Versos del 1 al 4
Dos fuerzas opuestas se hallan frente a frente. Holofernes acampa en las inmediaciones de Bet Sán.
Le llegan noticias de que Israel se prepara a la lucha, de que los judíos han cerrado las entradas de los montes, fortificando sus cumbres y sembrando de obstáculos las llanuras (Judit 4, 5).
La audacia de Israel tiene la virtud de inquietar el ánimo de Holofernes. La guerra relámpago que había practicado hasta ahora se acaba en el límite de la frontera con Judea.
En vez de atacar, pierde el tiempo coleccionando consejos y escuchando informes. Llama a los príncipes de Moab, a los generales de Amón y a los sátrapas del litoral para cerciorarse acerca del pueblo judío.
La encuesta gira en torno a un triple tema:
1) Étnico-histórico.
2) Estratégico y político.
3) Psicológico.
Ajior demuestra tener un conocimiento profundo de la historia del pueblo de Israel.
Su testimonio es tanto más valedero en cuanto que él es príncipe y jefe de Amón, pueblo que no tuvo relaciones amistosas con Israel (Números capítulos 22 al 24; Deuteronomio 23, 4; Jueces 10, 7-11, 33; 1 Samuel 11, 1).
Ajior demuestra simpatía hacia Israel y pone mucho calor en sus palabras, lo que recuerda el episodio de Balaam al bendecir contra su voluntad al pueblo de Israel (Números capítulos 22 al 24).
Exalta la protección de YEHOVAH sobre su pueblo. En prueba de sus buenos servicios, Ajior “quedó agregado a la casa de Israel” (Judit 14, 10), al igual que lo fue Rahab en otro tiempo y por idénticos motivos (Josué 2, 9-11).
Sin embargo, Deuteronomio 23, 4 dice: “amonitas y moabitas no serán admitidos, ni aun a la décima generación, no entrarán jamás”.
La situación descrita en todo el capítulo no exige un período histórico determinado, sino que puede ajustarse a todo el discurso de la historia del pueblo judío, a lo largo y ancho de la historia de Israel.
A la tesis defendida por Ajior opone Holofernes esta otra: “Nabucodonosor es el único dios y las armas darán razón de un pueblo indefenso que ha tenido la osadía de oponérsele”.
Los dos poderes, material y espiritual, se enfrentan en una lucha de la cual, ya desde ahora, se vislumbra el fin.
Versos del 5 al 9
Se explica en estos versos la Prehistoria de Israel. Según Ajior, Israel es originario de Caldea (Génesis 11, 28-31), desde donde emigró Abraham estableciéndose en Jarán (Génesis 11, 31; 12, 4).
El motivo de este desplazamiento fue por no querer adorar a los dioses de sus padres, establecidos en Caldea.
Abraham rompió con la tradición idolátrica de sus antepasados para adorar al “DIOS del cielo” (Esdras 5, 11; 6, 9).
Versos del 10 al 17
En estos versos se narra su Permanencia en Egipto. La protección divina sobre Israel se revela también en el tiempo que permaneció en Egipto.
Si YEHOVAH DIOS escuchó a su pueblo y castigó a Egipto, ¿no puede acontecer ahora lo mismo?.
Mientras el texto griego consigna los hechos de la salida de Egipto y el paso del mar Rojo, la Vulgata subraya el carácter milagroso de ambos episodios.
Por una providencia extraordinaria de YEHOVAH DIOS, penetraron los israelitas en Canaán, apoderándose en un principio de la región montañosa, por no poder enfrentarse en las tierras bajas con los carros de combate de los cananeos.
Ellos recibieron esta tierra en herencia “ekleronómesan”.
La permanencia pacífica de los israelitas en la Tierra Prometida, estaba condicionada a su fidelidad al Pacto de la alianza. La prosperidad y la ruina de Israel dependen de su adhesión al mismo.
Versos del 18 al 19
Se narra como estuvo el pecado y arrepentimiento en el pueblo de Israel.
Los principios señalados por Ajior se confirman con dos acontecimientos de cautividad y regreso a la tierra.
En el exilio encontró Israel ocasión propicia para reflexionar sobre las causas que lo motivaron.
Para muchos, la cautividad significaba el fracaso de la doctrina de la alianza y un indicio de la impotencia de YEHOVAH DIOS para salvaguardar a su pueblo frente a sus enemigos.
Para otros, en cambio, impresionados por la predicación de los profetas, este desastre nacional fue el principio de una total y sincera conversión a YEHOVAH DIOS.
Gracias a ello les ha sido posible a los israelitas poder regresar a su patria.
Versos del 20 al 21
Nos presenta una conclusión del discurso de Ajior, puede Holofernes deducir que las preguntas que él dirigió al estado mayor, indican un desconocimiento de la situación.
Lo importante y justo hubiera sido cerciorarse de si Israel tenía o no culpa o pecado contra YEHOVAH DIOS.
En caso afirmativo puede atacarle, seguro de conseguir la victoria, en caso contrario, evite la guerra.
Versos del 22 al 24
Se pueden ver los efectos negativos del discurso de Ajior, entre los seguidores de Holofernes.
Ninguno de ellos se dejó impresionar por la tesis teológica desarrollada, estando todos acordes en admitir que las armas son las que deciden las batallas.
A la concepción religiosa de la intervención de YEHOVAH DIOS de cielo y tierra en la historia, oponen a Holofernes y su estado mayor la fuerza de las armas.