidió Judit vivir perpetuamente en la viudez (Judit 16, 26).
Teniendo en cuenta que las hebreas contraían matrimonio entre los doce y quince años, cabe suponer que quedó viuda muy joven.
Al producirse la invasión de Betulia se cumplían tres años y seis meses de su viudez.
De su matrimonio con Manases no tuvo descendencia, no quejándose contra YEHOVAH DIOS de no habérsela dado, como hicieron otras mujeres hebreas menos piadosas (1 Samuel 1, 8-20).
Vivía retirada con su esclava (Judit 16, 26) en un cobertizo que se fabricó en el terrado de su casa, en la habitación alta (Jueces 3, 23-25; 2 Samuel 19, 1; 2 Reyes 4, 10).
A una mujer tan perfecta en el cumplimiento de sus deberes piadosos, era seguro que YEHOVAH DIOS miraría con ojos de complacencia.
Aunque las restantes personas de Betulia tuvieran una Fe vacilante, YEHOVAH DIOS les perdonaría en atención a las virtudes heroicas de Judit, de la cual nadie podía hablar mal.
Su sensibilidad cumpliendo las obras de piedad y su viudez, eran factores que facilitaban su cometido de intercesora delante de YEHOVAH DIOS para salvar a su pueblo elegido.
Versos del 9 al 10
Judit se entrevista con las autoridades, la prestigiosa mujer no tomó parte en el motín del pueblo.
Por la servidumbre pudo enterarse de la situación y de la decisión tomada por las autoridades.
Gran prestigio debía de gozar Judit entre los dirigentes del pueblo, ya que obedientes fueron a su casa, tan pronto como su sierva la que tenía puesta sobre todos sus bienes (Génesis 24, 2), les comunicó el deseo de su ama.
Versos del 11 al 15
La valiente mujer Judit increpa a los dirigentes de Betulia, se encara con los príncipes de la ciudad (Judit 6, 14-15), jefes, ancianos, por haberse atrevido a fijar a YEHOVAH DIOS un plazo de cinco días, dentro de los cuales debía acudir en su ayuda, pasado aquel tiempo, ya no tenían necesidad de YEHOVAH DIOS.
El proceder de las autoridades equivalía a un ultimátum. Ellos se obligaron con juramento a entregar la ciudad a los enemigos y este juramento debía cumplirse necesariamente.
El hecho de exigir a YEHOVAH DIOS que se decida a intervenir en el plazo de cinco días, ¿no equivalía a un atentado contra su soberanía divina? Hay que esperar pacientemente y con confianza la hora de YEHOVAH DIOS.
Las autoridades de Betulia hacen mal en discutir sus designios, una sola solución es viable, humillarse ante ÉL y callar.
A diferencia de Job 38, 2-40, 2; 42, 3, el autor de Judit pone más de relieve la confianza filial en YEHOVAH DIOS.
Su concepción de la eficacia de la oración es la vida del doulos por Amor de YEHOVAH DIOS.
Versos del 16 al 20
Los motivos de confianza se deben a la Ley de la Alianza, YEHOVAH DIOS se comprometió a ayudar a Israel y defenderlo de sus enemigos, con tal de que obedeciera su Ley y permaneciera fiel a un puro monoteísmo (Levíticos 26, 1-8; Deuteronomio 28, 1-7; Jueces 2, 7-23; 1 Samuel 7, 3).
Tan segura está Judit de la eficacia de esta promesa, que se atrevió a decir a Holofernes: “Nunca nuestro linaje es castigado, ni la espada prevalece contra ellos si no han pecado contra YEHOVAH DIOS” (Judit 11, 10).
La situación religiosa actual de Israel es fundamentalmente buena, porque, al revés de los tiempos antiguos, no existe en la generación actual ni se conoce familia, región, ni ciudad que adore a falsos dioses.
Por este pecado de idolatría, contra el cual clamaba Jeremías 7, 17-20; 14, 7-15, fueron entregados los judíos a la espada y al saqueo.
En los momentos actuales no existe este funestísimo pecado en Israel, desde luego hay motivos de esperar la ayuda de YEHOVAH DIOS.
El autor del libro de Judit considera como pecado leve el amotinamiento del pueblo, porque sus protestas están más bien dictadas por el estómago vacío, que por falta de confianza en YEHOVAH DIOS.
Tampoco concede excesiva gravedad a la conducta de los magistrados de Betulia, que obraron más bien por cobardía que por malicia.
Versos del 21 al 27
Vemos las desastrosas consecuencias de una capitulación, la suerte de Jerusalén, del Templo y de toda la nación depende de la actuación de los habitantes de Betulia.
Si, para evitar una situación crítica, de momento los magistrados de Betulia se rinden al enemigo, serán responsables ante YEHOVAH DIOS de las espantosas consecuencias de su cobardía y poca fe.
Judit acumula razones con el fin de elevar la moral de los ancianos de Betulia, el país sería arrasado, sus habitantes asesinados o deportados, el Templo saqueado.
El ejemplo de los patriarcas Abraham, Isaac y Jacob debe estimularlos a la resistencia. YEHOVAH DIOS los pasó por el crisol para examinar su corazón, no para castigarlos.
De la misma manera azota a los de Betulia, no a título de castigo, sino con el fin de someter a prueba su confianza en YEHOVAH DIOS.
Judit proclama que YEHOVAH DIOS, castiga y azota a sus amigos con el único fin de purificarlos y santificarlos con la práctica de las obras de piedad (Proverbios 3, 12; Sabiduría 11, 5-10; Eclesiástico 2, 3-5).
La recomendación que hace Judit de dar gracias a YEHOVAH DIOS por las pruebas a que les sujeta, es considerada por muchos como una interpolación cristiana (Romanos 5, 3-5; Hebreos 12, 5-11).
Versos 28 al 31
Con palabras halagadoras para Judit, Ozías reconoce su clara inteligencia y su gran corazón, pero le da a entender que no puede cambiar la decisión tomada en atención a los sufrimientos del pueblo, que muere de sed, por el juramento que hizo y que debe cumplirse inexorablemente (Josúe 9, 19; Jueces 11, 35; 2 Samuel 21, 1-8).
La única solución está, dice Ozías, “en que YEHOVAH DIOS nos mande lluvia que llene las cisternas, lo que equivale a pedir un milagro”.
La época de las lluvias en Palestina se extiende desde el octavo hasta el tercer mes según el calendario Bíblico y sólo por un milagro (1 Samuel 12, 17) se da una lluvia torrencial durante los meses cuatro y cinco (Josúe 10, 11).
Ozías no entiende la teología de la historia de Israel, tal como se la explica y comprende Judit. Es posible que teóricamente tenga razón Judit, pero en la práctica, parece decir Ozías, no se ve que YEHOVAH DIOS se muestre solícito en cumplir su compromiso con Israel.
Por lo demás, la voluntad salvífica de YEHOVAH DIOS, debe manifestarse en el plazo de cinco días, porque un juramento debe cumplirse necesariamente.
Versos del 32 al 36
De repente saca Judit a las autoridades de la situación embarazosa en que se encontraban, expone sus planes.
El plan que les propone no es improvisado, lo ha meditado bien en su soledad, porque también ella debía de tener noticia de cómo andaban las incidencias del sitio de Betulia.
Sabe también que tendrá éxito el plan que ha trazado, porque confía en la atención que YEHOVAH DIOS da al justo, por vivir en la oración, ayuno y virtudes piadosas.
GLORIA A YEHOVAH!!! Este capitulo expone claramente la realidad que aun muchos hemos experimentado en la actualidad… Limitamos a YEHOVAH a simples acciones o a determinado tiempo, porque nuestra confianza es limiada; y si YEHOVAH no responde conforme a nuestra expectativa, entonces ubicamos otra fuente segun nuestras fuerzas en su lugar.
Expone magnificamente lo que establece Eclesiastico 2; que la prueba no es un castigo sino una preparación para todo el que se acerca a servir a YEHOVAH. Lo valioso es lo que se prueba, no lo que vale dos lochas. La gente del mundo no es probada, es probado aquel que se empeña en vivir agradando a YEHOVAH, en donde su corazón es orientado por el Padre para permanecer como a el le gusta.
Es delicioso ver como se enfatiza que, sin lugar a dudas, todo el que se ejercita en las obras de piedad tiene la atención y el favor de YEHOVAH y es capaz de poder bendecir a otros, porque está en un lugar de gracia. ¿Que puede negarle YEHOVAH a quien continuamente está sujeto a él?