Versos del 1 al 3
Josías escuchó las promesas del juicio eventual y la del retraso inmediato del juicio. No respondió con indiferencia o simple contentamiento de que no vería el juicio en sus días.
Él quiso poner al pueblo bien con YEHOVAH DIOS, necesitó a todos los ancianos de Judá para que se unieran en un arrepentimiento quebrantado con él.
Estaba tan preocupado de que la nación escuchara la Palabra de YEHOVAH DIOS que se las leyó el mismo rey.
El Rey Josías se puso de pie frente al pueblo y públicamente declaró su compromiso de obedecer la Palabra de YEHOVAH DIOS con lo mejor de su capacidad, con todo el corazón y con toda el alma.
Ellos hicieron esto en respuesta al ejemplo y liderazgo del Rey Josías. No leemos de ninguna orden para que el pueblo hiciera esto, ellos lo hicieron espontáneamente mientras seguían el ejemplo y liderazgo del rey.
Versos del 4 al 14
Esto nos muestra lo profunda que era la idolatría en Judá. Había ídolos dedicados a Baal, Asera y a todo el ejército de los cielos en el mismo templo.
De este relato, parece que Josías comenzó con las reformas de purificación desde adentro y trabajó hacia afuera.
Las reformas de Josías no solo removieron los objetos pecaminosos, sino también a las personas pecaminosas que promovieron y permitieron estos objetos pecaminosos.
Los ídolos que llenaron el templo no llegaron ahí ni se quedaron ahí por sí mismos, hubo sacerdotes idólatras que fueron responsables por estas prácticas pecaminosas.
La prostitución sagrada era una parte integral de la adoración a muchos de estos ídolos.
El templo se había convertido en un burdel y el Rey Josías, corrigió esta vergonzosa perversión.
Este pasaje revela algo de la extensión de la idolatría oficial en Judá. Fue expandida, elaborada y en ella se había invertido mucho.
Los reyes de Judá anteriores, habían invertido mucho tiempo y dinero en honrar a estos ídolos paganos.
Se requirió de un largo y dedicado compromiso de parte del Rey Josías, el llevar a cabo esta tarea.
Versos del 15 al 20
El Rey Josías fue tan diligente en sus reformas que derribó los altares localizados en el antiguo reino de Israel.
Removió el altar pagano en Betel, que había puesto Jeroboam cientos de años atrás.
Políticamente hablando, esto fue posible debido a que el Imperio Asirio estuvo débil durante los días de Josías.
Josías pudo intervenir en esta área que estaba bajo el yugo del Imperio Asirio, porque éstos estaban preocupados en otras cosas y no podían detenerlo.
El altar en Betel, que también fue alcanzado por las reformas de Josías, había sido establecido por Jeroboam a la muerte de Salomón, pero con el paso del tiempo una adoración puramente Cananea al parecer había reemplazado la antigua adoración al becerro de oro.
Este es el notable cumplimiento de una profecía hecha cientos de años antes. Las palabras de este profeta anónimo están registradas en 1 de Reyes 13, 1-2.
“He aquí que a la casa de David nacerá un hijo llamado Josías, el cual sacrificará sobre ti a los sacerdotes de los lugares altos que queman sobre ti incienso, y sobre ti quemarán huesos de hombres”.
Josías tuvo cuidado de honrar la tumba de este profeta anónimo.
Versos del 21 al 23
Josías no podía ordenar una obediencia de corazón a la Palabra de YEHOVAH DIOS, pero podía establecer una celebración nacional para observar la Pascua.
La celebración de la Pascua había sido tan descuidada que esta fue una observancia notable.
La Pascua recordaba el acto central de redención en el Antiguo Testamento. La liberación de YEHOVAH DIOS para Israel de Egipto en los días de Moisés.
Su descuido de la Pascua probó que habían descuidado el recordar la obra redentora de YEHOVAH DIOS por ellos.
Versos del 24 al 25
El Rey Josías también cumplió con la orden de YEHOVAH DIOS, de eliminar a todos los que practicaban el espiritismo y el ocultismo.
Su pasión fue cumplir las Palabras de la Ley que estaban escritas en el libro.
La gran reforma en los días de Josías, es un ejemplo de simplemente regresar a la Palabra de YEHOVAH DIOS, buscar basar todo pensamiento y práctica en lo que ha revelado en Su Palabra.
Fue un ejemplo del Antiguo Testamento del principio de la Reforma de sola escritura.
Josías fue uno de los reyes más notables de Judá, único en la fuerza de su obediencia y compromiso.
Él resalta el maravilloso ejemplo de lo que un gran líder puede y debe ser.
Versos del 26 al 27
YEHOVAH DIOS no desistió de su ira, porque a pesar de la consagración personal de Josías y su justo ejemplo y liderazgo, el pueblo de Judá siguió provocándolo, amando a los pecados introducidos durante los perversos días de Manasés, padre de Josías.
YEHOVAH DIOS prometió traer abajo a Judá, siendo conquistada por otro y mandándola al exilio.
Versos del 28 al 30
El final de Josías y sus sucesores, era parte de la lucha geopolítica entre el Imperio Asirio que se encontraba en declive y el emergente Imperio de Babilonia.
Los Asirios hicieron alianza con los Egipcios, para protegerse en contra del creciente ataque de Babilonia.
2 de Crónicas 35, 20-25 nos dice más sobre esto. Faraón advirtió a Josías sobre pelear con él diciendo, “¿Qué tengo yo contigo, rey de Judá? Yo no vengo contra ti hoy”.
Josías neciamente se negó a escuchar esta advertencia (la cual en realidad venía de YEHOVAH DIOS) y se disfrazó en batalla, sin embargo, aun así fue herido por los arqueros y murió.
Este fue un final triste para uno de los reyes más grandes de Judá.
No fue por Fe, de otra manera ¿por qué disfrazarse? No hay registro de ninguna oración durante esta batalla, como en el caso de muchos de sus consagrados ancestros y esta imprudente acción de Josías parece incomprensible.
El lugar exacto de la batalla parece haber sido Hadad Rimón, en el valle de Meguido, porque ahí nos dice Zacarías 12, 11, que fue el gran lamento para Josías.
La sucesión regular al trono de Judá terminó con el llorado Josías.
Yoacaz no era el hijo mayor del rey fallecido. Johanán y Joaquim eran mayores que él (1 de Crónicas 3, 15).
Fue hecho rey por elección popular por la preferencia de la multitud, no la designación de YEHOVAH DIOS.
Así los pecados del pueblo eran la verdadera razón por la que YEHOVAH DIOS les daba reyes perversos, a quienes les permitió actuar perversamente, para que ellos pudieran traer el largo, merecido y amenazado castigo sobre ellos mismos y su pueblo.
Versos del 31 al 34
Las reformas del rey Josías fueron maravillosas, pero no fueron un avivamiento duradero. Su propio hijo Yoacaz no siguió en sus caminos rectos.
Yoacaz es “‘YEHOVAH ha alcanzado”, era probablemente su nombre de trono, pues su nombre personal era Salum (Jeremías 22, 11; 1 Crónicas 3, 15).
La práctica de la primogenitura fue anulada en vista de que su hermano mayor “Joaquin o Eliacim” mostro tendencias anti Egipto.
Su nombre es omitido de entre los ancestros de nuestro Señor en Mateo 1, 1-15, lo cual pudiera implicar que YEHOVAH DIOS no reconociera a Yoacaz, la elección del pueblo, como el sucesor en un sentido verdadero.
Después de la derrota del rey Josías en batalla, Faraón fue capaz de dominar a Judá y hacerla efectivamente un reino vasallo y una defensa contra el creciente Imperio de Babilonia.
Él impuso sobre la tierra una multa y puso sobre el trono de Judá a un rey títere, un hermano de Yoacaz , Eliaquim, renombrado Joaquin.
Versos del 35 al 37
Joaquin no fue más que un rey títere, que gobernó sobre un reino vasallo bajo el mandato Egipcio. Impuso pesados impuestos sobre el pueblo y pagó dinero a los Egipcios, como era requerido.
Sin embargo, al mismo tiempo Joaquim estaba desperdiciando recursos en la construcción de un nuevo palacio con trabajo forzado (Jeremías 22,13-19).
Joaquim, como su hermano Yoacaz, no siguió el consagrado ejemplo de su padre Josías.
Jeremías 36, 22-24 describe la gran impiedad de Joaquim, incluso cómo quemó un rollo con la Palabra de YEHOVAH DIOS.
En respuesta a esto, Jeremías recibió este mensaje de YEHOVAH DIOS, dirás a Joaquin rey de Judá, Jeremías 36, 29-30.
“Así ha dicho YEHOVAH DIOS, tú quemaste este rollo, diciendo: ¿Por qué escribiste en él, diciendo: De cierto vendrá el rey de Babilonia, y destruirá esta tierra, y hará que no queden en ella ni hombres ni animales?”.
“Por tanto, así ha dicho YEHOVAH DIOS acerca de Joaquin rey de Judá”, no tendrá quien se siente sobre el trono de David y su cuerpo será echado al calor del día y al hielo de la noche.
A todas sus maldades anteriores, agregó el asesinato de Urías el profeta (Jeremías 26, 20. 23).