Versos del 1 al 3
Esta instrucción fue dada a los príncipes de las tribus de Israel, para que ellos las difundieran a todos los jefes hasta ser de conocimiento pleno en todo el pueblo Israelí.
Un voto delante de YEHOVAH DIOS no es una cosa pequeña. El Altísimo expresivamente ordenó que Israel debía ser cuidadoso de mantener sus votos y de cumplir cada juramento hecho.
En muchos círculos hoy en día, el rompimiento de un juramento es sólo la práctica estándar de los negocios, pero delante de YEHOVAH DIOS, es simplemente “Pecado”.
Algunas personas creen que los “Votos o Juramentos” no son permitidos para un cristiano en este tiempo.
Ellos piensan esto por lo que Yeshúa dijo en Mateo 5, 34-37
“Pero yo les digo: No juren en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey.
Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello. Pero que sea su hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede”.
Ver también Santiago 5, 12.
Pero en contexto del resto de la Escritura, vemos que Yeshúa no estaba prohibiendo juramentos.
Él estaba diciéndonos que deberíamos ser tan llenos de “integridad en nuestras palabras”, que un juramento sea innecesario.
Yeshúa respondió bajo juramento en una corte (Mateo 26, 63-64) y YEHOVAH DIOS Mismo hace Juramentos (Lucas 1, 73; Hechos 2, 30; Hebreos 3, 18; 6, 13.17).
No quebrantará su palabra, hará conforme a todo lo que salió de su boca, porque YEHOVAH DIOS “toma nuestros votos seriamente”, algunas veces, es mejor no hacer un voto.
Cuando a YEHOVAH DIOS le hacemos “promesas”, no tardes en cumplirla, porqué ÉL no se complace en los insensatos.
Cumple lo que Prometes. Mejor es que No prometas, y no que Prometas y No cumplas (Eclesiastés 5, 4-5).
Muchos votos son simplemente tontos. “Nunca volveré a hacer eso de nuevo” es un voto tonto, además, es tonto y sin sabiduría el demandar un voto así de alguien más.
Por supuesto, hay un voto que todos podemos y debemos hacer, un voto para adorar a YEHOVAH DIOS.
“Sobre mí, te tributaré alabanzas” (Salmos 56; 12). “Así cantaré tu nombre para siempre, pagando mis votos cada día” (Salmos 61, 8).
Versos del 4 al 6
El voto de una mujer no casada no era tomado como obligatorio, a menos que fuera aprobado de alguna manera por su “cabeza”, su padre, quien tenía el derecho de gobernarla.
Versos del 7 al 9
El voto de una mujer casada no era tomado como obligatorio, a no ser ratificado en alguna manera por su esposo, quien tenía el derecho de gobernarla.
Verso 10
Una mujer viuda o divorciada que no tuviera hombre “cabeza” de su hogar, su “cabeza” es YEHOVAH DIOS directamente, ella está ligada a sus votos.
Versos del 11 al 17
Sí el marido confirmaba el voto de su esposa, ya sea “específicamente o por silencio”, entonces, él era responsable de asegurarse que el voto fuera cumplido, “él llevará el pecado de ella”, Vs 16.
Él debe llevar su iniquidad, significa que él va a sufrir por el voto quebrantado como si fuera suyo.
Esta es una manifestación exterior del principio de jefatura.
Cuando YEHOVAH DIOS declara a alguien estar en una posición de legítima autoridad y se espera de otros someterse a esa autoridad, la cabeza también es responsable, delante de YEHOVAH DIOS por el resultado.
YEHOVAH DIOS nunca otorga “autoridad” sin “responsabilidad”. Cuando esto es entendido, hace la sumisión mucho más fácil.