Versos del 1 al 3
Dos ejércitos se preparan para la guerra. Esta es la única descripción del reinado de un rey de Judá que se sincroniza con el reinado de un rey contemporáneo de Israel.
Aunque los libros de 1 y 2 de Reyes cuentan la historia de ambos reinos, el del norte y el del sur, 2 de Crónicas se enfoca solamente en el reino del sur de Judá.
La conexión en este verso probablemente se debe al hecho de que los acontecimientos involucran tanto a Israel como a Judá.
Este hijo de Roboam llamado Abías, llamado Abiam en 1 de Reyes, reinó solo tres años, mostrando que YEHOVAH DIOS no bendijo su reino.
En esta guerra entre el reino del sur de Judá y el reino del norte de Israel, había una clara ventaja numérica para el reino del norte.
Versos del 4 al 12
El argumento de Abías es que la dinastía de David, es la única casa legítima para gobernar sobre las tribus de Israel, incluyendo a estas diez tribus del norte que se rebelaron bajo el liderazgo de Jeroboam.
Esta promesa que YEHOVAH DIOS le hizo a David fue llamada “Pacto de Sal”, que significaba un pacto serio porque fue “sellado con un sacrificio”, los sacrificios siempre incluían sal, Levítico 2, 13.
Un pacto de sal también tenía las siguientes asociaciones:
· Un pacto puro (la sal permanece pura como un compuesto químico).
· Un pacto duradero (la sal hace que las cosas se preserven y perduren).
· Un pacto valioso (la sal era costosa).
Aquí el rey Abías presenta una parte bastante selectiva de la historia. Jeroboam se rebeló, pero Roboam fue un tonto que provocó a las tribus del norte a la rebelión.
Es una extraña mezcla de tergiversación y religión. La tergiversación está en su declaración de los motivos de la rebelión de Israel, los cuales terminaron en la coronación de Jeroboam.
Él atribuyó la rebelión a la influencia de hombres malvados a los cuales describió como hijos de Belial.
No necesitamos investigar escrupulosamente sobre la legalidad de esta guerra, pues este Abías, aunque aquí da un buen discurso y sostenía la mejor causa, seguía siendo un hombre impío, 1 de Reyes 15, 3.
Por lo tanto, no se interesaba en la satisfacción de su consciencia, sino solo en la recuperación de los antiguos dominios de su padre.
Abías comparó el rechazo de YEHOVAH DIOS en favor de Jeroboam y el pueblo de las tribus del norte con la fidelidad comparativa del rey y el pueblo de Judá.
Llevó su sermón a un final dramático desafiando al rey y al pueblo de las tribus del norte a reconocer que en realidad estaban peleando contra YEHOVAH el DIOS de sus padres.
Versos del 13 al 14
Esta fue una táctica deshonrosa porque Jeroboam los emboscó mientras aún estaban negociando antes de la batalla.
El punto es recordar que aunque nuestros enemigos nos rodeen por todos lados, impidiendo refuerzos desde el norte, sur, este y oeste, no hay poder terrenal que pueda apartar a YEHOVAH DIOS de nosotros.
El camino hacia YEHOVAH DIOS siempre se mantiene despejado, la escalera que une al alma con el Altísimo y el cielo nunca puede ser bloqueada. Excepto por transgresión y pecado.
Cuando las líneas de batalla cambiaron inesperadamente, el ejército de Judá supo que un ataque sorpresa de un ejército enemigo dos veces más grande los dejaba en un lugar muy peligroso. Lo único que podían hacer era clamar a YEHOVAH DIOS.
Versos del 15 al 19
Ellos añadieron el grito de Fe a su clamor y YEHOVAH DIOS desbarató el ejército de Israel.
No se nos dice cómo YEHOVAH DIOS los desbarató, pero ciertamente defendió a su pueblo que confiaba en ÉL cuando no podían defenderse ellos mismos
El Cronista quería que el punto quedara claro. La razón por la que Judá derrotó a Israel a pesar de que fueron sorprendidos y excedidos en número fue porque Judá se apoyó en YEHOVAH DIOS.
La captura de Betel es un comentario irónico sobre la incapacidad de los becerros de oro de defender su propio santuario (1 de Reyes 12, 28-33).
Versos del 20 al 23
Esto terminó con la amenaza de Israel contra Judá. Jeroboam no quedó lo suficientemente fuerte como para lanzar un ataque y permaneció débil hasta que YEHOVAH DIOS lo hirió y murió.
El perfil de Abías en 1 de Reyes 15 es abrumadoramente negativo. Leemos, anduvo en todos los pecados que su padre había cometido antes de él y no fue su corazón perfecto con YEHOVAH su DIOS, como el corazón de David su padre (1 de Reyes 15, 3).
Sin embargo, el Cronista no dice nada bueno, ni nada malo sobre el reinado general de Abías.
Esto fue porque el Cronista quería hacer hincapié en el bien que sucedió durante el reinado del rey Abías, concretamente, la gran liberación que vino cuando Judá confió en YEHOVAH DIOS.
El Cronista asume que el lector conoce el material sobre Abías en 1 de Reyes, sin embargo, quería mostrar que hasta un mal hombre puede recibir gracia cuando se apoya en YEHOVAH DIOS.
Esto sería un gran estímulo para los exiliados que habían regresado a quienes el Cronista les escribió en un principio.
Sin embargo, desde nuestra comprensión más completa de la vida de Abías, podemos aprender otra lección, que una gran victoria espiritual no hace una vida entera delante de YEHOVAH DIOS.
Uno nunca debe confiar en un logro espiritual pasado o temporada de victoria.
El relato del profeta Ido “Bemidrash”, es el primer lugar donde un midrash o comentario rabínico es mencionado en la Biblia.
leemos en estos como afectamos nuestra desendencia no nos ocupamos en corregirnos nosotros como padres podandonos todos los dias apartando todo lo que es desagrada a jehovah
Me gusta la esencia que quiere transmitir el cronista en este capítulo; No importa lo malo que pueda ser un hombre, si se humilla y endereza el camino YEHOVAH le manifestará su favor. Es un antitipo de lo que ahora se realiza en la salvación de los hombres por medio de YESHUA HA MASHIAJ-