Versos del 1 al 10
Cuarta: Investidura del Sumo Sacerdote. Esta cuarta visión posee como característica especial la investidura de Josué como sumo sacerdote en una extraña asamblea celestial donde está siendo acusado por Satán.
Pese a las acusaciones, Josué es perdonado e investido con vestiduras limpias. Nótese la relación entre vestiduras “sucias” y “acusador” con “ser perdonado” y vestiduras “limpias”.
Es una situación anómala o impedimento que hacen de Josué indigno de llevar la investidura de máximo sacerdote.
Mediante este recurso de la visión, el profeta entroniza oficialmente a Josué validando su ministerio ordenado por el mismo YEHOVAH.
En el trasfondo de esta visión hay que recordar las contradicciones y enfrentamientos frecuentes entre los que regresaron de Babilonia y los que no habían ido al destierro.
La segunda parte de la visión, hasta ahora sin explicación satisfactoria, corresponde a la piedra con siete ojos que recibe el Sumo Sacerdote.
El contexto induce a pensar en la vigilancia cercana que tendrá YEHOVAH con su pueblo, el cual será purificado en un solo día (vs 9).
Ya purificados, los fieles vivirán en paz y tranquilidad y cada uno podrá invitar a su amigo, a su propia higuera y a su propia parra.