Versos 1 al 9
Es importante acotar, que Egipto no fue el único país asolado por el hambre, todas naciones de la región fueron duramente reducidas por la escasez de alimentos, incluyendo Canaán.
Gente de todas latitudes llegaron a Egipto en busca de alimentos, entre ellos, la familia de Jacob (Israel).
Como sabemos, Jacob era un hombre próspero, pero el hambre producto de las sequías le afectó el ciclo productivo de las tierras, la familia tenía mucho ganado, pero no contaban con el pasto necesario para alimentarlo.
Igualmente, requerían provisiones para su familia. Por esto, Jacob designó a sus hijos la tarea de ir a Egipto para comprar granos.
Recordemos que el hambre, las pestes y las guerras, son signos inequívocos de los juicios que YEHOVAH DIOS aplica sobre los moradores de la tierra, como un acto de Misericordia para que se Arrepientan y vuelvan a ÉL.
Entonces ¿Porque Egipto fue privilegiado con los sueños proféticos que le permitieron sortear y prosperar en medio de la gran sequía? Eso, lo responderemos en el capítulo 50.
Cabe destacar, que las profecías de YEHOVAH DIOS se cumplen, allí estaba José trece (13) años después, observando a sus hermanos delante de él, inclinados hasta posar el rostro en el suelo.
Todavía falta un hermano, pero de esto aprendemos que llegará un momento en la historia, cuando los Israelitas que no han sido asimilados entre las naciones, tendrán que morir por completo a su ego, para acudir a Efraím y alcanzar el Pan de Vida
A primera vista, da la impresión que José, buscaba “vengarse” de sus hermanos, pero más tarde, se hace evidente que sus actos estaban dirigidos a cumplimentar la plena Voluntad de YEHOVAH DIOS al darle hospitalidad en Egipto a Israel.
Si el plan de José hubiese sido vengarse de sus hermanos, esa era la oportunidad ideal, sus acciones eran parte de una estrategia.
El plan de José consistía en reunir a su Padre y a su hermano Benjamín, quien era el otro hijo de Raquel, quien seguramente había ocupado su lugar como preferido de su padre.
Quería constatar, si ellos, se habían arrepentido de haberlo abandonado en el pozo.
Versos 10 al 17
Al presionarlos, José obtuvo la información de su hermano y su padre quien vivía todavía. Evidentemente, él no iba a creer solamente su palabra, sino, que quería verlo con sus propios ojos.
Como José seguía existiendo e incluso gobernando, así Cristo sigue existiendo y gobernando a la diestra de YEHOVAH DIOS de Israel en los cielos, mientras los judíos persisten en decir que “No existe”.
Pero en el segundo encuentro, se dará a conocer a sus hermanos y por su parte, los judíos verán a Yeshúa en la Parusía.
Tal vez, en el fondo José tuvo la tentación de vengarse de sus hermanos. Pero se tomó tres (3) días consultando a YEHOVAH DIOS y cambió las condiciones, dejaba ir a nueve (9) y sólo uno (1) sería la garantía para traer al hermano menor.
Versos 18 al 28
Con esta prueba, reflexionaron en cuanto a su culpabilidad, ellos tenían su conciencia manchada, ya que pensaron que todo les aconteció por lo que habían hecho a José.
José, no se vengó, ni siquiera les cobró el grano que había comprado. Él les estaba dando la oportunidad de probar que habían cambiado.
Rubén, el primogénito no estaba de acuerdo con el maltrato de José. Simeón, que era el segundo, era un hombre sumamente violento y junto con su hermano Leví habían asesinado a toda una ciudad.
Simeón, necesitaba un trato especial a la sombra, para poder Arrepentirse y Humillar su duro corazón. Esa fue la razón, por la que José le tomó a él y le encerró.
Aunque los hermanos no reconocieron a José en su primera visita, tuvieron la oportunidad de obtener grano para saciar su hambre y vivir.
Versos 29 al 38
Cuando regresaron a Canaán, le contaron a su padre todo lo que había sucedido. También le contaron, que debían regresar con Benjamín, para liberar a Simeón y para poder comprar más alimento. Pero Jacob no reaccionó bien a la noticia.
Definitivamente, Rubén estaba tratando de congraciarse con Jacob, ya que luego de haber pecado contra su padre, cayó en desgracia, ya no gozaba de la distinción de primogénito (ser el primero en el consejo del Padre).
Jacob, siguió mostrando preferencia por los hijos de Raquel, él prefirió correr el riesgo de perder a Simeón que a Benjamín.