Versos del 1 al 10
Instrucciones a los discípulos. El deber del discípulo. Estas tres instrucciones tienen un denominador común, el servicio al Reino que sólo es posible desde la Fe.
En el servicio al Reino, que es la búsqueda e instauración de la Cultura del Reino para una sociedad justa, integra, humilde, en honra, obediente, solidaria, fraterna e igualitaria, nadie está exento de desviarse del camino y asumir actitudes contrarias a los valores del Reino.
Eso ocasiona escándalo y desánimo en unos; escepticismo y rechazo a esta nueva realidad, en otros.
En todo caso, siempre se ha de emplear el recurso del amor, la corrección fraterna, al arrepentimiento y al perdón.
Versos del 11 al 19
Sana a diez leprosos. Nos encontramos aquí con la manera como Lucas presenta cuál debe ser la actitud del creyente, respecto a entender la Ley y el espíritu de la misma que Yeshúa está anunciando e instaurando.
Aparentemente, la desproporción uno contra diez es exagerada, pero refleja el comportamiento de ser obediente a la ley y reconocer por las señales, milagros y maravillas al Mesías esperado.
Los diez leprosos han recibido todos un mismo beneficio de sanidad, pero sólo uno ha recibido la salvación al reconocer a Yeshúa como su Rey.
Los otros nueve no lo reconocen por eso solo tienen la sanidad física y no la espiritual que permanece para siempre.
Versos del 20 al 37
La llegada del Reino de YEHOVAH. Los fariseos todavía no aceptan que en Yeshúa ya se esté inaugurando el tiempo del Reinado de YEHOVAH.
Ellos mantienen la expectativa de un Mesías glorioso, investido con todo poder.
Yeshúa no sólo declara que el Reino ya está actuando, sino también que el Hijo del Hombre es quien ha inaugurado ya este advenimiento del Reino.
La plenitud de este advenimiento, sin embargo, no se dará antes de que el Hijo del Hombre padezca la persecución y el rechazo a manos de los enemigos del proyecto de YEHOVAH.
Otra idea que se subraya aquí es la advertencia contra los falsos mesianismos.
Muchos podrán incitar a la gente con falsas alarmas de la llegada del Hijo.
El fiel seguidor no debe ni puede alimentar esas falsas alarmas, cada uno deberá estar empeñado en experimentar y ayudar a experimentar a otros la acción del Reino que ya está actuando, tal como lo hace la levadura en la masa.